viernes, febrero 10, 2012

¡Estáis despedidos!


Ya la tenemos aquí, la reforma que creará empleo y lo hará, nada más y nada menos que abaratando el despido. ¿Alguien no creía en los milagros? Pues aquí tiene uno, en pleno siglo XXI. La mentira más grande jamás contada en la historia de España.

Pero antes de entrar en materia quería recordar aquel chiste del borracho que en una noche oscura buscaba la cartera perdida bajo la luz de una farola. Acertó a pasar por allí una persona que le preguntó si había perdido allí la cartera y la respuesta fue “no, pero a la luz de la farola por lo menos puedo buscarla”.

El PP nada más tomar las riendas del gobierno ha evidenciado estar totalmente perdido y en las decisiones de economía que está aplicando la única luz que le alumbra procede de su clientela política: el empresariado, lástima que la solución a la crisis no está bajo la luz de esa farola. Por lo tanto ninguna sorpresa. El programa oculto va aflorando.

Una primera y rápida lectura de la reforma aprobada demuestra que lo primordial es dar beneficios al empresario. La confianza, según el PP, pasa por aquí (la confianza del consumidor no es necesaria). La contrapartida, un incremento del paro que puede ser salvaje (ya sabemos lo que entiende por productividad el empresario español) y un nuevo hundimiento del consumo y de los ingresos del estado. Las empresas españolas reducirán sus costes (las que aún puedan), pero las ventas se hundirán (en todas ellas).

Queda claro que tenemos despido libre y barato, ya que ¡basta con un descenso de ventas de un euro! durante unos meses para despedir a quien plazca y a precio de saldo. 20 días de indemnización por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades. Ya puedes haber trabajado más que no te vas a llevar más de un año de salario. Además los ERE no necesitarán autorización ministerial y brotarán como flores en primavera por toda la geografía nacional. Una lluvia fina imparable inundará de paro toda España.

El proceso queda muy claro. Hagamos los números.

Supongamos una persona que lleva trabajando 18 años que es el período de trabajo con indemnización máxima (ya que si se ha trabajado más no sirve de nada) y que tiene (después de haber ido incrementado su salario poco a poco y con sudores durante años) 35.000 euros de salario bruto. Indemnización máxima que le corresponde: los 35.000 €. Si lleva menos de 18 años se va reduciendo la indemnización y aún mejor para el empresario.

Pues bien, a su sustituto (suponiendo que haya sustituto), un mileurista (salario bruto) menor de 30 años con contrato de “aprendizaje”, se le pagan (a lo mejor me paso) 1.000 x 14= 14.000 y tenemos un ahorro anual de 21.000 €. En un año y ocho meses el empresario habrá amortizado el despido. Mientras que el empresario ahorrará (cuando tenga amortizado el despido) 21.000 euros por año, el estado, o sea nosotros, tendremos que pagar el paro del despedido. Y estoy utilizando el supuesto más caro para el empresario. Los que tengan una antigüedad menor de 18 años aún da más beneficio el despedirlos.

Además los nuevos contratados cotizarán a la SS por el mínimo posible, por lo que los ingresos de la Seguridad Social se van a resentir y veremos al cierre del 2012 cifras ya preocupantes de déficit (tanto por las menores cotizaciones como por menos cotizantes).

Negro futuro el de esta España entregada al neoliberalismo más feroz, despiadado y ortodoxo. Siguen queriéndonos hacer creer que sus recetas son la solución a la crisis, cuando lo que intentan es mantener sus beneficios y trasladar la crisis al trabajador. Sin embargo son anticipo de más miseria y de profundos problemas sociales. Estoy convencido que está sociedad no puede soportar durante años seis millones de parados que son los que tendremos, y aún más, un nivel generalizado de salarios basura y tan precarios como los temporales, por más que les llamen "indefinidos", ya que el coste del despido es casi nulo.

El PP pagará una factura muy elevada por este gran error, cometido nada más empezar su legislatura. Habrá que expresar el descontento social en la calle. Y los que se queden en casa es por que no se han enterado que los siguientes son ellos o porque son empresarios, claro.

Aún espero que alguien me de una explicación (¡ya no pido una teoría económica!) para razonar por qué está medida dicen que generará empleo.

Puedo asegurar que está gente pronto serán profundamente odiados. Basta ver lo que han hecho con las oposiciones a maestro para ver el espíritu que los mueve.

Tiene razón Soraya Sáenz de Santamaría cuando afirma que esta reforma “marcará un antes y un después del mercado laboral”. Ya llegará el momento en que se acordará de esta frase. El después será tremendo.

Los jóvenes españoles pronto empezarán a entender las razones por las cuales en este país hubo una guerra civil. Viendo como la derecha española rompe de nuevo el contrato social puede comprenderse que se llegase donde se llegó. La derecha, el empresario español, vuelve a lo suyo, a la explotación del trabajador.

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