Difícil que iguale al Aneto, la cumbre que más veces he subido, que son siete.
El plan no era precisamente volver a pisar esta cumbre de nuevo, ascendida por primera vez, en condiciones invernales, un 25 de abril de 1984, en solitario (aunque iba con José Mª Terradas, quien se desinfló a mitad de camino), pero acompañado al final por un grupo de vascos a los que me uní. Repetí aquel mismo año en verano. José Luis Estrada y Cecilia Bardají querían hollar la segunda cumbre del Pirineo. Pasaron unos cuantos años y tenía muchas ganas de volver a repetir, pero haciendo toda la cresta desde el Pavots, pasando por el Espadas, la Tuqueta Roya y la Tuca de Llardaneta (lo que supone escalar un poco). Así lo hice con mi primo Alberto Alós el 20 de setiembre de 1992. Dieciocho años después (¡casi nada!) he vuelto de nuevo, al inicio de la temporada estival.
El objetivo era más bien subir los Picos de la Paúl o el Diente de Llardana, pero el día apareció con muy mala pinta y mientras subíamos algunas gotas nos bendecían de vez en cuando y cortinas de agua se veían pasar por el Turbón y Cerler. Increíble que acabáramos al final del día totalmente secos y hasta con algo de solete por la tarde.
Como había hecho amistad con una pareja catalana de jóvenes muy majos, compañeros de cena la noche anterior, Carme y Oriol, iba espléndidamente acompañado y la meteo y la pereza de aislarme me fueron llevando en dirección al Posets. Quedaba la opción de hacer el Diente de Llardana, pero no me gustaba en absoluto la idea de encontrarme todo mojado en su nada fácil descenso. Así que me encontré de nuevo en la cumbre del Posets, con fuerte viento y todo nublado, pero con nube alta, por lo que teníamos visibilidad. A pesar de que hacía rasca, la temperatura era muy soportable y es que en plena canícula ni en el Posets hace frío.
Llevamos buen ritmo, ya que me precedía una buena liebre (Carme es corredora de maratones) y fuimos de los primeros en llegar, antes de que lo hiciesen las masas (30 o 40 personas) menos abundantes que en el Aneto, pero para ser un viernes no estaba nada mal. La voluntad y la persistencia son claves en días así. Algunos se dieron la vuelta y erraron en la decisión.
Una gozada volver a ver todo el entorno del Posets con las cumbres de casi todos los grandes picos visibles ascendidos después de tantos años bregando. Por algo llevo ya 122 tres miles visitados y alguno en más de una ocasión.
Sorprendente fue encontrar a Víctor en el refugio, donde se encuentra desde hace tres semanas trabajando para arreglarlo, ya que en mayo hubo un temporal de nieve que lo averió. Víctor fue el primer guarda del refugio de Estós cuando lo hicieron nuevo (ya no recuerdo el año, pero probablemente fue en 1986, ya que ese año hice los Clarabide-Gías y en las fotos aún aparecen andamios). Como Víctor vive en Graus nos vemos muy de vez en cuando. Nos quedamos charlando hasta las once de la noche, cuando ya todos dormían como troncos. Me explicó muchísimas cosas de los refugios y de sus guardas y es que los de la comarca los conoce muy bien, así como el tema de las obras hidroeléctricas en lagos de montaña.
Esta ha sido mi primera visita al refugio después de su mega ampliación. Nada que ver con aquel pequeño refugio encantador (que ahora se ha convertido más o menos en el comedor), que vi construir (sus primeros guardas fueron los hermanos Bielsa, Javier y Gerardo), ya que cuando hice mi primera excursión por estos territorios lo único que había era una preciosa cabaña de pastores hecha con piedras, como si fuese un iglú. Aún es posible verla, un poco más arriba del refugio, pero ya sin techo. Una pena.
Esta ascensión me ha servido de referencia en cuanto a mi forma física ya que puedo comparar con las tres precedentes y el resultado del examen ha sido excelente, teniendo en cuenta los años que tengo. Bastaron que cayeran cuatro gotas mientras subía al Forcau, para acelerar el paso y registrar el mejor tiempo de ascensión hasta la fecha. Claro que cada vez el camino es más ancho y está más pisado. Nada que ver con el original, que casi se perdía en algunos tramos. Y el Posets lo hicimos casi en tres horas y media, paradas incluidas, que fueron varias, tanto para comer, como para sacar los impermeables. Y de la cumbre del Posets bajé de un tirón (con pequeña parada para pagar en el refu) hasta el coche en Espigantosa: unos 1.700 metros de bajada, las rodillas perfectas y nada cansado. Mejor imposible.
Mucha nieve, como ya esperaba. Toda la subida del Forau de la Neu (Canal Fonda) estaba bien cubierta de nieve. No hicieron falta los crampones.
Ascensión efectuada el 8-9 de julio de 2010, con Carme y Oriol.
(Carme, dame tu mail, que te enviaré fotos)
Fotos:
Arriba. En la cumbre con mis colegas.
