A pesar de los muchos tresmiles que llevo ascendidos, no es el criterio de la altura, ni el coleccionarlos, el que me ha movido a subirlos. Hay muchísimas cumbres en el Pirineo que no llegan a esa altura y que ganan en belleza a cimas más altas.
Y hay escaladas en cumbres no muy altas (véase el Naranjo), que no las cambio por otras cumbres más elevadas. Moverse por criterios de altura creo que es un error.
En la zona del Parque Nacional de Aigües Tortes y Lago de Sant Maurici, y en su zona periférica, abundan esas montañas. Ejemplos son Peguera, Gran Tuc de Colomers, Montardo, Subenuix, etc. La lista es larguísima.
Si Méchain y Delambre cuando midieron el meridiano terrestre para fijar un estándar de medida, o sea el metro, (trabajo que les llevó inicialmente desde el año 1791 al año 1799), hubieran dividido la cifra que midieron por otra cifra superior (usaron la diezmillonésima parte del cuadrante de un meridiano terrestre), habríamos tenido un metro más corto y muchas cumbres más en el Pirineo habrían pasado a la categoría de “tresmil” y estarían seguramente muy frecuentadas. Cosas del consumo.
Por suerte se pueden visitar aún muchas de estas cumbres disfrutando de la soledad y el silencio, muy lejos de lo que ocurre en otras muchas que se han masificado. Como los planes de vacaciones han cambiado radicalmente al lesionarse Xavi, hemos tenido que archivar para mejor ocasión la nueva visita a Dolomitas y lo que toca este verano es Pirineo. Por lo tanto lo que estoy tratando de adquirir es fondo y ver si mis rodillas aguantan.
La salida ha sido de nuevo con Laura Pujol. Nos llevamos muy bien y nuestros ritmos no difieren mucho. Tenemos la posibilidad de hacer muchas ascensiones juntos. Y esta vez hicimos una buena elección ya que el Subenuix nos ha gustado un montón.
Y es que el acceso desde Estany Gento es un placer de Dioses, recorriendo estos enormes grandes lagos (que en estos momentos están llenos al 100%) que jalonan el recorrido. El sábado por la tarde nos llegamos hasta justo debajo del Coll de los Gavatxos, para el Domingo a primera hora hacer la ascensión, ya que la meteo daba probables tormentas en el Pirineo.
Total, que al día siguiente estábamos en una hora y cuarenta minutos en la cumbre. Hacía mucho que no aparecía tan pronto por una cima y es que eran las 8.40 cuando la pisamos (no nos dio el sol hasta que sacamos la cabeza por la cumbre). Creo que una sola vez he hecho cumbre tan temprano. Fue en el Pavots, el día que hice la travesía Espadas-Posets.
Pensaba que la larga cresta desde el Coll de los Gavatxos sería más laboriosa, pero acabó siendo más fácil de lo que imaginaba. Ya tengo aprendido que nunca hay que hacer caso de lo que ves desde abajo. Cuando te metes puede cambiar radicalmente.
El Subenuix solo tiene un pequeño torreón de granito al final, que le da un toque aéreo a la cumbre y que obliga a utilizar un poco las manos para superarlo. La cumbre es así una atalaya sobre un horizonte lleno de lagos. Difícil es encontrar una cima con tanto lago a la vista.
Mientras nos comíamos unas barritas en la cumbre procedimos a identificar un poco el horizonte a medida que íbamos haciendo fotos. A pesar de que había ya bastantes nubes la visibilidad era buena y el Subenuix no se tapó en ningún momento, cosa que no le ocurrió a otras cimas, permitiéndonos disfrutar de una excelente jornada.
Ahora ya hay que planear qué haremos en Agosto.
Datos:
Ascensión efectuada el 26 y 27 de Julio del 2008 (el 26 era mi santo).
Distancia recorida 18,5 Km. Desnivel de subida: 900 m. aprox. (hay muchos sifones) y de bajada 1.300 m.
Fotos (clicando encima se ven a mayor tamaño):
La de arriba es en la parte alta de la larga cresta. Se ve abajo el Coll de Gavatxos. A destacar en el fondo la sombra de la cumbre que estamos ascendiendo.
Abajo.
La primera es del teleférico, propiedad de la compañía hidroeléctrica, del lago de Sallente.
Las seis siguientes son del recorrido por los diferentes lagos hasta llegar bajo el Coll de Gavatxos.
Sigue una foto del bivac y otra ya del amanecer.
A continuación subiendo al coll y en el coll (se ve la larga cresta que nos espera) a una altura de 2.666 m.
Los lagos de la otra vertiente: Estanys dels Gavatxos y de la vertiente por donde hemos subido.
Sigue una, muy bonita, de Laura en la parte alta de la cresta. También se ve la sombra del Subenuix proyectada detrás. Siguen fotos de cumbre con las diferentes vertientes. Se ve el Portarró, el Gran Tuc de Colomers y también otra del Peguera.
Sigue una ya descendiendo la cresta llegando al Coll de los Gavatxos (se nota que bajamos porque vamos abrigados).
Después ya en el camino de regreso, bordeando el Estany de Castiesso (se ve al fondo el Coll de Gavatxos y la cresta hasta la cumbre) y Laura caminando por encima de una de las pequeñas presas del Estany Tort, uno de los más grandes del Pirineo.
Luego ya en Estany Gento (muy bajo de nivel) y en la terraza del hotel que nunca lo será (Laura sacándose el mono del cigarro y poniéndose un Compeed en el talón para arreglar los desmanes causados por botas nuevas).
