Fue en agosto de 1990 cuando, con Josep Emili Ferrer, decidimos subir unos cuantos cuatro miles con base en Täsch (valle de Zermatt).
La primera cumbre de la lista, objetivo prioritario, era la Dufourspitze, segunda cumbre de los Alpes, solo superada por el Mont Blanc y que separa Italia de Suiza. Esta cumbre es la dominante de un macizo enorme conocido como Monte Rosa, mucho mayor que el macizo del Mont Blanc.
Pero realmente lo que pretendíamos era hacer la travesía del Monte Rosa, es decir, empezar en la Dofourspitze y seguir por todas las cumbres hasta acabar en el Breithorn. Tal travesía suponía tres días a gran altura, por lo que íbamos cargados como burros, lo que nos ocasionó un largo horario de ascensión a esta cumbre. No hay que perder de vista que es una ascensión de 1.880 m. de desnivel, aunque por la cara este se alcanzan incluso los 2.500 m. de desnivel, algo ya de dimensiones más bien del Himalaya.
La ascensión normal a la Dufourspitze parte del refugio Monte-Rosa Hütte (2.795 m.), que recientemente ha sido reconstruido y ahora es un refugio galáctico.
Para llegar al refugio tomamos primero el tren hasta Zermatt y luego el cremallera del Gornergratbahn, normalmente hasta Rotenboden (2.815 m.), aunque nosotros llegamos al final del trayecto, para que mis chicas, que vinieron a despedirme, disfrutasen del panorama. Al bajar tomamos el cremallera en Rotenboden, andando un poco más, pero subiendo menos. Los cremalleras suizos son artículo de lujo y actualmente el trayecto Zermatt-Gronergratbahn cuesta, ida y vuelta, unos 60 €.
Después de mil besitos a mis chicas y que la tristeza por unos momentos nos embargase a todos, emprendimos desde Rotenboden la bajada al inmenso glaciar Gorner (se bajan 300 m.), que hay que atravesar. Pocas grietas, pero no hay que despistarse. Saliendo del glaciar se sube una larga morrena (250 m. de subida) que nos deja en el refugio. Excelente e inmensa vista sobre todo el glaciar.
Salimos, como ya es habitual en los Alpes, de noche, con las frontales. Largo recorrido por la inacabable morrena (no hay que despistarse en la cota 3.109, donde un camino a la derecha parte para el glaciar Grenzgletscher) llegando a la Untere Plattje y después a la Obere Plattje (3.200 m.) donde ya se entra en el glaciar. Ascensión cómoda, pero más larga que un día sin pan, hasta llegar a un punto (Scholle -3.827 m.-, donde parte la ruta para el Nordend) donde la pendiente aumenta y se tuerce a la derecha para alcanzar el Satteltole, un amplio collado. Poco después aparece la rampa final, muy pronunciada, que nos llevará a la cumbre.
Peor no, no es la rampa final. Cuando lleguemos al término de esa espectacular rampa (con unas vistas impresionantes) nos encontraremos la cresta final, que no es precisamente corta y es además exigente y laboriosa, especialmente si está nevada, como la encontramos nosotros. Tuvimos que montar varios largos y hacerla con crampones, pero como los bloques son muy grandes, no se puede asegurar muy bien. Demoledor el trabajo a esa altura (y sin aclimatación). Yo le daría II/III. Incluso hay un bloque, justo antes de la cumbre (ver foto) que con crampones puestos incluso es más.
Una cumbre que hay que ganársela duramente, a la que llegamos agotados y con pocas ganas de continuar (además no teníamos claro que el tiempo seguiría siendo bueno). Una cordada que venía de la Zumsteinspitze decidió montar un bivac en una punta cercana de la cresta.
Espectacular vista la que proporciona esta cumbre, al ser la segunda cima de los Alpes. Una panorámica increíble. Todo queda bajo tus pies y los glaciares son inmensos. Nos dio rabia ver la Zumsteinspitze y la Signalkuppe tan cerca, pero la cresta que seguía aún era más potente. Deberían pasar diecinueve años para hollar esas cumbres.
Estuvimos bastante solos en la cima. Los austríacos que nos seguían, llegaron y estuvieron solo un momento, ya que habían dejado a la compañera sola al comienzo de la cresta. En el collado inferior nos cruzamos con una cordada catalana que se volvía sin hacer cumbre al ver las características de la cresta. En plena cresta nos tuvimos que cruzar con unos ingleses. Problemático el tema.
Día excelente. Esta cumbre tiene la fama de tener vientos fuertes, pero la calma era total. Nos tuvimos que hacer las fotos con el automático, algo complicado porque la cumbre se compone de unos bloques de granito, sin mucho espacio para moverse. Hay una gran cruz que la han puesto como han podido y una placa de celebración de los 150 años de la primera ascensión (1838-1988) en memoria de Dufour, general que creó la oficina topográfica suiza. La primera ascensión la realizaron Hudson, Birkbeck, Stephenson y los hermanos Smythe, más los correspondientes guías (mejor decir "gente de la zona", ya que en una primera ascensión no hay quien "guíe") que, como es habitual, luego no aparece su nombre por ningún lado.