Abajo:
1) Llegando al Refugio del Forcau. Pueden observarse como tres edificios. Uno grande a la izquierda y dos pequeños a la derecha. De los dos de la derecha el izquierdo (el más próximo a la cámara) es el refugio original. nada que ver.
2) Desde el Forcau (para mí es el refugio del Forcau y no el Angel Orús) se ven las cumbres que subí en Setiembre del año pasado: la Pala Laulo y la Tuca del Forau de Ixeia.
3) Se agradece que hayan hecho un puente para cruzar el torrente que baja del Ibón de Llardaneta. En los momentos de deshielo, como en un día así, puede realmente ser difícil cruzarlo.
4) Mis colegas al inicio de la pala del Forau de la Neu (Canal Fonda).
5) Iniciando la subida de esa pala. Como puede verse ya me he puesto toda la ropa impermeable encima.
6) La pala vista desde lo alto
7) Colladito perfecto para el pica-pica, bajo el Diente de Llardana.
8) Subiendo ya hacia la cresta final. Al fondo se ve la cresta Espadas-Posets. Esto antes era un glaciar. Es la nieve que se ve al fondo cuando se sale por carretera desde Graus.
9) Mis colegas un poquito más arriba.
10) Ya hemos superado ampliamente los 3.000 metros, ya que el Diente de Llardana lo tenemos muy abajo.
11 y 12) ¡Cumbre! En la segunda foto puede verse detrás, al fondo, La Maladeta.
13) La cresta Espadas-Posets. ¡Aún hay abundante nieve en algunos tramos de la cresta!
14) Parte superior de la cresta que lleva a la cumbre. Se ve muy bien la zona de los Eristes-Forqueta y al fondo el Turbón.
15) Los tres Eristes con el Comajuana a su izquierda. Al fondo el inmenso Cotiella. Foto con zoom.
16) En la cumbre, con el Espadas detrás. Los picos nevados muy al fondo son las cumbres de Monte Perdido. Los nevados más próximos son la Suelza y la Fulsa (Ordiceto-Plan).
17) Vista de la zona del Perdiguero-Seil de la Bacquo-Crabioules. Más próximos, bajo el Posets, los picos de la Paul.
18) La zona de Batisielles-Perrámo y de los lagos próximos al Bardamina.
19) El refugio desde la ruta que lleva al Posets.
20) ¡Sorpresa! Adheridos al crsital de una puerta en el comedor del refugio dos pegatinas de nuestra querida Agrupación (AEC). Una celebrando nuestro 75 aniversario (en 1987) y otra de la expedición al Cho-Oyu en 1990.
21) Panorama de unos 220 grados, mirando hacia el Sur, aunque las cumbres a este y oeste del Posets quedan bien reflejadas.
El plan no era precisamente volver a pisar esta cumbre de nuevo, ascendida por primera vez, en condiciones invernales, un 25 de abril de 1984, en solitario (aunque iba con José Mª Terradas, quien se desinfló a mitad de camino), pero acompañado al final por un grupo de vascos a los que me uní. Repetí aquel mismo año en verano. José Luis Estrada y Cecilia Bardají querían hollar la segunda cumbre del Pirineo. Pasaron unos cuantos años y tenía muchas ganas de volver a repetir, pero haciendo toda la cresta desde el Pavots, pasando por el Espadas, la Tuqueta Roya y la Tuca de Llardaneta (lo que supone escalar un poco). Así lo hice con mi primo Alberto Alós el 20 de setiembre de 1992. Dieciocho años después (¡casi nada!) he vuelto de nuevo, al inicio de la temporada estival.
El objetivo era más bien subir los Picos de la Paúl o el Diente de Llardana, pero el día apareció con muy mala pinta y mientras subíamos algunas gotas nos bendecían de vez en cuando y cortinas de agua se veían pasar por el Turbón y Cerler. Increíble que acabáramos al final del día totalmente secos y hasta con algo de solete por la tarde.
Como había hecho amistad con una pareja catalana de jóvenes muy majos, compañeros de cena la noche anterior, Carme y Oriol, iba espléndidamente acompañado y la meteo y la pereza de aislarme me fueron llevando en dirección al Posets. Quedaba la opción de hacer el Diente de Llardana, pero no me gustaba en absoluto la idea de encontrarme todo mojado en su nada fácil descenso. Así que me encontré de nuevo en la cumbre del Posets, con fuerte viento y todo nublado, pero con nube alta, por lo que teníamos visibilidad. A pesar de que hacía rasca, la temperatura era muy soportable y es que en plena canícula ni en el Posets hace frío.
Llevamos buen ritmo, ya que me precedía una buena liebre (Carme es corredora de maratones) y fuimos de los primeros en llegar, antes de que lo hiciesen las masas (30 o 40 personas) menos abundantes que en el Aneto, pero para ser un viernes no estaba nada mal. La voluntad y la persistencia son claves en días así. Algunos se dieron la vuelta y erraron en la decisión.
Una gozada volver a ver todo el entorno del Posets con las cumbres de casi todos los grandes picos visibles ascendidos después de tantos años bregando. Por algo llevo ya 122 tres miles visitados y alguno en más de una ocasión.
