No me refiero al excelente libro de Alain Minc que nos traza un recorrido por la historia del pensamiento económico. Me refiero a Mariano Rajoy, que hace unos días nos aseguró que gobernando él la felicidad embargará a los españoles.
Todos sabemos que no va a ser así y nada más premonitorio que ver su programa electoral: una retahíla de ambiguedades y eufemismos para no decir nada, para que así a posteriori nadie reclame ya que quien nada promete a nada está obligado. Obscurantismo en alto grado. Da gusto ganar elecciones así.
Pero el tema es más profundo, ya que el programa neoliberal del PP lo que hará será ahondar en la crisis (ver últimos párrafos de este artículo) y la reacción de los españoles (que no logran imaginarse lo que les viene encima) será de órdago. De ahí que sus medios más afines y sus vocíferos contratados vayan ya pidiendo ahora paz política, concordia y colaboración de la oposición cuando gobiernen, cuando ellos han hecho todo lo contrario, con una oposición con crispación permanente y no colaborando lo más mínimo en encontrar soluciones a la crisis.
Por lo tanto lo que toca es enmascarar el programa electoral con eufemismos de forma que después nadie se sienta engañado (ya lo habíamos dicho). No hay nada mejor que decir que “todo quedará ligado al cumplimiento del déficit”, cuando ya sabemos que el déficit va camino de no cumplir el 6% pactado con los poderes en la sombra.
Ejemplos de eufemismos:
- “Ahorro” en vez de “capital”.
- No hay “privatizaciones” ya que son “liberalizaciones”.
- Las concesiones a empresas privadas de la gestión de servicios públicos son “colaboración público-privada”.
- Los centros concertados, defendidos por el PP, son definidos como “oferta de iniciativa social”.
- En otras ocasiones a las privatizaciones se las denomina como “la entrada de nuevos operadores”.
Luego vienen esas frases maravillosas que no dicen nada: “un gran pacto contra la corrupción” o “luchar contra el fraude”. Dos cosas que no harán, obviamente. ¿Por qué no lo han hecho cuando gobernaban? Un auténtico suplicio leer todas estas cosas, una vez más, cuando llegan elecciones.
Lo que si está claro es que se privatizará Correos (la parte que dé beneficios), Ferrocarriles, Aeropuertos y TV Autonómicas (si encuentran compradores para los aeropuertos y TV's) y se eliminará Educación para la Ciudadanía, ya que no hacen falta ciudadanos, sino consumidores, aunque estos últimos están también desapareciendo del mapa. La cosa quedará pronto en simples esclavos.
Dispongámonos, por lo tanto, a ser felices, a pesar de que nos congelen (o sea bajen) los salarios y pensiones, que nos suban los impuestos, que siga aumentando el paro, que sigamos pagando con nuestros impuestos los agujeros bancarios e inmobiliarios, que sigan subiendo los precios, que nos roben (perdón, privaticen) lo público y que nos quiten los derechos laborales. La verdad es que uno no logra adivinar como después de que nos castiguen con todo esto podremos ser felices. A lo mejor se refieren a que serán felices ellos, los que se van a llevar un carguito con las prebendas y corrupciones asociadas.
Que nadie olvide que este año podemos quedar con el déficit por encima del 6%, lo que requeriría medidas inmediatas. Pero es que si se cerrase al 6% el PP se vería tentado de falsear este dato para que fuese peor y así justificar el varapalo inmediato a la sociedad española. ¿Cómo se puede falsear este 6%, jugando a la contra, es decir, queriéndolo empeorar? Pues hay muchas alternativas pero una ya clásica, por su utilización en las empresas que quieren diferir beneficios al ejercicio siguiente, es solicitar a los grandes proveedores que adelanten facturas que corresponderían al 2012 y así incluirlas en el 2011. Muy fácil de hacer.
Y no olvidemos también que en el 2012 el déficit debe reducirse hasta el 4,4% y en el 2013 al 3%. Con la economía en caída libre las medidas que puede tomar un gobierno neoliberal pueden ser de nivel griego/portugués y ahondarán la crisis de nuevo, con más pérdida de empleos y nueva espiral de recesión.
¿Estamos preparados? ¿Hemos comprado ya las caretas antigas para soportar tanta felicidad que obtendremos gracias al amor del PP?
