martes, diciembre 26, 2006

El túnel Benasque - Bagnères de Louchon

Aún recuerdo cuando a finales de los sesenta se inició la construcción de la carretera desde Benasque hacia la “frontera”. La carretera finalizó cerca de donde empieza el valle de Remuñe, justo encima de donde se halla situado el Hospital de Benasque (que copiando la palabra francesa Hospice, ha acabado con esta denominación incorrecta, ya que debería decirse en todo caso Hospedería).
En el sitio donde acababa la carretera debería haberse construido un túnel que enlazase con el pueblo francés de Bagnères de Louchon, situado justo al otro lado. Basta con ascender a la cumbre del Salvaguardia, cima situada en la cresta que separa los dos valles para ver perfectamente cual sería el trazado de este túnel.
Los franceses accedieron a construir el túnel Bielsa-Aragnouet, ya que en el lado francés no había entonces infraestructura hotelera que pudiera quedar perjudicada por la apertura del túnel.
Sin embargo los hoteleros de Luchón se opusieron durante décadas a este proyecto. Temían que el turismo francés se escaparía hacia una España con más sol y sobretodo mas barata. Para los habitantes del valle de Benasque, el Dorado se hallaba al otro lado y la forma de cambiar su destino agropecuario pasaba por la construcción del túnel.
Pero la vida da muchas vueltas. Ahora el norte de España, zona sur de los Pirineos, es rica y el sur de Francia es decrépito y totalmente decadente.
Y es ahora cuando los hoteleros de Louchon piden que se haga el túnel. Quieren que los españoles se acerquen a sus balnearios.
Y ahora, en el lado español, se han enfriado los ánimos. No quieren que el abundante turismo español huya. Hasta la vivienda está ahora más barata al otro lado. Vivir para ver.

jueves, diciembre 21, 2006

Cumulonimbos


La nube que veis en la foto es un cumulonimbo. Estas formaciones se caracterizan por la gran altura que alcanzan. Son masas increíbles que se forman en pocas horas y que crecen hasta alcanzar la estratosfera. Esta foto está hecha en la playa de Barcelona y las nubes están sobre el Pirineo, a más de 100 Km. de distancia. Esto da una idea de su altura.
Bien. Este fenómeno también se está produciendo en la economía financiera mundial. La Vanguardia del miércoles, en dos artículos, nos explica los beneficios casi inimaginables que están acumulando unas pocas personas en Nueva York y Londres (centros financieros) gracias a la ola de fusiones y adquisiciones que se están llevando a cabo y en las que lo que menos importa ya son los precios (y las comisiones) que se están pagando.
Pero al igual que el cumulonimbo no se forman de la nada, sino por el aire caliente procedente de otras áreas que asciende a grandes altitudes, alguien tendrá que poner el dinero con el que se generan estos beneficios de magnitudes increíbles. Si por algo se caracterizan los beneficios financieros es porque no proceden de la generación real de riqueza. Si alguien gana es porque otro pierde.

Veamos algunas cifras de esta orgía de millones en las finanzas globales para tener una idea de lo que está ocurriendo.
Impulsado por una expansión sin precedentes de la liquidez, el lucrativo negocio de fusiones y adquisiciones alcanzará 2,6 billones de euros. Hay que tener en cuenta que ha habido días que el volumen de las operaciones ha sido igual al volumen de la actividad económica de Irlanda durante un año.
Goldman Sachs registrará unos beneficios de 7.300 MM. de euros, un 70% más que el año anterior y ha distribuido entre sus operadores y ejecutivos salarios y primas extras que ascienden a la suma mareante de 12.500 millones de euros, de los que más de 7.500 son en bonos.
Lo más increíble de todo es que una parte notable de este saldo se debe al mercado español, protagonista de grandes operaciones (Acciona, Iberdrola, Ferrovial, etcétera). Es decir, en este caso, pagaremos todo esto en exclusiva los españolitos.
La cifra equivale a los salarios anuales del millón de trabajadores más pobres de la ciudad. Si se repartiesen los bonos de Goldman entre los 1,6 millones de trabajadores que cobran menos de diez dólares se eliminaría de un plumazo la pobreza en Nueva York.
Goldman tiene 26.400 empleados con una remuneración media anual de algo más de 470.000 euros. Los 25 ejecutivos mejor remunerados, los mánagers de oro, cobrarán por cabeza 19 millones en bonos. Unos 300 ejecutivos y operadores recibirán entre 3,7 y 7,6 millones. El consejero delegado del banco, Lloyd Blankfein, gana casi 38 millones frente a los 30,2 millones que ganó en el 2005 su antecesor, Henry Paulson, hoy secretario del Tesoro (Ver mi artículo publicado en Junio titulado Henry Paulson = 38,8 $. Releerlo ahora se vuelve más interesante, conociendo los beneficios que genera Goldman este ejercicio).
Pero hay más. Lehman Brothers pagará 6.600 millones de euros a su plantilla de 26.000 empleados, un 20% más que en el 2005. Bear Stearns anunció el jueves que distribuirá 1.600 millones entre sus 13.500 empleados –un 40% más– y Merrill Lynch reparte 6.800 millones extras.
No es de extrañar que, según el New York Post, la tienda de puros en Broad Street, a un tiro de piedra de Goldman, registrara el miércoles un gran aumento de ventas de cortadores de puros Davidoff chapados en oro (245 euros) y mecheros Dupont (600 euros). Concesionarios de coches como Porsche y Ferrari esperan una ola de compras y BMW pretende abrir en abril en el 67 de Wall Street.
Gracias a las remuneraciones multimillonarias de Wall Street, el enfriamiento de la vivienda de lujo en otras ciudades aún no se percibe en Manhattan. Joe Rickman, fundador del broker Ameritrarde, ha comprado un ático con vistas a Central Park por 22,2 millones de dólares.
La polarización salarial en Nueva York es nítida: el múltiplo entre la renta del 20% que más cobra y el 20% que menos subió del 600% al 900% entre los años ochenta y el 2000. Tras el crash del 2000 y los despidos masivos en Wall Street, los ricos perdieron terreno. Pero desde el 2003 el 80% de la renta se concentra en el 4%.

Las primas a banqueros, abogados y dealers también han colocado a Londres en el centro de una burbuja económica cuya explosión acabará por producirse. El resultado es que la propiedad inmobiliaria en los mejores barrios de Londres sigue subiendo hasta un 20%, mansiones de Kensington y Chelsea se venden por diez millones de euros en efectivo (un 44% de los compradores son extranjeros), hay listas de espera de meses en los concesionarios de Ferrari, Porsche y Lamborghini, botellas de champán de mil euros desaparecen de las tiendas, los sastres de Saville Row han abierto sucursales en la City y el número de clientes masculinos de las clínicas de cirugía estética ha aumentado un 40%.
El boom de los bonos significa que habrá dinero para casi todo el mundo, pero no se repartirá de modo equitativo. Cada empleado de la City recibirá una media de 25.000 euros, pero las estrellas que han orquestado y llevado a buen puerto la ola de compras y fusiones se embolsarán hasta quince millones.
Todo es una consecuencia del auge de la City a expensas de Nueva York desde el 11-S y la explosión de regulaciones a raíz del escándalo Enron.
Para los inversores de India, Rusia y Oriente Medio cada vez resulta más desagradable viajar a Estados Unidos, donde son vistos como sospechosos y casi desnudados en el aeropuerto, y prefieren ir con sus petrodólares y millones a Londres, una ciudad en la que también se habla inglés y el ambiente es mucho más relajado.
Decían que la City iba a pagar el precio por no adoptar la moneda única, pero se compran y venden más euros que en el resto de la UE. Londres no tenía tal preeminencia en las finanzas mundiales desde la era imperial. Corren tiempos de vino y rosas en la City, pero los ejecutivos de altos vuelos harán muy bien en comprar pronto ese Bugati de millón y medio o beber el Krug edición especial que tienen en la nevera, porque ya se sabe que los cumuloninmbos siempre se deshacen generando fuertes tormentas que acaban remojando a todo el mundo.

martes, diciembre 19, 2006

¡¡¡Inmersión, Inmersión!!!


