Y vuelta de nuevo al inicio de este circulo vicioso.
Recomiendo leer el artículo publicado en El País el pasado lunes sobre el consumo en España ya que las cifras son espectaculares. Lo que está ocurriendo es de una gravedad tremenda ya que el cambio de hábitos en pocos meses es impresionante y preocupante.
Un panorama lindante con una economía de guerra. Cuando El País pregunta en una encuesta si se han cambiado las costumbres para ahorrar dinero, la respuesta es SÍ en la siguiente proporción:
Alimentación 41,2%
Transporte 43,1%
Vestido y calzado 64,2%
Vacaciones 66,1%
Ocio en general 69,9%
Aplazamiento de tratamientos médicos o dentales 23,9%
Control del gasto: agua, gas, electricidad… 69,8%
Pensaba que estabamos en la fase de ahorrar en vestido calzado, ocio, vacaciones, pero veo que un porcentaje ya muy alto mira lo que gasta en comida y en agua y gas lo que significa que la situación nacional empieza a ser muy preocupante.
Las marcas blancas suponen ya el 35% del consumo en alimentación, el mayor porcentaje de Europa. Uno de cada cuatro discotecas ha cerrado desde 2009. La facturación ha caído un 22%. Y una cifra significativa: los movimientos de vehículos, incluídos los de mercancías, han caído por debajo del nivel de hace seis años. En el 2007 llegaron a los 415 MM. y ahora estamos en 382 MM. (y bajando).
Y otro indicador notable, las ventas del FNAC que están un 14-16% por debajo. Lo que no entiendo es que los empleados hayan pactado que no haya despidos si las ventas no superan el 10% de descenso. Con estas cifras están ya en la calle algunos de ellos.
A pesar de los aumentos de precio en el transporte público, dado el precio de la gasolina, su utilización está subiendo. Las ventas de vehículos están al nivel del 93 y ahora, cuando a alguien se le muere el coche, lo que hace es comprarse uno de segunda mano. Las ventas de vehículos usados están subiendo al ritmo del 26%.
Son cifras significativas de lo que está ocurriendo. Pero todo irá peor porque las medidas del PP llevarán a más recesión. No es de extrañar que el BBVA pronostique crecimiento del paro hasta el 2013 alcanzando el 25% (¿podrá la sociedad española aguantar esto o explotará?). Los servicios de estudios de la banca demostraron su inutilidad en los últimos años ya que no acertaron ni una. Están al servicio de lo que ordena la dirección e indirectamente el gobierno, por lo tanto dada su falta de libertad sus pronósticos están más que viciados. De acuerdo a la evolución negativa en todos los ordenes económicos habría que preguntarse cual es la razón de que en el 2013 pronostiquen que esto empezará a arreglarse con una mínima recuperación. No he leído ninguna razón que avale tal predicción. ¿Empezará a hacer efecto la “confianza? ¿Los vagos querrán trabajar de nuevo? ¿Los salarios serán ya tan bajos que los empresarios contratarán personal a destajo? ¿Se habrán acabado los recortes en el gasto público? ¿Bajarán los angeles del cielo para arreglarlo todo?
Los españoles están tan agobiados que no sorprende ya que la gente se las ingenie para devolver las agresiones que recibe permanentemente en su bolsillo. Ya he escrito en varias ocasiones sobre el aumento de precios, fuera de toda justificación, que ha sufrido el transporte público en Barcelona.
Pues bien, la imaginación al poder. ¿Qué hace la gente cuando agota una tarjeta de transporte, por ejemplo la T-10, de 10 viajes. Pues la tira a la papelera. Sin embargo, la tarjeta sigue siendo válida durante hora y media para seguir viajando y hacer transbordos. O sea que si se le da a alguien la tarjeta cuando va a entrar al metro o autobús se le ahorra a esa persona un billete. ¡Tenemos la T11!.
Leer el artículo donde se explica esta original medida popular. Yo creo que basta con que la gente deje las tarjetas encima de los tornos de entrada. Seguro que si se impone la práctica todo el mundo sabrá que es un billete útil que ponen a su disposición.
Se lo expliqué a mi santa y precisamente ayer vio una tarjeta, la cogió, la utilizó y ¡voilà! se ahorró un viaje.
Donde las dan las toman, dice el refrán.
Recomiendo leer el artículo publicado en El País el pasado lunes sobre el consumo en España ya que las cifras son espectaculares. Lo que está ocurriendo es de una gravedad tremenda ya que el cambio de hábitos en pocos meses es impresionante y preocupante.