Llegamos al refu a misas dichas. De todas mis ascensiones en los Alpes es la que más horas me ha costado.
Fotos (click en la foto para verla a mayor tamaño).
Arriba: en la fuerte pendiente que lleva a la arista final. Espectacular vista sobre los Liskamm.
Abajo:
1) Espectacular montaje con cuatro fotos de la vista desde el Gornergrat hacia el Monterosa. A la izquierda el Mordend y la Dufour, siguen el Castor y el Pollux y después los Breithorn. Más a la derecha el Cervino y después el Obergabelhörn-Zinalrothorn-Weisshorn y Bishorn.
2) Zermatt
3) El Breithorn y su glaciar, el Breithorngletscher, desde el Gornergrat.
4-5) Edificio en el Gornergratbahn con mis chicas y Josep Emili.
6) Cruzando el GornerGletscher con el Cervino al fondo.
7) Llegando a Monte Rosa Hütte.
8-12) Ascendiendo por el glaciar mientras amanece.
13-17) Aproximándonos al Satteltole. Zona con grietas y ¡por fin! nos da el sol, ya que sale por detras del Nordend.
18) En el Satteltole
19) Ascendiendo la fuerte ladera que lleva a la arista cimera.
20) La fuerte ascensión final. Espectacular.
21-23) La arista. La primera foto es la continuación de la arista hacia la Zumsteinspitze (puede verse gente preparando un vivac). En la segunda de las tres fotos (la cuadrada) se ve el paso del bloque antes justo de la cumbre (se ve la cruz).
24) El Nordend, muy próximo, con su espectacular y dificil arista, ya que no siempre hay huella.
25-27) Fotos en la cumbre. Se ven en la primera las cimas de la Signalkuppe y la Zumsteinspitze. En la segunda los Liskamm y en la última las cumbres Parrotspitze, Ludwigshöhe y Schwarzhorn.
28) Placa en la cumbre. ¡No veas la mamona que llevaba! El peso me preocupaba poco entonces.
29-30) En el Satteltole de nuevo, ya de bajada. Una de las fotos muestra el grupo de cuatro austríacos (una era una mujer, que debía ser miss Austria, que no llegó a la cumbre) que nos acompañó en bastantes momentos durante la ascensión.
31-33) Al día siguiente camino de Rotenboden para coger el tren hacia Zermatt. El Cervino, espectacular, ¡y sin nada de nieve!
La primera cumbre de la lista, objetivo prioritario, era la Dufourspitze, segunda cumbre de los Alpes, solo superada por el Mont Blanc y que separa Italia de Suiza. Esta cumbre es la dominante de un macizo enorme conocido como Monte Rosa, mucho mayor que el macizo del Mont Blanc.
Pero realmente lo que pretendíamos era hacer la travesía del Monte Rosa, es decir, empezar en la Dofourspitze y seguir por todas las cumbres hasta acabar en el Breithorn. Tal travesía suponía tres días a gran altura, por lo que íbamos cargados como burros, lo que nos ocasionó un largo horario de ascensión a esta cumbre. No hay que perder de vista que es una ascensión de 1.880 m. de desnivel, aunque por la cara este se alcanzan incluso los 2.500 m. de desnivel, algo ya de dimensiones más bien del Himalaya.
La ascensión normal a la Dufourspitze parte del refugio Monte-Rosa Hütte (2.795 m.), que recientemente ha sido reconstruido y ahora es un refugio galáctico.
Para llegar al refugio tomamos primero el tren hasta Zermatt y luego el cremallera del Gornergratbahn, normalmente hasta Rotenboden (2.815 m.), aunque nosotros llegamos al final del trayecto, para que mis chicas, que vinieron a despedirme, disfrutasen del panorama. Al bajar tomamos el cremallera en Rotenboden, andando un poco más, pero subiendo menos. Los cremalleras suizos son artículo de lujo y actualmente el trayecto Zermatt-Gronergratbahn cuesta, ida y vuelta, unos 60 €.
Después de mil besitos a mis chicas y que la tristeza por unos momentos nos embargase a todos, emprendimos desde Rotenboden la bajada al inmenso glaciar Gorner (se bajan 300 m.), que hay que atravesar. Pocas grietas, pero no hay que despistarse. Saliendo del glaciar se sube una larga morrena (250 m. de subida) que nos deja en el refugio. Excelente e inmensa vista sobre todo el glaciar.
Salimos, como ya es habitual en los Alpes, de noche, con las frontales. Largo recorrido por la inacabable morrena (no hay que despistarse en la cota 3.109, donde un camino a la derecha parte para el glaciar Grenzgletscher) llegando a la Untere Plattje y después a la Obere Plattje (3.200 m.) donde ya se entra en el glaciar. Ascensión cómoda, pero más larga que un día sin pan, hasta llegar a un punto (Scholle -3.827 m.-, donde parte la ruta para el Nordend) donde la pendiente aumenta y se tuerce a la derecha para alcanzar el Satteltole, un amplio collado. Poco después aparece la rampa final, muy pronunciada, que nos llevará a la cumbre.