Supongo que habéis visto alguna vez una película de submarinos. Naturalmente está llena de momentos de esos en que el submarino, después de lanzar sus torpedos, es descubierto. En breves minutos se pasa de la euforia por el éxito de haber alcanzado con un torpedo un barco enemigo, al pánico más absoluto. Mientras suenan las sirenas de alarma, se oyen los gritos del oficial: ¡¡¡inmersión, inmersión!!!. Es decir,¡sálvese quién pueda!. Pero eso no se puede decir en voz alta (y menos si el submarino es alemán). Y lo único que se puede hacer en esos momentos es esperar y ver por dónde caen las cargas de profundidad (y que Dios reparta suerte).
La economía española/mundial me recuerda hoy una película de submarinos.
Ha amanecido con la noticia del descalabro de la Bolsa de Tailandia que ha bajado nada más y nada menos que un ¡16%!. Un auténtico crack.
Ha seguido con el dato de confianza de los empresarios alemanes. El más alto de los quince años, para después conocerse que en EEUU los precios industriales van a todo trapo. Consecuencia: el Euribor lo tenemos ya al 4 % (exactamente 3,962), lo que significa que ya se da por descontado que el BCE subirá 0,50% en los próximos meses. Malas (nuevamente) noticias para los hipotecados. Con el agravante del dato USA que aleja el descenso en los tipos americanos y que se suma al de hace pocos días según el cual (no podía ser de otra forma), un mes más, el agujero del déficit comercial aumenta. Y van…
Por esta y otras muchas cosas el dólar nuevamente se devalúa y va a volver al 1,33 contra el euro que alcanzó hace una semana. Nada más reconfortante para mi ego que leer hoy en EL PAÍS lo que yo ya afirmaba en un artículo, que escribí el 2 de julio, titulado Petrodólares. Y es que muchos países productores de petróleo están cambiando gradualmente sus reservas en dólares por euros. Es decir, huyen del dólar. Si esto es así el dólar puede irse a ¡1,50!.
Pero lo que realmente me ha emocionado hoy ha sido leer el artículo publicado ayer por el Wall Street Journal titulado: “Deconstruyendo España: Una vez que finalice el 'boom' inmobiliario, España volverá a la mediocridad del pasado”.
Dice Bret Stephens, autor del artículo, que "todas las fiestas se acaban, o al menos, decaen. En este caso, el mercado inmobiliario del tigre ibérico muestra defectos estructurales a los que el gobierno de centro-izquierda ha prestado escasa atención”. El diario estadounidense destaca el consumo de los españoles, mucho del cual va a parar al ladrillo. “Los precios siguen subiendo, aunque a un ritmo menor. En España, menor significa precios que a finales de septiembre aún se acercaban al 9,8% respecto al año anterior”, se asombra el editorialista.
Más dramático incluso, según el WSJ, es el boom paralelo que vive la construcción. Sólo este año se construirán 800.000 nuevas viviendas, más del doble que en Francia, que posee 17 millones de habitantes más. El porcentaje de propietarios ronda el 85%. “Compradores de segundas residencias, domésticos o extranjeros, no serán capaces de mantener una demanda de 800.000 viviendas al año”, asevera el diario. Y recuerda que más del 80% de las hipotecas españolas son variables, lo que significa que los aumentos de los tipos del Banco Central Europeo se traducen en mayores pagos mensuales.
El editorial tampoco obvia la corrupción, que también eleva los precios. “¿Cuánto puede durar el boom?”, se pregunta. “Muchos de los mayores bancos del país parecen pensar que poco, lo que explicaría el hecho de que hayan estado vendiendo sus participaciones en las principales constructoras”, se contesta.
La opinión concluye que España encara un doloroso reajuste económico: “Una corrección inmobiliaria tendría un gran impacto sobre la economía, cuyos dos motores son el consumo interno y la construcción. Éste es un ciclo que se retroalimenta y que podría derivar en un frenazo brusco”. Y es que la construcción no es el tipo de industria que da productividad para competir en una economía globalizada. Una vez que se frena, será difícil recolocar en otro sitio el exceso de mano de obra.

Más aún. Ayer, Blas Calzada, ex presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que ahora coordina el comité asesor del índice Ibex, consideró que "el BCE tendrá que subir los tipos de interés si quiere evitar que se forme una doble burbuja", bursátil e inmobiliaria, y que "estalle de mala manera".

¿Que hace el Gobierno para evitarlo? Nada. Véase lo que afirmaba el Ministro de Economía Solbes hace pocos días: no hay que temer la subida de tipos porque los españoles son muy sufridores. ¿? Como Don Tancredo delante de un toro. Aquí no pasa nada y todos mirando al tendido.

¡¡¡Inmersión, Inmersión!!!