Un panorama lindante con una economía de guerra. Cuando El País pregunta en una encuesta si se han cambiado las costumbres para ahorrar dinero, la respuesta es SÍ en la siguiente proporción:
Alimentación 41,2%
Transporte 43,1%
Vestido y calzado 64,2%
Vacaciones 66,1%
Ocio en general 69,9%
Aplazamiento de tratamientos médicos o dentales 23,9%
Control del gasto: agua, gas, electricidad… 69,8%
Pensaba que estabamos en la fase de ahorrar en vestido calzado, ocio, vacaciones, pero veo que un porcentaje ya muy alto mira lo que gasta en comida y en agua y gas lo que significa que la situación nacional empieza a ser muy preocupante.
Las marcas blancas suponen ya el 35% del consumo en alimentación, el mayor porcentaje de Europa. Uno de cada cuatro discotecas ha cerrado desde 2009. La facturación ha caído un 22%. Y una cifra significativa: los movimientos de vehículos, incluídos los de mercancías, han caído por debajo del nivel de hace seis años. En el 2007 llegaron a los 415 MM. y ahora estamos en 382 MM. (y bajando).
Y otro indicador notable, las ventas del FNAC que están un 14-16% por debajo. Lo que no entiendo es que los empleados hayan pactado que no haya despidos si las ventas no superan el 10% de descenso. Con estas cifras están ya en la calle algunos de ellos.
A pesar de los aumentos de precio en el transporte público, dado el precio de la gasolina, su utilización está subiendo. Las ventas de vehículos están al nivel del 93 y ahora, cuando a alguien se le muere el coche, lo que hace es comprarse uno de segunda mano. Las ventas de vehículos usados están subiendo al ritmo del 26%.
Son cifras significativas de lo que está ocurriendo. Pero todo irá peor porque las medidas del PP llevarán a más recesión. No es de extrañar que el BBVA pronostique crecimiento del paro hasta el 2013 alcanzando el 25% (¿podrá la sociedad española aguantar esto o explotará?). Los servicios de estudios de la banca demostraron su inutilidad en los últimos años ya que no acertaron ni una. Están al servicio de lo que ordena la dirección e indirectamente el gobierno, por lo tanto dada su falta de libertad sus pronósticos están más que viciados. De acuerdo a la evolución negativa en todos los ordenes económicos habría que preguntarse cual es la razón de que en el 2013 pronostiquen que esto empezará a arreglarse con una mínima recuperación. No he leído ninguna razón que avale tal predicción. ¿Empezará a hacer efecto la “confianza? ¿Los vagos querrán trabajar de nuevo? ¿Los salarios serán ya tan bajos que los empresarios contratarán personal a destajo? ¿Se habrán acabado los recortes en el gasto público? ¿Bajarán los angeles del cielo para arreglarlo todo?
Los españoles están tan agobiados que no sorprende ya que la gente se las ingenie para devolver las agresiones que recibe permanentemente en su bolsillo. Ya he escrito en varias ocasiones sobre el aumento de precios, fuera de toda justificación, que ha sufrido el transporte público en Barcelona.
Pues bien, la imaginación al poder. ¿Qué hace la gente cuando agota una tarjeta de transporte, por ejemplo la T-10, de 10 viajes. Pues la tira a la papelera. Sin embargo, la tarjeta sigue siendo válida durante hora y media para seguir viajando y hacer transbordos. O sea que si se le da a alguien la tarjeta cuando va a entrar al metro o autobús se le ahorra a esa persona un billete. ¡Tenemos la T11!.
Leer el artículo donde se explica esta original medida popular. Yo creo que basta con que la gente deje las tarjetas encima de los tornos de entrada. Seguro que si se impone la práctica todo el mundo sabrá que es un billete útil que ponen a su disposición.
Se lo expliqué a mi santa y precisamente ayer vio una tarjeta, la cogió, la utilizó y ¡voilà! se ahorró un viaje.
Donde las dan las toman, dice el refrán.
1 comentario:
es que hay un montón de datos inexplicables
los precios siguen subiendo... pero el consumo bajando. ¿Es esto lógico?
Por qué no bajan los precios de productos que cada vez se consumen menos como la energía? De qué sirve tener precios altos en la vivienda si no se venden?
Personalmente sigo comprando... las buenas ofertas, que hay muchas. Es un buen momento para gastar en cosas necesarias. No sirve de nada meter el dinero en el colchón o lamentarse. Las tiendas y centros comerciales están llenas y las empresas saneadas no van mal
El problema son los que deben y están endeudados... esos sí
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