Donde hay seres humanos hay potenciales tumores sociales. Me refiero a esas personas cuyo carácter es fuente de destrucción para un grupo social si ese grupo no trabaja en primer lugar para satisfacer sus intereses.
Es el caso de Mourinho, entrenador del Real Madrid. No suelo hablar de fútbol en mi blog. Ni voy a hacerlo. Voy a hablar de este tipo de personalidades con las que he tenido que convivir en muchas de las empresas en las que he trabajado y que son un auténtico calvario para los que tienen que convivir diariamente con ellas.
El jueves, esquiando en Andorra, en la estación de Pal-Arinsal, al subir en uno de los telesillas, un profesor me adjudicó el cuidado de uno de sus pequeños alumnos. Su edad no les permite utilizar el telesilla solos y han de ir acompañados de un adulto. Me pasa continúamente, y así me veo obligado a ser “esquiador de guardería” durante un rato. Lo hago a gusto ya que así hablo con los chavales, algo siempre interesante, como ocurrió el jueves con este menudo, tan simpático y hablador.
Cómo era jueves me imaginé que estaba de cursillo semanal, así que empecé la conversación así:
Joaquín - ¡Qué bien, esquiando en vez de ir al colegio!
El chaval - ¡Hombre, por fin uno que habla en español!
Joaquín - ¿Es que no hay españoles esquiando?
El chaval – Parece ser que no, es que siempre me hablan en francés o catalán…
pues sí, estaré toda una semana aquí ¡Sin colegio y además sin deberes! Es que es la semana blanca.
Joaquín - ¿De dónde eres?
El chaval – De Madrid
Joaquín - ¿Te gusta el fútbol? Serás del Real Madrid ¿no?
El chaval – Pues sí y ¿tú?
Joaquín – Pues yo soy del Barça…
El chaval – Pues el Barça es mi segundo equipo… me gusta mucho.
Aquí empecé a quedarme perplejo. Antes no ocurrían estas cosas.
Joaquín - ¿Y cómo ves al Real Madrid? ¿Ganaréis algo este año?
El chaval – Con un entrenador como Mourinho no haremos nada. A mi no me gusta como es y tampoco Ronaldo. Me gustan más Guardiola, Messi e Iniesta.
Acabé de quedarme perplejo.
Cuando un niño de tan corta edad es capaz de percibir la nefasta personalidad de lo que deberían ser líderes ejemplares de un equipo de fútbol, es evidente que algo no funciona. Todos los jugadores de fútbol lo hacen por dinero, pero hay algunos que son mercenarios puros, como Mourinho, y esto encaja muy mal con el señorío del Real Madrid que está viendo destruido su buen nombre con un elemento así, personaje que lleva camino de no aportarle (además) ningún titulo.
Por si acaso ya va buscando culpables (naturalmente este tipo de personalidades nunca asume responsabilidad por los fracasos) para que su valoración en el mercado de entrenadores no sufra merma y volver al fútbol inglés. Probablemente su inglés no es lo suficientemente bueno como para expresar por su boca las sandeces que ha soltado en el fútbol español. Esto le salvará.
Es el caso de Mourinho, entrenador del Real Madrid. No suelo hablar de fútbol en mi blog. Ni voy a hacerlo. Voy a hablar de este tipo de personalidades con las que he tenido que convivir en muchas de las empresas en las que he trabajado y que son un auténtico calvario para los que tienen que convivir diariamente con ellas.
El jueves, esquiando en Andorra, en la estación de Pal-Arinsal, al subir en uno de los telesillas, un profesor me adjudicó el cuidado de uno de sus pequeños alumnos. Su edad no les permite utilizar el telesilla solos y han de ir acompañados de un adulto. Me pasa continúamente, y así me veo obligado a ser “esquiador de guardería” durante un rato. Lo hago a gusto ya que así hablo con los chavales, algo siempre interesante, como ocurrió el jueves con este menudo, tan simpático y hablador.
Cómo era jueves me imaginé que estaba de cursillo semanal, así que empecé la conversación así:
Joaquín - ¡Qué bien, esquiando en vez de ir al colegio!
El chaval - ¡Hombre, por fin uno que habla en español!
Joaquín - ¿Es que no hay españoles esquiando?
El chaval – Parece ser que no, es que siempre me hablan en francés o catalán…
pues sí, estaré toda una semana aquí ¡Sin colegio y además sin deberes! Es que es la semana blanca.
Joaquín - ¿De dónde eres?
El chaval – De Madrid
Joaquín - ¿Te gusta el fútbol? Serás del Real Madrid ¿no?
El chaval – Pues sí y ¿tú?
Joaquín – Pues yo soy del Barça…
El chaval – Pues el Barça es mi segundo equipo… me gusta mucho.
Aquí empecé a quedarme perplejo. Antes no ocurrían estas cosas.
Joaquín - ¿Y cómo ves al Real Madrid? ¿Ganaréis algo este año?
El chaval – Con un entrenador como Mourinho no haremos nada. A mi no me gusta como es y tampoco Ronaldo. Me gustan más Guardiola, Messi e Iniesta.
Acabé de quedarme perplejo.
Cuando un niño de tan corta edad es capaz de percibir la nefasta personalidad de lo que deberían ser líderes ejemplares de un equipo de fútbol, es evidente que algo no funciona. Todos los jugadores de fútbol lo hacen por dinero, pero hay algunos que son mercenarios puros, como Mourinho, y esto encaja muy mal con el señorío del Real Madrid que está viendo destruido su buen nombre con un elemento así, personaje que lleva camino de no aportarle (además) ningún titulo.
Por si acaso ya va buscando culpables (naturalmente este tipo de personalidades nunca asume responsabilidad por los fracasos) para que su valoración en el mercado de entrenadores no sufra merma y volver al fútbol inglés. Probablemente su inglés no es lo suficientemente bueno como para expresar por su boca las sandeces que ha soltado en el fútbol español. Esto le salvará.
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