Las últimas son del encantador y agradable descenso hasta Sallente.
Y hay escaladas en cumbres no muy altas (véase el Naranjo), que no las cambio por otras cumbres más elevadas. Moverse por criterios de altura creo que es un error.
En la zona del Parque Nacional de Aigües Tortes y Lago de Sant Maurici, y en su zona periférica, abundan esas montañas. Ejemplos son Peguera, Gran Tuc de Colomers, Montardo, Subenuix, etc. La lista es larguísima.
Si Méchain y Delambre cuando midieron el meridiano terrestre para fijar un estándar de medida, o sea el metro, (trabajo que les llevó inicialmente desde el año 1791 al año 1799), hubieran dividido la cifra que midieron por otra cifra superior (usaron la diezmillonésima parte del cuadrante de un meridiano terrestre), habríamos tenido un metro más corto y muchas cumbres más en el Pirineo habrían pasado a la categoría de “tresmil” y estarían seguramente muy frecuentadas. Cosas del consumo.
Por suerte se pueden visitar aún muchas de estas cumbres disfrutando de la soledad y el silencio, muy lejos de lo que ocurre en otras muchas que se han masificado. Como los planes de vacaciones han cambiado radicalmente al lesionarse Xavi, hemos tenido que archivar para mejor ocasión la nueva visita a Dolomitas y lo que toca este verano es Pirineo. Por lo tanto lo que estoy tratando de adquirir es fondo y ver si mis rodillas aguantan.
La salida ha sido de nuevo con Laura Pujol. Nos llevamos muy bien y nuestros ritmos no difieren mucho. Tenemos la posibilidad de hacer muchas ascensiones juntos. Y esta vez hicimos una buena elección ya que el Subenuix nos ha gustado un montón.
Y es que el acceso desde Estany Gento es un placer de Dioses, recorriendo estos enormes grandes lagos (que en estos momentos están llenos al 100%) que jalonan el recorrido. El sábado por la tarde nos llegamos hasta justo debajo del Coll de los Gavatxos, para el Domingo a primera hora hacer la ascensión, ya que la meteo daba probables tormentas en el Pirineo.
Total, que al día siguiente estábamos en una hora y cuarenta minutos en la cumbre. Hacía mucho que no aparecía tan pronto por una cima y es que eran las 8.40 cuando la pisamos (no nos dio el sol hasta que sacamos la cabeza por la cumbre). Creo que una sola vez he hecho cumbre tan temprano. Fue en el Pavots, el día que hice la travesía Espadas-Posets.
Pensaba que la larga cresta desde el Coll de los Gavatxos sería más laboriosa, pero acabó siendo más fácil de lo que imaginaba. Ya tengo aprendido que nunca hay que hacer caso de lo que ves desde abajo. Cuando te metes puede cambiar radicalmente.
El Subenuix solo tiene un pequeño torreón de granito al final, que le da un toque aéreo a la cumbre y que obliga a utilizar un poco las manos para superarlo. La cumbre es así una atalaya sobre un horizonte lleno de lagos. Difícil es encontrar una cima con tanto lago a la vista.
Mientras nos comíamos unas barritas en la cumbre procedimos a identificar un poco el horizonte a medida que íbamos haciendo fotos. A pesar de que había ya bastantes nubes la visibilidad era buena y el Subenuix no se tapó en ningún momento, cosa que no le ocurrió a otras cimas, permitiéndonos disfrutar de una excelente jornada.
Ahora ya hay que planear qué haremos en Agosto.
Datos:
Ascensión efectuada el 26 y 27 de Julio del 2008 (el 26 era mi santo).
Distancia recorida 18,5 Km. Desnivel de subida: 900 m. aprox. (hay muchos sifones) y de bajada 1.300 m.
Fotos (clicando encima se ven a mayor tamaño):
La de arriba es en la parte alta de la larga cresta. Se ve abajo el Coll de Gavatxos. A destacar en el fondo la sombra de la cumbre que estamos ascendiendo.
Abajo.
La primera es del teleférico, propiedad de la compañía hidroeléctrica, del lago de Sallente.
Las seis siguientes son del recorrido por los diferentes lagos hasta llegar bajo el Coll de Gavatxos.
Sigue una foto del bivac y otra ya del amanecer.
A continuación subiendo al coll y en el coll (se ve la larga cresta que nos espera) a una altura de 2.666 m.
Los lagos de la otra vertiente: Estanys dels Gavatxos y de la vertiente por donde hemos subido.
Sigue una, muy bonita, de Laura en la parte alta de la cresta. También se ve la sombra del Subenuix proyectada detrás. Siguen fotos de cumbre con las diferentes vertientes. Se ve el Portarró, el Gran Tuc de Colomers y también otra del Peguera.
Sigue una ya descendiendo la cresta llegando al Coll de los Gavatxos (se nota que bajamos porque vamos abrigados).
Después ya en el camino de regreso, bordeando el Estany de Castiesso (se ve al fondo el Coll de Gavatxos y la cresta hasta la cumbre) y Laura caminando por encima de una de las pequeñas presas del Estany Tort, uno de los más grandes del Pirineo.
Luego ya en Estany Gento (muy bajo de nivel) y en la terraza del hotel que nunca lo será (Laura sacándose el mono del cigarro y poniéndose un Compeed en el talón para arreglar los desmanes causados por botas nuevas).
Las últimas son del encantador y agradable descenso hasta Sallente.
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