Sorprendente fue encontrar a Víctor en el refugio, donde se encuentra desde hace tres semanas trabajando para arreglarlo, ya que en mayo hubo un temporal de nieve que lo averió. Víctor fue el primer guarda del refugio de Estós cuando lo hicieron nuevo (ya no recuerdo el año, pero probablemente fue en 1986, ya que ese año hice los Clarabide-Gías y en las fotos aún aparecen andamios). Como Víctor vive en Graus nos vemos muy de vez en cuando. Nos quedamos charlando hasta las once de la noche, cuando ya todos dormían como troncos. Me explicó muchísimas cosas de los refugios y de sus guardas y es que los de la comarca los conoce muy bien, así como el tema de las obras hidroeléctricas en lagos de montaña.
Esta ha sido mi primera visita al refugio después de su mega ampliación. Nada que ver con aquel pequeño refugio encantador (que ahora se ha convertido más o menos en el comedor), que vi construir (sus primeros guardas fueron los hermanos Bielsa, Javier y Gerardo), ya que cuando hice mi primera excursión por estos territorios lo único que había era una preciosa cabaña de pastores hecha con piedras, como si fuese un iglú. Aún es posible verla, un poco más arriba del refugio, pero ya sin techo. Una pena.
Esta ascensión me ha servido de referencia en cuanto a mi forma física ya que puedo comparar con las tres precedentes y el resultado del examen ha sido excelente, teniendo en cuenta los años que tengo. Bastaron que cayeran cuatro gotas mientras subía al Forcau, para acelerar el paso y registrar el mejor tiempo de ascensión hasta la fecha. Claro que cada vez el camino es más ancho y está más pisado. Nada que ver con el original, que casi se perdía en algunos tramos. Y el Posets lo hicimos casi en tres horas y media, paradas incluidas, que fueron varias, tanto para comer, como para sacar los impermeables. Y de la cumbre del Posets bajé de un tirón (con pequeña parada para pagar en el refu) hasta el coche en Espigantosa: unos 1.700 metros de bajada, las rodillas perfectas y nada cansado. Mejor imposible.
Mucha nieve, como ya esperaba. Toda la subida del Forau de la Neu (Canal Fonda) estaba bien cubierta de nieve. No hicieron falta los crampones.
Ascensión efectuada el 8-9 de julio de 2010, con Carme y Oriol.
(Carme, dame tu mail, que te enviaré fotos)
Fotos:
Arriba. En la cumbre con mis colegas.
Abajo:
1) Llegando al Refugio del Forcau. Pueden observarse como tres edificios. Uno grande a la izquierda y dos pequeños a la derecha. De los dos de la derecha el izquierdo (el más próximo a la cámara) es el refugio original. nada que ver.
2) Desde el Forcau (para mí es el refugio del Forcau y no el Angel Orús) se ven las cumbres que subí en Setiembre del año pasado: la Pala Laulo y la Tuca del Forau de Ixeia.
3) Se agradece que hayan hecho un puente para cruzar el torrente que baja del Ibón de Llardaneta. En los momentos de deshielo, como en un día así, puede realmente ser difícil cruzarlo.
4) Mis colegas al inicio de la pala del Forau de la Neu (Canal Fonda).
5) Iniciando la subida de esa pala. Como puede verse ya me he puesto toda la ropa impermeable encima.
6) La pala vista desde lo alto
7) Colladito perfecto para el pica-pica, bajo el Diente de Llardana.
8) Subiendo ya hacia la cresta final. Al fondo se ve la cresta Espadas-Posets. Esto antes era un glaciar. Es la nieve que se ve al fondo cuando se sale por carretera desde Graus.
9) Mis colegas un poquito más arriba.
10) Ya hemos superado ampliamente los 3.000 metros, ya que el Diente de Llardana lo tenemos muy abajo.
11 y 12) ¡Cumbre! En la segunda foto puede verse detrás, al fondo, La Maladeta.
13) La cresta Espadas-Posets. ¡Aún hay abundante nieve en algunos tramos de la cresta!
14) Parte superior de la cresta que lleva a la cumbre. Se ve muy bien la zona de los Eristes-Forqueta y al fondo el Turbón.
15) Los tres Eristes con el Comajuana a su izquierda. Al fondo el inmenso Cotiella. Foto con zoom.
16) En la cumbre, con el Espadas detrás. Los picos nevados muy al fondo son las cumbres de Monte Perdido. Los nevados más próximos son la Suelza y la Fulsa (Ordiceto-Plan).
17) Vista de la zona del Perdiguero-Seil de la Bacquo-Crabioules. Más próximos, bajo el Posets, los picos de la Paul.
18) La zona de Batisielles-Perrámo y de los lagos próximos al Bardamina.
19) El refugio desde la ruta que lleva al Posets.
20) ¡Sorpresa! Adheridos al crsital de una puerta en el comedor del refugio dos pegatinas de nuestra querida Agrupación (AEC). Una celebrando nuestro 75 aniversario (en 1987) y otra de la expedición al Cho-Oyu en 1990.
21) Panorama de unos 220 grados, mirando hacia el Sur, aunque las cumbres a este y oeste del Posets quedan bien reflejadas.
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