La Badalona. Accidentada escalada al Gorro Frigi.

Ayer repetí una vía que no había vuelto a escalar desde hacía años: la Badalona, una clásica al Gorro Frigi. Estaba en el segundo largo tratando de recordar en voz alta con quién la había hecho y Josep Emili me dijo: ¡hombre, que memoria!, conmigo. Fue en un cursillo. Cordada de los dos más una chica de alumna. Recuerdo que era de Vitoria. Era topógrafa y poco después del curso le salió trabajo en el País Vasco y se fue para su casa. Recuerdo que se cayó al salir de una R porque iba como una moto. Iba con el pánico en el cuerpo y no había forma de calmarla. Quería acabar lo antes posible. Llegó arriba temblando.

Día con niebla en el Monasterio, pero sol por arriba. Algo frecuente. Sol que nos duró tres largos, ya que luego desapareció la niebla por abajo…y se tapó por arriba. Aunque no hizo frío en ningún momento y se estuvo francamente bien (íbamos en manga corta).

Otra cordada fue paralela a nuestro lado toda la escalada en la vía del Carlos.

Ya no me acordaba del flanqueo de entrada a la Badalona con un seguro en casa Dios. Es tercero pero no te caigas. Total, como si no estuviese asegurada. Una vez más aquello de “si no te gusta no vayas que hay otros muchos sitios”. No me extraña que ahora la gente entre por una variante directa.

El segundo y tercer largos de la reseña clásica se empalman hoy en día en un segundo largo. Después viene el tercero (cuarto antiguo), donde hay el famoso pasito que en su época, con bota rígida, debía ser difícil, pero que hoy en día no tiene dificultad.

Y fue en este largo, con Josep Emili en la reunión ya, por suerte, cuando le cayó una buena piedra que vino desde muy arriba. Una buena bola que le impactó en el hombro izquierdo y que nadie oyó ni vio venir. Yo la oí después del golpe. Nos pasó ya relativamente lejos (unos seis o siete metros), pero sonó con el clásico sonido de moto… y fue a pegar en la barandilla del camino. Algún día alguien tendrá un disgusto serio caminando por ahí.

Sara y yo estábamos haciendo el largo. Yo llevaba el walkie. El de Josep Emili se quedó abierto por el golpe y oía sus gemidos de dolor, sin posibilidad de saber nada más. Por suerte a su derecha y en una reunión también, el colega que subía por la vía del Carlos, al cual podíamos ver, pero no a Josep Emili, nos tranquilizó.

Y así estuvimos unos buenos minutos que se nos hicieron eternos. Está claro que si le hubiese alcanzado en la cabeza o la cara las consecuencias habrían sido otras. Y si no llega a estar en la reunión también.

Salimos por arriba y para no cruzarnos con la otra cordada seguimos más o menos la Magic Line hasta la última reunión, donde confluyen muchísimas vías.

Josep Emili tendrá que mantener su hombro en reposo unos buenos días, ya que no sólo tiene el golpe, sino que también se le hizo un poco de herida.

Nos bajamos hasta Monistrol y nos fuimos a darnos una buena merienda para compensar el susto. Por allí apareció Joan Gasull que bajaba de hacer la Pared de l’Aeri por una nueva vía que han abierto al lado de la Easy Ryder en memoria de la chica fallecida este verano. Joan bajaba ciscándose en el equipamiento y en que esta infragradudada. “Hacen una vía en memoria de alguien que ha tenido un accidente en una vía mal equipada y la hacen también mal equipada”, me decía. El colmo.

Y se abrió el eterno debate de siempre, que tantas discusiones ha originado en este blog este verano y así estuvimos un buen rato en amena discusión. Y hablando del papa de Roma, va y aparece el señor Ballart en persona para dejar unas reseñas en la tienda de Dalmau (El balcó de la lluna) de una nuevas vías que ha abierto, una de ellas en el Pedra a la izquierda del Gran Diedro, justo cuando empieza la cornisa.

Aproveché para comprarme una camiseta muy chula y dos libros: uno de escaladas en Dolomitas y otro de trekkings por el Nepal…se me ve la intención ¿no?

Fotos:
La de arriba: Sara y Josep Emili en la cumbre del gorro.
Abajo: Las dos primeras a pie de vía. Siguen dos del primer largo. Si se ven más grandes (click encima), se puede observar donde está el primer seguro, que es donde la cuerda cambia de dirección. Una burrada.
La siguiente es de Sara en este primer largo.
Sigue una en el tercer largo, con Josep Emili llegando a la R donde le cayó la piedra. Al lado se ve el primero de la cordada en la vía del Carlos.
Sigue otra con J.Emili revisando el dolorido hombro. Sigue una, muy bonita, de los colegas de al lado con la zona de San Benet al fondo.
Y para acabar foto de Sara en el cuarto largo y de Josep Emili haciendo el último, en paralelo a los colegas.