Excelente artículo de José María Ruiz Soroa en El País del sábado pasado, artículo que se basa bastante en la información aportada sobre la democracia española por Vargas-Machuca, Pérez Yruela y otros en su estudio titulado Calida de la democracia en España. Una auditoría ciudadana, publicado por Ariel.
Y he aquí algunos datos que ponen los pelos de punta a cualquiera.
El interés de los españoles por la política es el peor de Europa, con un bajísimo 3,77 %. La incompetencia política de la sociedad española es espectacularmente alta. La más elevada de Europa con un 21,58. Preocupados la mayoría por lo que hace Belén Esteban no son de extrañar estas cifras.
Sociedad extraña la española. La más situada a la izquierda de Europa es lógicamente la que más reclama el intervencionismo del estado (un 80% de españoles). Debería resultar así una sociedad muy reformista y activa respecto a su sistema político, pero lo que aparece es todo lo contrario: una sociedad con el índice europeo más bajo de interés por la política, muy incompetente para comprenderla, con unos niveles de asociacionismo ciudadano y de capacidad crítica para con las decisiones públicas ínfimos. Pero, colmo de incongruencia, es también una de las sociedades europeas más satisfechas con su democracia (5,82) y una de las más "felices" del continente en general (7,69, nota solo superada por los países nórdicos). Toma ya, lo que hay que ver.
¿A que se debe esta incongruencia? ¿Se trata de cinismo democrático? ¿No nos queremos implicar ya que esto supone mucho trabajo?
Y no nos implicamos porque creemos que no sirve para nada. Y el funcionamiento defectuoso de la democracia por falta de implicación nos ratifica en nuestra opinión. Terrible circulo vicioso.
Pero este desafecto ciudadano permite a los partidos políticos ir a su aire y ser cada vez más irresponsables y sectarios. Los políticos por un lado y la sociedad por otro. Hasta la corrupción deja de tener costes para los políticos y la gente sigue votando a los corruptos como si nada hubiese pasado.
Leer todo el artículo.
Y he aquí algunos datos que ponen los pelos de punta a cualquiera.
El interés de los españoles por la política es el peor de Europa, con un bajísimo 3,77 %. La incompetencia política de la sociedad española es espectacularmente alta. La más elevada de Europa con un 21,58. Preocupados la mayoría por lo que hace Belén Esteban no son de extrañar estas cifras.
Sociedad extraña la española. La más situada a la izquierda de Europa es lógicamente la que más reclama el intervencionismo del estado (un 80% de españoles). Debería resultar así una sociedad muy reformista y activa respecto a su sistema político, pero lo que aparece es todo lo contrario: una sociedad con el índice europeo más bajo de interés por la política, muy incompetente para comprenderla, con unos niveles de asociacionismo ciudadano y de capacidad crítica para con las decisiones públicas ínfimos. Pero, colmo de incongruencia, es también una de las sociedades europeas más satisfechas con su democracia (5,82) y una de las más "felices" del continente en general (7,69, nota solo superada por los países nórdicos). Toma ya, lo que hay que ver.
¿A que se debe esta incongruencia? ¿Se trata de cinismo democrático? ¿No nos queremos implicar ya que esto supone mucho trabajo?
Y no nos implicamos porque creemos que no sirve para nada. Y el funcionamiento defectuoso de la democracia por falta de implicación nos ratifica en nuestra opinión. Terrible circulo vicioso.
Pero este desafecto ciudadano permite a los partidos políticos ir a su aire y ser cada vez más irresponsables y sectarios. Los políticos por un lado y la sociedad por otro. Hasta la corrupción deja de tener costes para los políticos y la gente sigue votando a los corruptos como si nada hubiese pasado.
Leer todo el artículo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario