martes, febrero 14, 2012

El PP ha dinamitado España


"Lo más duro que le puede pasar a un Gobierno o a un país es no entender el mundo que le ha tocado vivir. Grandes imperios han caído por errores estratégicos, tanto por fallos de sus gobernantes como por decisiones equivocadas de sus ciudadanos, incapaces de comprender el momento histórico que pasaba por delante de sus narices".

Esto lo dice una página afin al PP, El Confidencial, en un artículo en que deja claro que cuando escribí recordando hace unos días el chiste de la farola, no iba muy desencaminado:
"la causa del desatino probablemente tenga que ver con la capacidad de influencia de los grupos de presión, que legítimamente defiende los intereses de las grandes empresas, sin dudas las más beneficiadas por la reforma laboral".

Las consecuencias de la reforma laboral anunciada la semana pasada, serán profundas e importantes para este país. Al igual que Zapatero dinamitó a los funcionarios y pensionistas en mayo del 2010 poniendo en marcha una espiral bajista en la economía, ahora el PP lanza una carga de profundidad y fulmina los derechos de todos los trabajadores españoles, dejando el contrato social al nivel del peor de los países más tercermundistas.

Que nadie se extrañe cuando oiga que ni con Franco pasaba esto. Rubalcaba ya ha advertido que estamos a niveles predemocráticos (aunque el PSOE, tal para cual, anuncia que no irá oficialmente a las manifestaciones, dejando claro que ni PP ni PSOE van a defender al trabajador). Pero Rubalcaba se queda corto, ya que el trabajador estaba mucho más defendido en los años sesenta que ahora después de la reforma.

Vamos viendo como la reforma laboral contiene muchas cosas más de las que nos han dicho. Incluso cuatro días después aparecen nuevos temas que estaban ocultos en el redactado de la ley. El primero tiene que ver con la jornada, horario y lugar de trabajo. Ahora estos pueden cambiarse a gusto del empresario sin más. Si trabajas en turno de mañana y te pasan al de noche, pues a tragar. Si trabajabas de 8 a 17 h. y ahora te dicen que jornada partida y de 7 a 12 y de 5 a 8, pues a tragar. Y si tu empresa tiene oficinas repartidas por la geografía nacional (bancos y cajas, por ejemplo), y te dicen que trabajando en La Coruña te trasladan a Cádiz, pues a tragar. Y si no aceptas, pues despido procedente, 20 días por año, máximo 12 mensualidades y si te he visto no me acuerdo.

Y más. Desaparecen los salarios de tramitación. Es decir, hasta ahora si te despedían y considerabas que el despido era no procedente y llevabas a juicio a tu empresario, seguías cobrando el sueldo hasta el día del juicio. Ahora te quedas ya desde el primer día sin un euro.

Grandes progresos que crearan empleo (no sé como). Hoy la prensa ya empieza a evaluar que esto puede ser salvaje. Estoy convencido de que este gobierno que, como el anterior, está dirigido por ineptos que no han visto un manual de economía en su vida, no han llevado a cabo el más mínimo estudio de impacto de estas medidas en el empleo nacional. Creo personalmente que el PP ha impuesto su ideología sin aquilatar las consecuencias que va a traer esto para la economía y la sociedad española.

De las empresas que cotizan en bolsa, un tercio pueden ya proceder a despedir personal, pero eso si consideramos sus datos globales. Si se toman las ventas a nivel nacional, que es lo que vale, seguramente estaremos hablando de muchas empresas más.

Vamos a asistir a una mascletá inmensa. Para abrir boca tenemos Abertis (Autopistas) que piensa despedir a 400 personas y es un ejemplo muy claro de lo que puede pasar. Hay unas nuevas máquinas de peaje que pueden realizar a la vez todos los servicios, es decir, cobro manual, tarjeta y Teletac. Y ahora como el despido es barato, sale ya a cuenta sustituir personas por máquinas. He aquí un caso, como lo serán la mayoría, en que la reforma no crea empleo, sino paro. Algo evidente para quien tenga dos dedos de frente. Lo que se obtiene con esta reforma es que las grandes empresas ganen más.

Pero aún falta otro bombazo: el cierre de 500 empresas públicas, cuyos directivos, además, serán despedidos batiendo récords de baratura (7 días por año)
(además de permitir los EREs en el sector público). ¿Cuánto desempleo generará está medida? El gobierno considera que muchas de estas actividades serán retomadas por la actividad privada y tendrán que contratar gente, por lo que compensarán las bajas en el sector público. No caen en la cuenta que las economías de escala a veces permiten absorber más volumen de trabajo con pocas personas más.

A la vista de cómo han quedado los derechos laborales de los trabajadores españoles, es decir, YA NO HAY DERECHOS, lo sindicatos pueden cerrar la barraca, ya que la única actividad que les queda es la de convocar manifestaciones y huelgas (y ni a eso se atreven).

Y por último el CINISMO, en mayúsculas, del PP.
He aquí otro ejemplo de la ya inmensamente apreciada por todos los españoles Soraya, cuando replicando a Rubalcaba en la anterior reforma laboral (una reforma light visto lo acontecido ahora) afirmaba que:

- "...la reforma es un fracaso anunciado y anticipado"
- "...(se hace) sin dialogo social y sin acuerdo político"
- "...no han convencido a los trabajadores ni a los emprendedores ni a los sindicatos"
- "...llegaron al gobierno presumiendo de talante y a golpe de decreto lo han enterrado para siempre ... y le dan la puntilla al diálogo social"
- "...el decreto del gobierno no está planteado para contratar, sino para despedir"
- "...tanto se han empeñado en demostrar a los de fuera que eran capaces de tomar decisiones dolorosas que se han olvidado de lo importante, que esas decisiones han de ser eficaces y justas"
- "... siguen insistiendo en el despido y el despido debería ser el último recurso, pero para ustedes (PSOE) es en este decreto ley el único"

Un gran bravo por esta mujer. Y aprovecho, ya que cita lo de "demostrar a los de fuera", para hacer notar un tema. Todo el mundo seguro que ha visto las imágenes de las cámaras pillando in fraganti a Rajoy primero y a Guindos después, hablando con sus colegas de la UE, anunciando las medidas que iban a tomar y sus consecuencias ("me van a montar una huelga general"). Ya vemos que este es un nuevo método de comunicación del PP, pero eso no es lo que quiero destacar. Lo importante en las escenas filmadas es el servilismo con el que se dirigen a su interlocutor, cual siervos o criados ante su amo. Por lo tanto, si hay alguien que se arrastra ante "los de fuera", ese es el PP.

Vemos que el cinismo político no tiene límites. Soraya criticaba justo lo que ahora está haciendo, pero corregido y aumentado.



Y el broche de oro lo pone Cospedal: EL PP ES UN PARTIDO QUE DEFIENDE A LOS TRABAJADORES. Ya solo me falta oír que los nazis defendían a los judíos.

Gracias a estos avances escalaremos más puestos en el índice de miseria mundial, no sea que los griegos y portugueses nos pillen (estamos peor que ellos) y alcanzar así el top mundial (Macedonia y Venezuela) del que estarán muy orgullosos nuestros Peperos y empresarios. De momento ya estamos sextos y subiendo.

Click en la viñeta para verla a mayor tamaño.
Las imágenes de Soraya se las debo a Ángel Vallelado Montesinos, que las publicó en su Facebook.

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