Lo de Valencia no será una excepción. El PPCIU está sembrando tanto explosivo social que cualquier chispa prende por todos los lados. ¿Qué pasará cuando aplique los nuevos recortes?
¿Se creen los políticos que pueden estar todos los jóvenes sin empleo de por vida? ¿Se cree que un estado democrático puede sobrevivir cepillándose a la clase media?
Los estudiantes universitarios saben ya muy bien que cuando acaben la carrera no tendrán oferta de trabajo, pero es que además la poca que pueda haber irá a contratar a los que se hallen en paro, ya que están subvencionados.
Los recién licenciados no tendrán ni una sola oportunidad de encontrar trabajo. Por lo tanto que nadie se extrañe que se dediquen a tirar piedras. ¿Qué otra cosa cabe hacer? ¿Enseñar los libros que leen?
Hoy la TV3 catalana manipulaba a placer la noticia sobre la manifestación global de las Universidades Catalanas. Al abrir el Telenoticias la conexión con la amplia manifestación ha fallado casualmente. Así el momento más importante de un telediario, el que todo el mundo ve, se ha saltado el tema y lo han hecho al cierre de la edición. No han mostrado todo lo ocurrido y han dedicado amplios minutos a los cuatro cristales que han roto en la Bolsa. Nada sobre la ocupación de la SER y la lectura del comunicado, nada sobre la ocupación del BBVA, nada de los cortes de autopistas, nada de los cortes ferroviarios, nada de los cortes de las principales arterias de la urbe y un poco sobre la ocupación masiva del antiguo edificio de la Universidad en pleno centro. Y lo más infamante: mientras las universidades presentaban un aspecto fantasmal, aparecían imágenes de un aula donde se estaba dando clase, como si aquí no pasase nada.
Mi señora (la manifestación ha sido de universitarios, estudiantes de secundaria, profesorado y personal docente) ha hecho un viaje por el túnel del tiempo al entrar en el edificio (Universidad Central) donde trabajó muchos años y donde se encerró en alguna ocasión protestando contra la dictadura franquista. Más o menos cuarenta años después, ha regresado al pasado. El mismo fascismo con otras caras, otras formas y otros estilos, pero con los mismos fines (o incluso peores).
El Capitalismo está embistiendo contra la clase media convencida de su adocenamiento. Falta saber si están en lo cierto o están errando. Al igual que se equivocan en la aplicación de la medicina a la crisis pueden estar equivocándose en el diagnóstico social. A lo mejor esta juventud desesperada no se va a quedar jugando con la Playmobil. Sí los bolsillos están vacíos y no hay futuro, que nadie se extrañe que la calle sea ocupada muy a menudo. Y que no venga nadie entonces diciendo que la violencia no está justificada. Para violencia la que el Estado está aplicando a sus ciudadanos y más a sus jóvenes.
Y sobre quién realmente quema contenedores (hay que traer combustible) y tira piedras (que han de ser traídas de otra parte) he aquí las imágenes que publiqué en Junio cuando un supuesto grupo de polícias (secreta, camuflados) quedó detectado y aislado por los manifestantes y fue rescatado por los suyos. Descarado. Hasta llevan pinganillo.
¿Se creen los políticos que pueden estar todos los jóvenes sin empleo de por vida? ¿Se cree que un estado democrático puede sobrevivir cepillándose a la clase media?
Los estudiantes universitarios saben ya muy bien que cuando acaben la carrera no tendrán oferta de trabajo, pero es que además la poca que pueda haber irá a contratar a los que se hallen en paro, ya que están subvencionados.
Los recién licenciados no tendrán ni una sola oportunidad de encontrar trabajo. Por lo tanto que nadie se extrañe que se dediquen a tirar piedras. ¿Qué otra cosa cabe hacer? ¿Enseñar los libros que leen?
Hoy la TV3 catalana manipulaba a placer la noticia sobre la manifestación global de las Universidades Catalanas. Al abrir el Telenoticias la conexión con la amplia manifestación ha fallado casualmente. Así el momento más importante de un telediario, el que todo el mundo ve, se ha saltado el tema y lo han hecho al cierre de la edición. No han mostrado todo lo ocurrido y han dedicado amplios minutos a los cuatro cristales que han roto en la Bolsa. Nada sobre la ocupación de la SER y la lectura del comunicado, nada sobre la ocupación del BBVA, nada de los cortes de autopistas, nada de los cortes ferroviarios, nada de los cortes de las principales arterias de la urbe y un poco sobre la ocupación masiva del antiguo edificio de la Universidad en pleno centro. Y lo más infamante: mientras las universidades presentaban un aspecto fantasmal, aparecían imágenes de un aula donde se estaba dando clase, como si aquí no pasase nada.
Mi señora (la manifestación ha sido de universitarios, estudiantes de secundaria, profesorado y personal docente) ha hecho un viaje por el túnel del tiempo al entrar en el edificio (Universidad Central) donde trabajó muchos años y donde se encerró en alguna ocasión protestando contra la dictadura franquista. Más o menos cuarenta años después, ha regresado al pasado. El mismo fascismo con otras caras, otras formas y otros estilos, pero con los mismos fines (o incluso peores).
El Capitalismo está embistiendo contra la clase media convencida de su adocenamiento. Falta saber si están en lo cierto o están errando. Al igual que se equivocan en la aplicación de la medicina a la crisis pueden estar equivocándose en el diagnóstico social. A lo mejor esta juventud desesperada no se va a quedar jugando con la Playmobil. Sí los bolsillos están vacíos y no hay futuro, que nadie se extrañe que la calle sea ocupada muy a menudo. Y que no venga nadie entonces diciendo que la violencia no está justificada. Para violencia la que el Estado está aplicando a sus ciudadanos y más a sus jóvenes.
Y sobre quién realmente quema contenedores (hay que traer combustible) y tira piedras (que han de ser traídas de otra parte) he aquí las imágenes que publiqué en Junio cuando un supuesto grupo de polícias (secreta, camuflados) quedó detectado y aislado por los manifestantes y fue rescatado por los suyos. Descarado. Hasta llevan pinganillo.