jueves, diciembre 14, 2006

Burbujazos, Cajas y Profesores

El profesor de la Univ. Pompeu i Fabra, José García-Montalvo decía el otro día que los españoles viven una auténtica fiebre del oro y que la expectativa de más subidas de precios sigue alimentando la burbuja inmobiliaria.
Los españoles se han lanzando a comprar viviendas como los americanos se lanzaron al Oeste a buscar oro en el siglo XIX: dejándolo todo ante el miedo de que si llegaban tarde otro y no ellos se hiciese millonario. "Todos somos especuladores y hemos disparado los precios", sostiene el profesor García-Montalvo. No es el suelo ni los tipos, sino las expectativas las que han disparado el precio de los pisos.
El país se ha llenado de "Poceros". Una gran parte de la compra de pisos se hacen para ganar dinero. García-Montalvo, que acaba de publicar un estudio en la revista de la Fundación de las Cajas de Ahorros titulado "Deconstruyendo la burbuja", concluye que la gente puja por los pisos y no mira cuánto valen realmente, sino cuánto puede pagar por comprar uno, en función de su sueldo y de la cuota de la hipoteca, porque cree que en el futuro los pisos serán mucho más caros.
Pero si la gente empieza a notar que la vivienda baja y cree que los precios bajarán más, no querrá retener un piso porque en el futuro tendría que venderlo más barato. Todos querrían vender al mismo tiempo mientras por el contrario los compradores se frenarían, para poder comprar en el futuro menor precios, con lo que la espiral funcionaría en sentido inverso. La corrección también puede ir más allá de los valores fundamentales y "este efecto pendular puede ser más intenso por el efecto de la inversión": la ausencia de estos compradores bajaría la demanda de pisos y la salida al mercado de sus inmuebles elevaría la oferta.
García-Montalvo rechaza la creencia popular de que los precios de los pisos no bajan nunca. "Bajaron a finales de los setenta y principios de los ochenta, y luego entre los años 1992 y 1994 en ciudades como Madrid y Barcelona, y eso que la subida previa había sido mucho menor y aquello fue apenas una minicrisis".
Visto como va el mercado las continuas advertencias del Banco de España parecen no haber caído en saco roto. Al menos, para las cajas de ahorros, que suponen la mitad del sistema financiero. Contra todo pronóstico, Juan Ramón Quintás, presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), realizó ayer una clara advertencia al sector -que agrupa el 56% de las hipotecas- al explicar que
la oferta de pisos es muy superior a la demanda, por lo que podría haber un fuerte ajuste de precios.
Según sus cálculos, este año se construirán unas 900.000 viviendas, una cifra muy superior a la demanda. Ante esta asimetría, Quintás auguró que "podría llegar un cambio brusco del mercado inmobiliario con las consiguientes repercusiones sobre el empleo y el ritmo de crecimiento español y, muy particularmente, sobre las empresas inmobiliarias". Es la primera vez que, desde un foro de entidades privadas, se advierte de una caída brusca de los precios de la vivienda.
Desde la perspectiva de la demanda, los signos de desaceleración son evidentes: las transacciones de vivienda se moderaron en el primer semestre y se han alargado los periodos de venta de las promociones. Esta tendencia se refleja en los precios que prosiguen la desaceleración iniciada en 2004, con tasas de variación inferiores al 10% en el tercer trimestre de 2006, por primera vez desde 2001. Por el contrario, la oferta registra una aceleración que sigue batiendo récords.
El burbujazo pinchará.

domingo, diciembre 10, 2006

¡¡¡Cuñaoooo!!!




Escalar con mi cuñado Miguel es como la conjunción de los planetas, que ocurre cada muchos años. La primera razón para que esto no suceda a menudo es que Miguel ya no escala, o escala muy poco. La segunda es que nos separan 240 kilometros. Pero este puente se ha animado y nos hemos ido la mañana del sábado a escalar a Olvena, aprovechando que el día ha sido magnífico, contra lo pronosticado por los metereólogos, que una vez más han metido el remo. Sólo llovió un poco el viernes y sirvió para que las últimas nubes que quedaban nos obsequiaran con una puesta de sol fantástica en Graus.
Ha sido difícil seleccionar una entre las muchas fotos que hice de esta puesta de sol. En la otra foto se ve a Miguel iniciando la vía Chomolugma.

miércoles, diciembre 06, 2006

Escalando en el Vermell del Xincarró (Montserrat)


Hacia mucho que no escalaba por esta parte de Montserrat Sur. Ayer martes fuimos (Xavi Díez, Carlos Franco y Vicens) a esta zona de Montserrat. Primero a la Agulla dels Cartutxos (vías 4 y 5) donde tuve que hacer tres intentos para pasar el primer tramo de V+ durillo (y naturalmente pasando de los 6a y 6b). Después nos fuimos al Gerro, una aguja que ninguno de nosotros había escalado aún.
Lo hicimos por la Via África (40 m. V+), recientemente (Desembre 2005) equipada por J. Moragas i Francesc Garcia. En realidad es más o menos la antigua vía Aresta Bruchs. La primera ascensión fue efectuada por la famosa cordada Joan Nubiola y Josep Mª Torras i Hostench el 3 de junio de 195, pero saliendo del asa de la jarra (vía normal), lo cual evitaba el V+ del inicio de la aresta Bruchs.
Esta aguja se encuentra por debajo de los Pallers y la aproximación es la misma que para el Vermell del Xincarró. Situados en la Agulla del Cartutxos, el Gerro queda un poco más a la izquierda y en un momento se llega a pie de vía.
El nombre de Gerro (Jarra) es muy apropiado ya que la roca, en la parte superior, forma un puente de roca creando así una auténtica asa de roca y adquiriendo así la aguja forma de jarra.
El primer V+ cerca del suelo es un tramo de decisión. Hay muy poca cosa. El V+ de arriba lo resolví bien, pero mirándomelo mucho. Voy a necesitar un año para recuperar lo que he perdido durante el 2006. Un año nefasto.