Peor no, no es la rampa final. Cuando lleguemos al término de esa espectacular rampa (con unas vistas impresionantes) nos encontraremos la cresta final, que no es precisamente corta y es además exigente y laboriosa, especialmente si está nevada, como la encontramos nosotros. Tuvimos que montar varios largos y hacerla con crampones, pero como los bloques son muy grandes, no se puede asegurar muy bien. Demoledor el trabajo a esa altura (y sin aclimatación). Yo le daría II/III. Incluso hay un bloque, justo antes de la cumbre (ver foto) que con crampones puestos incluso es más.
Una cumbre que hay que ganársela duramente, a la que llegamos agotados y con pocas ganas de continuar (además no teníamos claro que el tiempo seguiría siendo bueno). Una cordada que venía de la Zumsteinspitze decidió montar un bivac en una punta cercana de la cresta.
Espectacular vista la que proporciona esta cumbre, al ser la segunda cima de los Alpes. Una panorámica increíble. Todo queda bajo tus pies y los glaciares son inmensos. Nos dio rabia ver la Zumsteinspitze y la Signalkuppe tan cerca, pero la cresta que seguía aún era más potente. Deberían pasar diecinueve años para hollar esas cumbres.
Estuvimos bastante solos en la cima. Los austríacos que nos seguían, llegaron y estuvieron solo un momento, ya que habían dejado a la compañera sola al comienzo de la cresta. En el collado inferior nos cruzamos con una cordada catalana que se volvía sin hacer cumbre al ver las características de la cresta. En plena cresta nos tuvimos que cruzar con unos ingleses. Problemático el tema.
Día excelente. Esta cumbre tiene la fama de tener vientos fuertes, pero la calma era total. Nos tuvimos que hacer las fotos con el automático, algo complicado porque la cumbre se compone de unos bloques de granito, sin mucho espacio para moverse. Hay una gran cruz que la han puesto como han podido y una placa de celebración de los 150 años de la primera ascensión (1838-1988) en memoria de Dufour, general que creó la oficina topográfica suiza. La primera ascensión la realizaron Hudson, Birkbeck, Stephenson y los hermanos Smythe, más los correspondientes guías (mejor decir "gente de la zona", ya que en una primera ascensión no hay quien "guíe") que, como es habitual, luego no aparece su nombre por ningún lado.
Llegamos al refu a misas dichas. De todas mis ascensiones en los Alpes es la que más horas me ha costado.
Fotos (click en la foto para verla a mayor tamaño).
Arriba: en la fuerte pendiente que lleva a la arista final. Espectacular vista sobre los Liskamm.
Abajo:
1) Espectacular montaje con cuatro fotos de la vista desde el Gornergrat hacia el Monterosa. A la izquierda el Mordend y la Dufour, siguen el Castor y el Pollux y después los Breithorn. Más a la derecha el Cervino y después el Obergabelhörn-Zinalrothorn-Weisshorn y Bishorn.
2) Zermatt
3) El Breithorn y su glaciar, el Breithorngletscher, desde el Gornergrat.
4-5) Edificio en el Gornergratbahn con mis chicas y Josep Emili.
6) Cruzando el GornerGletscher con el Cervino al fondo.
7) Llegando a Monte Rosa Hütte.
8-12) Ascendiendo por el glaciar mientras amanece.
13-17) Aproximándonos al Satteltole. Zona con grietas y ¡por fin! nos da el sol, ya que sale por detras del Nordend.
18) En el Satteltole
19) Ascendiendo la fuerte ladera que lleva a la arista cimera.
20) La fuerte ascensión final. Espectacular.
21-23) La arista. La primera foto es la continuación de la arista hacia la Zumsteinspitze (puede verse gente preparando un vivac). En la segunda de las tres fotos (la cuadrada) se ve el paso del bloque antes justo de la cumbre (se ve la cruz).
24) El Nordend, muy próximo, con su espectacular y dificil arista, ya que no siempre hay huella.
25-27) Fotos en la cumbre. Se ven en la primera las cimas de la Signalkuppe y la Zumsteinspitze. En la segunda los Liskamm y en la última las cumbres Parrotspitze, Ludwigshöhe y Schwarzhorn.
28) Placa en la cumbre. ¡No veas la mamona que llevaba! El peso me preocupaba poco entonces.
29-30) En el Satteltole de nuevo, ya de bajada. Una de las fotos muestra el grupo de cuatro austríacos (una era una mujer, que debía ser miss Austria, que no llegó a la cumbre) que nos acompañó en bastantes momentos durante la ascensión.
31-33) Al día siguiente camino de Rotenboden para coger el tren hacia Zermatt. El Cervino, espectacular, ¡y sin nada de nieve!
1 comentario:
Buen relato, excelentes fotografías (buen ojo artístico)... de la montaña ni hablamos, no me atrevería con uno de ese tamaño sin el mismo entrenamiento que a una maratón
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