lunes, septiembre 29, 2008

Penyes Altes del Moixeró




¿En que punto se unen las tres provincias de Barcelona, Lleida y Girona?
Pues en el Moixeró, exactamente en su punto más alto que se denomina Les Penyes Altes del Moixeró (2.279 m., 2.283 en GPS). Toda la zona sur es provincia de Barcelona y hacia el Norte la cumbre separa Lleida (izquierda) de Girona (derecha).
El Moixeró es un pequeño macizo, de hecho una cresta alargada, que va de las montañas de La Molina hasta cerca del Cadí. Por lo tanto queda al sur de la Cerdanya.
Hasta hace no muchos años era una pared-frontón que cerraba toda comunicación con el Norte. Un cul-de-sac paradisíaco, lo que convertía a esta zona en un espacio de tranquilidad.
Pero se hizo el túnel del Cadí (muy mal denominado, ya que el Cadí queda lejos del túnel y se debería llamar el túnel del Moixeró o el túnel de la Cerdanya) y se acabó la paz.
El Moixeró, junto con el Cadí están algo protegidos gracias a que en 1983 la Generalitat de Catalunya constituyó el
Parc Natural del Cadí-Moixeró.
Si bien he cruzado en innumerables ocasiones el túnel, nunca había puesto mis pies en esta zona (en el Cadí y La Molina sí) y por lo tanto era ineludible la ascensión de esta cumbre.
A primera vista su modesta altura hacía pensar que la ascensión sería cómoda. Nada de eso. Se parte de la carretera (Pont de Sant Nazari, 1.006 m.) que va del pueblo de Bagá al Coll de Pal (La Molina) por debajo del pueblecito de Gréixer. Por lo tanto casi 1.300 m. de desnivel, equivalentes a los que se hacen por ejemplo subiendo al Aneto desde La Renclusa.
El recorrido es duro, ya que la distancia total es de 6,6 Km. hasta la cumbre y 1.000 m. de desnivel se hacen en los 5,5 primeros Kms. Por lo tanto y en total 13,2 Km.
Pero el sitio es maravilloso, ya que orientada toda la zona hacia el sur y protegida de los vientos del norte, el microclima que tiene permite una variedad de bosque inigualable: en la parte baja chopos, sauces, saúcos, cerezos, algún nogal, manzanos y arces. Por arriba pino rojo, roble, acebos y muchos más.
Laura Pujol me ha acompañado nuevamente a pesar de que se veía venir que la subida sería exigente (argumento de convicción: el esfuerzo era inferior al hecho en la Punta Escuzana en Ordesa en Agosto).
Día espléndido, aunque ya la temperatura era otoñal. Un placentero recorrido por un bosque precioso e inmenso, solo estropeado porque ya ha comenzado la temporada de caza y los cazadores y sus perros (que de vez en cuando nos venían a ver, o mejor dicho a oler) se oían muy cerca. Tocaba silbar de vez en cuando. Menos mal que iba vestido con una camiseta blanca.
Una fuerte subida con innumerables pequeñas lazadas y un suelo tapizado de hojas (Canal de la Serp) finaliza a los pies del muro cimero de roca calcárea que soporta la cumbre, pero que la hace inaccesible por el centro de esta vertiente sur. El camino ha de flanquear a la izquierda, hacia el oeste para ir a buscar una zona donde el cambio es radical, ya que se alcanzan en pocos metros prados y bosque alpino. Aquí entra ya el aire del norte y se alcanza finalmente la amplia y verde cresta (caballos, vacas y un perro que las vigila) desde donde se contempla ya un panorama amplísimo de la Cerdanya.
Se gira hacia el este y ya en suave recorrido por una cresta, que como no es muy alta (2.000 m.) tiene bosque. Aún 1,1 Km. y unos pequeños escollos rocosos y por fin llegamos a la cumbre, que alcanzamos con el perro pastor, que se las prometía muy felices porque ya sabía que en la cumbre íbamos a recuperar fuerzas y algo le caería al pobre.
Unas pequeñas nubes, que se formaban en todos los picos altos que veíamos, nos protegían del sol y así no llegaba a molestar, que en esta época aún calienta.
Fotos en la cumbre (con banderitas tibetanas) y descanso que nos lo merecíamos. No había prisa, ya que era mediodía.
Vista estupenda: Rasos de Peguera, Pedraforca, Cadí, la Cerdanya al completo (y mira que es larga) con Puigcerdá y Font Romeu como pueblos más grandes, todas las montañas al norte de la Cerdanya bien visibles (Tosa Plana, Puigpedrós y el Pic Negra d’Envalira, que subimos este verano), el Carlit y al oeste La Tosa d’Alp y el Puigllançada. A los pies se ve la carretera que sale del túnel. La vista hacia el Sur, difusa, con mucho sol, no nos permitió identificar nada.
Descenso sin problemas y paradita al final en el precioso pueblo de Gréixer, ya que tiene una preciosa y pequeña iglesia románica, (Sant Andreu de Gréixer, que está documentada en 871. Es de nave única y la cubierta es de bóveda de medio punto. El ábside tiene cubierta de bóveda de cuarto de esfera. La iglesia formó parte de las posesiones del monasterio de Ripoll) donde descansamos y comimos a su sombra. Cuando este pueblo no tenía la autovía (los coches se oyen mucho) debía ser el sitio más idílico del mundo. Casi demasiado.

