martes, marzo 15, 2011

"Ciencia sin seso, locura doble" (por lo nuclear)


Esto afirmaba Baltasar Gracián en su Oráculo manual y arte de prudencia, en su aforismo número 16.

Y es que hoy es un día para citar sin fin a este profundo conocedor del espíritu humano (fue Nietzsche quien dijo de él en una de sus cartas: "Europa no ha producido nada más fino ni más complicado en materia de sutileza moral").

Viene esto a cuento sobre el tema que va a proporcionarnos ríos de tinta (y pixeles digitales) a lo largo de muchas semanas o meses. Se trata de lo nuclear, naturalmente.

Una vez más comprobamos la falta de prudencia de nuestros gobernantes, como de los políticos, así como la de muchos medios de comunicación.

No hay mejor revista del humor que hurgar en las hemerotecas. Como ejemplo significativo publico al final de este artículo una copia de la portada del diario El País del 22 de agosto del 2007, quince días después del inicio de la crisis actual, que se manifestó en primer lugar en el mercado inmobiliario, y todo seguido en lo financiero, en EE.UU.

Vemos como Zapatero afirmaba GARANTIZAR que estábamos a salvo de la crisis financiera. Remarco la palabra garantizar, ya que es la que manifiesta la falta de prudencia mínima que debe tener todo gobernante. Ha demostrado una ignorancia suprema.

Cito esto porque ya nos están diciendo que NUESTRAS CENTRALES SON SEGURAS. Aún no lo garantizan, pero lo harán dentro de unos días. Un espejismo tranquilizador de conciencias más que un argumento basado en hechos contrastables. Faltaría más (supongo que antes de este accidente también se suponía que todas las centrales españolas eran seguras). Sale gratis decirlo. Mientras no ocurra lo contrario se puede afirmar absolutamente lo que uno quiera. ¿Y que pasa cuando ocurre lo contrario, como ocurre con la crisis actual, después de garantizarnos que estábamos a salvo? Pues los políticos estoicamente afirman que nadie lo podía prever y asunto concluido.

Ejemplo de la falta de prudencia la tenemos hoy en el diario digital El Confidencial. El columnista Federico Quevedo, de profundo pensamiento neoliberal (no se si propio o debido menesterosamente a la obediencia debida a quien le paga), ha calado la bayoneta de buena mañana y ha salido de la trinchera a matar progres antinucleares, rojos, ecologistas y todo lo que se le ponga por delante, ya que hay que evitar el debate nuclear como sea.

La anticipación es muy importante (aforismo 151 de Gracián) y le ha faltado tiempo a este señor para servir a quien le paga, o sea a los empresarios, y en este caso concreto, a las eléctricas. Pero como vemos, se ha equivocado gravemente. El problema nuclear japonés no es ninguna tontería. Los franceses ya le están dando categoría 6.

Decía también Gracián en su aforismo 31, que “nunca se le ha de abrir la puerta al menor mal, que siempre vendrán tras él otros muchos, y mayores, en celada”.

La energía nuclear tiene una baja probabilidad de accidente, pero un riesgo de desastre tremendo si se produce. Y el riesgo cero no existe en lo nuclear. Es como la Euromillones, pero al revés: casi imposible que te toque, pero si lo hace el premio es impresionante.

También decía Gracián en su aforismo 25 que “… las verdades que más nos importan vienen siempre a medio decir”. Preparémonos para leer y oír auténticas barbaridades en los próximos días. Como no, Esperanza Aguirre, así es ella, con su facundia, se ha sorprendido de que no hayan estallado un par de centrales en Japón: “Son más seguras de lo que pensábamos”. Sirva esto para abrir boca. ¿Qué ha de pasar, me pregunto, para que nos preocupemos?

Pero en el lado socialista también ha brillado Elena Salgado, afirmando que “una circunstancia concreta no debe afectar al debate nuclear” (¡ole tus ovarios!). Los accidentes nucleares siempre serán una circunstancia concreta. Pobres de nosotros si no fuese así.

En previsión de que el tema nuclear se pare y las eléctricas vean peligrar sus beneficios si no se sigue manteniendo/desarrollando lo nuclear (hay que renovar la licencia operativa a la central de Cofrentes) el Gobierno ya está preparando cambios en las tarifas para seguir manteniendo sus beneficios. El departamento que dirige Miguel Sebastián ha propuesto que la parte de la tarifa que fija el Gobierno de acuerdo a los denominados costes de peaje (usos de redes, primas de las energías renovables y otros conceptos), y que supone un 50% de la tarifa, se incremente un 12,5% en la próxima revisión para el consumidor doméstico. Industria prevé una reducción de precio en la subasta de energía (Cesur), que se celebrará el próximo 22 de marzo, que supone la otra mitad de la tarifa, lo que permitiría que las tarifas se recuperasen después del aumento del 10%. Pero hay que mantener los beneficios de las eléctricas a toda costa (ya vimos para que sirven los aumentos de tarifas).

Este servilismo de los socialistas con las eléctricas empieza a oler a podrido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fiel seguidor de los aciertos de ZP, ya me he pedido dos trajes de plomo. Uno para verano y otro para el invierno. Pues pasado el verano repetirá sus previsiones, como es su costumbre.

 
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