Click en la viñeta para verla a mayor tamaño.
Y un poco de música para anticipar la felicidad que tendremos a partir del 20-N.
Todos sabemos que no va a ser así y nada más premonitorio que ver su programa electoral: una retahíla de ambiguedades y eufemismos para no decir nada, para que así a posteriori nadie reclame ya que quien nada promete a nada está obligado. Obscurantismo en alto grado. Da gusto ganar elecciones así.
Pero el tema es más profundo, ya que el programa neoliberal del PP lo que hará será ahondar en la crisis (ver últimos párrafos de este artículo) y la reacción de los españoles (que no logran imaginarse lo que les viene encima) será de órdago. De ahí que sus medios más afines y sus vocíferos contratados vayan ya pidiendo ahora paz política, concordia y colaboración de la oposición cuando gobiernen, cuando ellos han hecho todo lo contrario, con una oposición con crispación permanente y no colaborando lo más mínimo en encontrar soluciones a la crisis.
Por lo tanto lo que toca es enmascarar el programa electoral con eufemismos de forma que después nadie se sienta engañado (ya lo habíamos dicho). No hay nada mejor que decir que “todo quedará ligado al cumplimiento del déficit”, cuando ya sabemos que el déficit va camino de no cumplir el 6% pactado con los poderes en la sombra.
Ejemplos de eufemismos:
- “Ahorro” en vez de “capital”.
- No hay “privatizaciones” ya que son “liberalizaciones”.
- Las concesiones a empresas privadas de la gestión de servicios públicos son “colaboración público-privada”.
- Los centros concertados, defendidos por el PP, son definidos como “oferta de iniciativa social”.
- En otras ocasiones a las privatizaciones se las denomina como “la entrada de nuevos operadores”.
Luego vienen esas frases maravillosas que no dicen nada: “un gran pacto contra la corrupción” o “luchar contra el fraude”. Dos cosas que no harán, obviamente. ¿Por qué no lo han hecho cuando gobernaban? Un auténtico suplicio leer todas estas cosas, una vez más, cuando llegan elecciones.
Lo que si está claro es que se privatizará Correos (la parte que dé beneficios), Ferrocarriles, Aeropuertos y TV Autonómicas (si encuentran compradores para los aeropuertos y TV's) y se eliminará Educación para la Ciudadanía, ya que no hacen falta ciudadanos, sino consumidores, aunque estos últimos están también desapareciendo del mapa. La cosa quedará pronto en simples esclavos.
Dispongámonos, por lo tanto, a ser felices, a pesar de que nos congelen (o sea bajen) los salarios y pensiones, que nos suban los impuestos, que siga aumentando el paro, que sigamos pagando con nuestros impuestos los agujeros bancarios e inmobiliarios, que sigan subiendo los precios, que nos roben (perdón, privaticen) lo público y que nos quiten los derechos laborales. La verdad es que uno no logra adivinar como después de que nos castiguen con todo esto podremos ser felices. A lo mejor se refieren a que serán felices ellos, los que se van a llevar un carguito con las prebendas y corrupciones asociadas.
Que nadie olvide que este año podemos quedar con el déficit por encima del 6%, lo que requeriría medidas inmediatas. Pero es que si se cerrase al 6% el PP se vería tentado de falsear este dato para que fuese peor y así justificar el varapalo inmediato a la sociedad española. ¿Cómo se puede falsear este 6%, jugando a la contra, es decir, queriéndolo empeorar? Pues hay muchas alternativas pero una ya clásica, por su utilización en las empresas que quieren diferir beneficios al ejercicio siguiente, es solicitar a los grandes proveedores que adelanten facturas que corresponderían al 2012 y así incluirlas en el 2011. Muy fácil de hacer.
Y no olvidemos también que en el 2012 el déficit debe reducirse hasta el 4,4% y en el 2013 al 3%. Con la economía en caída libre las medidas que puede tomar un gobierno neoliberal pueden ser de nivel griego/portugués y ahondarán la crisis de nuevo, con más pérdida de empleos y nueva espiral de recesión.
¿Estamos preparados? ¿Hemos comprado ya las caretas antigas para soportar tanta felicidad que obtendremos gracias al amor del PP?
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Y un poco de música para anticipar la felicidad que tendremos a partir del 20-N.
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