Escribo estas líneas cuando aún no se ha acabado el escrutinio de los votos en Catalunya. Ha ganado de forma apabullante CiU, pero sin mayoría.
No hace falta esperar al final del escrutinio para ver que CiU sólo tiene dos opciones para gobernar en minoría. Una pactando con ERC y otra con el PPC.
¿Cuál es la óptima? Pues evidentemente la del PP. Pactar con ERC obligaría a darle entrada en el Gobierno y a seguir políticas de enfrentamiento con el futuro gobierno nacional, que visto como viste y calza el personal será el PP, que ganará también de calle.
Por lo tanto lo mejor es pactar con el PP, ya que basta que se abstenga (por lo tanto puede disfrazarse el tema y aparentar que no hay pacto) y no le vote en contra para que pueda gobernar. Pero, claro, esto significa que el PP tendrá permanentemente cogido de las bolitas a CiU. Por lo tanto lo del Concierto Económico ya lo pueden archivar.
Ahora vendrá la definición de las políticas a seguir, para que no consiguiendo nada (ya que no pueden conseguir absolutamente nada), puedan seguir vendiendo la moto. Tal como he expresado en este blog, los temas de mejora económica no pasan por cambiar un líder por otro.
Al menos durante un año lo tendrán bien, ya que cabe que Zapatero se vea obligado a efectuar más políticas de ajuste, las cuales tendrá que soportar en su debe.
Pasado este primer año pasará a gobernar el PP y volveremos a oír aquello que oímos tantos años: el victimismo y que Madrid no quiere. Y naturalmente durante todo el mandato no nos dejarán de repetir lo de la Herencia. Herencia por aquí y herencia por allá, como si en la generación del endeudamiento que registramos, culpable actual de nuestros males, CiU no hubiera participado en crear la bola.
Por lo tanto veremos durante cuatro años una política de pelotas fuera, para llegar a las nuevas elecciones lo menos quemados posible.
La única salvación de CiU sería que el PP necesitase de sus votos para gobernar. Ahí se equilibraría el tema y podrían tener más libertad de acción. Pero esto no cambia nada en el tema de la economía.
Los que hoy piensen que con este cambio de Gobierno tendrán empleo o mejorará algún aspecto en lo relativo a la economía, van dados. La solución del problema está mucho más lejos.
No hace falta esperar al final del escrutinio para ver que CiU sólo tiene dos opciones para gobernar en minoría. Una pactando con ERC y otra con el PPC.
¿Cuál es la óptima? Pues evidentemente la del PP. Pactar con ERC obligaría a darle entrada en el Gobierno y a seguir políticas de enfrentamiento con el futuro gobierno nacional, que visto como viste y calza el personal será el PP, que ganará también de calle.
Por lo tanto lo mejor es pactar con el PP, ya que basta que se abstenga (por lo tanto puede disfrazarse el tema y aparentar que no hay pacto) y no le vote en contra para que pueda gobernar. Pero, claro, esto significa que el PP tendrá permanentemente cogido de las bolitas a CiU. Por lo tanto lo del Concierto Económico ya lo pueden archivar.
Ahora vendrá la definición de las políticas a seguir, para que no consiguiendo nada (ya que no pueden conseguir absolutamente nada), puedan seguir vendiendo la moto. Tal como he expresado en este blog, los temas de mejora económica no pasan por cambiar un líder por otro.
Al menos durante un año lo tendrán bien, ya que cabe que Zapatero se vea obligado a efectuar más políticas de ajuste, las cuales tendrá que soportar en su debe.
Pasado este primer año pasará a gobernar el PP y volveremos a oír aquello que oímos tantos años: el victimismo y que Madrid no quiere. Y naturalmente durante todo el mandato no nos dejarán de repetir lo de la Herencia. Herencia por aquí y herencia por allá, como si en la generación del endeudamiento que registramos, culpable actual de nuestros males, CiU no hubiera participado en crear la bola.
Por lo tanto veremos durante cuatro años una política de pelotas fuera, para llegar a las nuevas elecciones lo menos quemados posible.
La única salvación de CiU sería que el PP necesitase de sus votos para gobernar. Ahí se equilibraría el tema y podrían tener más libertad de acción. Pero esto no cambia nada en el tema de la economía.
Los que hoy piensen que con este cambio de Gobierno tendrán empleo o mejorará algún aspecto en lo relativo a la economía, van dados. La solución del problema está mucho más lejos.