Tiempo empleado en la ascensión: de 8.50 a 12.15 h. subida (con breves paradas para repostar). Bajada de 12.50 a 15.50 h.
Ascensión efectuada el domingo 28.9.2008.

Fotos: Arriba, Laura llegando a la cumbre.
Abajo. Vista de Gréixer, subiendo por la pista, con las Penyes Altes detrás.
Después llegando a los muros finales (podéis ver que hay un arco de roca), donde empieza el flanqueo que lleva al collado. Las dos fotos siguientes son subiendo al collado y llegando a él. Pradera alpina.
Siguen fotos desde la cumbre. En la primera se ve el collado, con el Pedra al fondo y a la derecha el Cadí. En las dos siguientes Laura con la Cerdanya al fondo. Después en la cumbre con el perro pastor. Y finalmente en la cumbre con las banderitas tibetanas.
Siguen cuatro fotos del pueblo de Gréixer y tres de flora y fauna. La última de las tres corresponde a una especie de hongo que vimos en un árbol caído. Mide un poco más de un palmo y en mi vida había visto algo similar. Si alguién sabe decirme que es se lo agradeceré.
Y para finalizar el mapa 3D con el recorrido en colores grabado por mi GPS. El recorrido en naranja-rojo es la cresta. El verde-amarillo es la canal de Serp y el flanqueo. Puede comprobarse que lo grabado por el GPS casi no coincide con el camino que indica el mapa de Alpina. Una crítica de siempre, que los caminos no estaban bien reflejados, que ahora se comprueba fehacientemente.

Recuerdo que clicando encima de las fotos se pueden ver mejor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El hongo se utilizaba una vez seco como "Yesca" con un "chisquero" para hacer fuego en el monte

http://es.wikipedia.org/wiki/Yesca

Material muy seco, comúnmente de trapo quemado, cardo u hongos secos, y preparada de suerte que cualquier chispa prenda fuego en ella. En la antigüedad se utilizaron para esta función los llamados hongos yesqueros: entre ellos destaca Ungulina fomentaria Patouillard, (antes llamada Fomes fomentarius), hongo de gran tamaño (20-40 cm.), con forma de casco de caballo, que presenta por debajo una esponja porora productora de las esporas y que crece sobre el tronco de diversoles árboles, normalmente enfermos. También se emplearon para el mismo fin otras especies del mismo género como Ungulina officinalis, U. marginata o U. annosa.

=:-))

 
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