Sol del bueno todo el día y escalando de nuevo en manga corta ¡en Diciembre! Pero parecer ser que esto va a cambiar y vienen dos frentes. Descanso obligado que a mis biceps les vendrá muy bien.

sábado, diciembre 02, 2006

La ONU y el mercado inmobiliario español

Lo que ocurre en España con la vivienda es de tal calibre que la ONU ha enviado un inspector (Miloon Kothari). Finalizada su visita ha emitido un informe en el que explica que un 25% de la población ya no puede acceder a una casa digna. ¿Cómo puede ocurrir esto precisamente en el país que más ha construido de Europa en los últimos años y donde las viviendas vacías ascienden a tres millones?
Pues muy sencillo. El informe habla de corrupción extrema y generalizada y especulación desenfrenada.
Marbella es sólo la punta del iceberg, dice Kothari, quién reparte responsabilidades entre Gobierno, Autonomías, Ayuntamientos, pero especialmente el origen del problema esta en los promotores (aunque el informe parece ser que no dice nada de quién los financia).
El tema no es sostenible ni desde el punto de vista económico ni de derechos humanos. El 150% de aumento en los precios acumulado desde 1998 da idea del punto alcanzado.
A los que tanto les gusta defender el "mercado" tienen aquí un claro ejemplo de mal funcionamiento: ¿cómo pueden subir los precios con un aumento creciente y desenfrenado de la oferta, si no es a través de un mercado controlado?
Lo que decía hace poco: cuando aparezca la cerilla…

Pintan bastos

Hace poco escribía sobre la esquizofrenia económica existente. ¿Estamos a las puertas de una recesión? El dilema persiste.
Krugman escribe en el NYT del viernes (Economic Storm Signals) que hay señales de tormenta económica. En primer lugar, cuando hay confusión y los economistas tienen razones para pensar que el viento sopla en diferentes direcciones, es que se está en un punto de giro. En estos momentos tanto los pesimistas como los optimistas tienen datos para apoyar sus puntos de vista.
La última vez que paso esto fue en el 2001 y la mayoría de conomistas no acertaron a ver que venía una pequeña recesión.
Las razones están claras: el boom inmobiliario alimentó la bonanza económica de los últimos años, alargando el ciclo. Y se ha acabado. Ya no hay más burbujas, aunque por estos lares están llevando la bolsa a niveles de vértigo y vistos los precios alcanzados, hay entidades, como La Caixa, que no dudan en poner toda su cartera a la venta. Hay que realizar los beneficios.¡Es el momento!
Los optimistas (Alan Greenspan es uno de ellos) dicen sin embargo que el aterrizaje será suave. ¿A quién creemos?
Sin embargo hay un dato que hasta la fecha no ha fallado como predictor y que está avisando, no sólo que viene una recesión, sino que es seria.
Si hacemos caso a los Bonos USA, cuyos tipos de interés a largo vienen cayendo sin parar y dan menos interés que los bonos a corto (curva de tipos invertida), la llegada de la recesión está clara. Las cuatro veces que se ha producido anteriormente este hecho, posterior e invariablemente ha habido recesión. Los compradores de bonos, pues, apuestan claramente por la recesión.
Otros indicadores dicen lo mismo. La caída de ventas de automóviles siempre ha sido un predictor infalible. Y han caído un 2 %. Hasta la fecha es un dato que tampoco ha fallado nunca. Y otro dato: Wal-Mart, aunque parezca increíble ¡no ha aumentado ventas el mes pasado!
Fruto de todo esto es la caída del dólar que habiendo roto el soporte del 1,30 $/€ hace pocos días ahora ya está en 1,33 y como mínimo se irá a 1,35. Muy previsible como ya había comentado en anteriores posts.
Seguiremos el espectáculo. Es gratuito.
 
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