Esto es lo que afirmaba hace unos días. Ahora es The Economist quien indica que la vivienda en España está sobrevalorada y nada menos que en un 43,7%, cifra muy próxima a la que indicaba Borja Mateo (un 46%).
El ajuste experimentado por el precio de la vivienda en España está muy lejos de tocar suelo. Este porcentaje pone de manifiesto que, aunque la burbuja inmobiliaria española estalló hace ya más de cinco años, a diferencia de otros países como Estados Unidos o Japón, todavía no se ha desinflado del todo.
La burbuja inmobiliaria persiste en España pese a haber experimentado la segunda mayor caída del precio de la vivienda en la eurozona (-18%) desde el máximo que se alcanzó 2007. Morgan Stanley cuantifica la caída en torno al 15% desde el primer trimestre de 2008.
Sólo en Irlanda la caída habría sido superior, con un desplome en los precios del 37%, y ahora España seguirá este camino.
Naturalmente los promotores españoles (APCE) siguen repitiendo el consabido mantra de que los precios han tocado suelo y que no se puede ir más allá, pero torres más altas han caído.
Y para ello no hay mejor guía que seguir el ratio price-to-income, o lo que es lo mismo, las veces que está incluida la renta de la unidad familiar en el importe de las viviendas en España. Este ratio sugiere que han de caer considerablemente para volver a su precio correcto. Los precios necesitarían caer una cuarta parte para que este indicador se situara en línea con la media a largo plazo.
Sic transit gloria mundi para los que viven del ladrillo.
El ajuste experimentado por el precio de la vivienda en España está muy lejos de tocar suelo. Este porcentaje pone de manifiesto que, aunque la burbuja inmobiliaria española estalló hace ya más de cinco años, a diferencia de otros países como Estados Unidos o Japón, todavía no se ha desinflado del todo.
La burbuja inmobiliaria persiste en España pese a haber experimentado la segunda mayor caída del precio de la vivienda en la eurozona (-18%) desde el máximo que se alcanzó 2007. Morgan Stanley cuantifica la caída en torno al 15% desde el primer trimestre de 2008.
Sólo en Irlanda la caída habría sido superior, con un desplome en los precios del 37%, y ahora España seguirá este camino.
Naturalmente los promotores españoles (APCE) siguen repitiendo el consabido mantra de que los precios han tocado suelo y que no se puede ir más allá, pero torres más altas han caído.
Y para ello no hay mejor guía que seguir el ratio price-to-income, o lo que es lo mismo, las veces que está incluida la renta de la unidad familiar en el importe de las viviendas en España. Este ratio sugiere que han de caer considerablemente para volver a su precio correcto. Los precios necesitarían caer una cuarta parte para que este indicador se situara en línea con la media a largo plazo.
Sic transit gloria mundi para los que viven del ladrillo.
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