El lunes, ya pasada la medianoche, o sea en la madrugada del martes, escribí sobre el llamativo cambio dólar/euro que mostraban a esa hora los mercados asiáticos. El cambio de 1,40 $/€ ha venido cruzandose a lo largo de toda esta semana, pero sin romper ese nivel, de momento.
Escribía que probablemente la necesidad de repatriar las enormes inversiones de los japoneses en EE.UU., podían estar devaluando esta moneda, al aumentar sus ventas (los japoneses podrían necesitar vender sus inversiones en dólares para obtener yenes con los que arreglar los desperfectos del terremoto).
Escrito esto el martes aparecía el secretario del Tesoro estadounidense, Tim Geithner, afirmando que los inversores japoneses no desharán sus posiciones en dólares. ¿Un intento de conjuro? ¿O un declaración producto del miedo tremendo que lleva en el cuerpo este señor?
Hoy precisamente, William Pesek, (el mismo que ayer nos explicaba en Bloomberg los errores recientes de las eléctricas japonesas en sus nucleares) escribe sobre el tema, describiendo y avisando de lo que podría ser otro cisne negro.
Fue el multimillonario Warren Buffet quien acuño el dicho de que "cuando pasa la ola se descubre si estaba uno en pelotas". Y esto es lo que le podría pasar a EE.UU. si los japoneses cancelan sus inversiones en deuda americana. Si esto ocurriese el tsunami monetario sería salvaje.
Llevamos meses viendo como los americanos fabrican billetes para pagar su deuda y van controlando que el valor del dólar no decrezca mediante el traslado del miedo hacia el euro. Para ello tienen un aliado impagable: las agencias de rating americanas. Cuando la cotización dólar/euro se acerca a 1,40 sueltan sistemáticamente una noticia negativa, ya sea para rebajar el rating de un país o una autonomía de un país europeo o para decir que pasan el rating a perspectiva negativa, o lo que sea, con tal de ayudar al dólar.
La cosa ya ha llegado a un grado tal que a los gobernantes europeos ya se les ha acabado la paciencia con esta manipulación tan descarada.
Gracias a esta colaboración tan desinteresada de las agencias de rating la deuda norteamericana mantiene un cierto grado de atractivo. ¿Comprar deuda española, portuguesa, griega, inglesa, irlandesa? Por favor, invierta en dólares, que USA siempre será USA, le dicen al inversor mundial.
Pero ahora los japoneses pueden abandonar forzadamente sus inversiones en deuda americana lo que llevaría abajo el precio de los bonos y del dólar. Los japoneses tienen 886 billones (*) de dólares invertidos. Y así empezaría el tsunami. Si la deuda empieza a perder valor y el dólar también, los chinos, con 1,2 trillones, los ingleses con 278 billones, los países petrolíferos con 216 billones, Brasil con 198 billones, los paraísos fiscales caribeños (el dinero robado fiscalmente en el planeta) 167 billones y a continuación los países emergentes asiáticos, podrían desencadenar un sálvese quien pueda para huir de la radiación del dólar.
Una cosa es segura: las aseguradoras (vemos que en el hit parade de empresas perdedoras con este terremoto están las grandes aseguradoras en los primeros puestos) tendrán que liquidar sus inversiones para pagar las indemnizaciones. Ya sabemos como funciona una aseguradora: cobran las pólizas por adelantado, por lo que disponen de grandes cantidades de dinero en promedio, que invierten, siendo el negocio financiero una parte muy importante en la obtención de sus resultados (al igual que ocurre con las grandes cadenas de supermercados, que cobran al contado a los compradores y pagan a los proveedores muchos meses después).
Algunos se fijarán en que en el año 1995, en el anterior terremoto, no pasó nada de esto. Pero ahora es diferente, la deuda japonesa es del 200 % del PIB (España es del 60% y se asusta el mundo) y la cosa no da para más (para más INRI los tipos ya están próximos a cero y con esta herramienta ya no se puede hacer nada), máxime si el Banco de Japón encima abre el grifo de la liquidez para evitar que la Bolsa se hunda, lo que parece que ha conseguido hoy después de que cayera un 16% en dos días.
(*) Billones USA
Escribía que probablemente la necesidad de repatriar las enormes inversiones de los japoneses en EE.UU., podían estar devaluando esta moneda, al aumentar sus ventas (los japoneses podrían necesitar vender sus inversiones en dólares para obtener yenes con los que arreglar los desperfectos del terremoto).
Escrito esto el martes aparecía el secretario del Tesoro estadounidense, Tim Geithner, afirmando que los inversores japoneses no desharán sus posiciones en dólares. ¿Un intento de conjuro? ¿O un declaración producto del miedo tremendo que lleva en el cuerpo este señor?
Hoy precisamente, William Pesek, (el mismo que ayer nos explicaba en Bloomberg los errores recientes de las eléctricas japonesas en sus nucleares) escribe sobre el tema, describiendo y avisando de lo que podría ser otro cisne negro.
Fue el multimillonario Warren Buffet quien acuño el dicho de que "cuando pasa la ola se descubre si estaba uno en pelotas". Y esto es lo que le podría pasar a EE.UU. si los japoneses cancelan sus inversiones en deuda americana. Si esto ocurriese el tsunami monetario sería salvaje.
Llevamos meses viendo como los americanos fabrican billetes para pagar su deuda y van controlando que el valor del dólar no decrezca mediante el traslado del miedo hacia el euro. Para ello tienen un aliado impagable: las agencias de rating americanas. Cuando la cotización dólar/euro se acerca a 1,40 sueltan sistemáticamente una noticia negativa, ya sea para rebajar el rating de un país o una autonomía de un país europeo o para decir que pasan el rating a perspectiva negativa, o lo que sea, con tal de ayudar al dólar.
La cosa ya ha llegado a un grado tal que a los gobernantes europeos ya se les ha acabado la paciencia con esta manipulación tan descarada.
Gracias a esta colaboración tan desinteresada de las agencias de rating la deuda norteamericana mantiene un cierto grado de atractivo. ¿Comprar deuda española, portuguesa, griega, inglesa, irlandesa? Por favor, invierta en dólares, que USA siempre será USA, le dicen al inversor mundial.
Pero ahora los japoneses pueden abandonar forzadamente sus inversiones en deuda americana lo que llevaría abajo el precio de los bonos y del dólar. Los japoneses tienen 886 billones (*) de dólares invertidos. Y así empezaría el tsunami. Si la deuda empieza a perder valor y el dólar también, los chinos, con 1,2 trillones, los ingleses con 278 billones, los países petrolíferos con 216 billones, Brasil con 198 billones, los paraísos fiscales caribeños (el dinero robado fiscalmente en el planeta) 167 billones y a continuación los países emergentes asiáticos, podrían desencadenar un sálvese quien pueda para huir de la radiación del dólar.
Una cosa es segura: las aseguradoras (vemos que en el hit parade de empresas perdedoras con este terremoto están las grandes aseguradoras en los primeros puestos) tendrán que liquidar sus inversiones para pagar las indemnizaciones. Ya sabemos como funciona una aseguradora: cobran las pólizas por adelantado, por lo que disponen de grandes cantidades de dinero en promedio, que invierten, siendo el negocio financiero una parte muy importante en la obtención de sus resultados (al igual que ocurre con las grandes cadenas de supermercados, que cobran al contado a los compradores y pagan a los proveedores muchos meses después).
Algunos se fijarán en que en el año 1995, en el anterior terremoto, no pasó nada de esto. Pero ahora es diferente, la deuda japonesa es del 200 % del PIB (España es del 60% y se asusta el mundo) y la cosa no da para más (para más INRI los tipos ya están próximos a cero y con esta herramienta ya no se puede hacer nada), máxime si el Banco de Japón encima abre el grifo de la liquidez para evitar que la Bolsa se hunda, lo que parece que ha conseguido hoy después de que cayera un 16% en dos días.
(*) Billones USA
1 comentario:
Revelador articulo.
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