jueves, noviembre 04, 2010

Descubriendo Collserola


Mis avances ciclistas van siendo notorios y ayer jueves llegó el momento de hacer algo más duro.

Contaba para ello con mi vecino, Román, gran aficionado a la bici de montaña, que ahora, con el mismo tiempo libre que dispongo yo, me mostró el miércoles las posibilidades ciclistas de Collserola, ahora ya Parque Natural desde hace unos días, parque que tenemos a las puertas de la gran ciudad y que muchos desconocen y que yo desconocía en gran parte.

Román me ha enseñado una ruta en circuito (que naturalmente puede tener infinitas variantes) estupenda para pasar un rato por la mañana. Disfrutando de una temperatura excepcional para ser Noviembre, dejamos el coche al comienzo de la calle Alta de Roquetes (85 m.) y desde allí partimos en subida algo exigente para mis capacidades actuales, hasta el Turó d’en Gras (286 m.). Desde allí bajamos cercanos a la carretera que va al cementerio de Collserola, pasando luego próximos a la ermita de St. Iscle de les Feixes y girando posteriormente hacia el oeste, donde rodamos por la cota mas baja del recorrido por el lado norte de la Sierra.

Llegamos hasta el área de “esparcimiento” del Torrent de Can Coll. Aquí descansamos un rato y nos hicimos una cervecita, para tomar, girando al sur, y sólo por un momento, la carretera que viene de Cerdanyola (Montflorit). En el Km. 3 nos desviamos, pasando por el Coll de la Torrefera, hacia Can Borrell, masía-restaurante a la que se puede acceder por pista y donde se puede comer muy bien (tomo nota).

Después Román me mostró el Forn Ibèric y la ermita de Sant Adjutori, desviándonos un momento del recorrido por el GR6. A partir de aquí y poco a poco viene la larga subida que nos llevó hasta el Turó de la Magarola, punto más alto del trayecto (casi 400 m.).

Luego la carretera llanea por todo lo alto (preciosas las vistas para todos los lados) y pasando por el Turó del Trac llegamos al Turó de Valldaura donde gradualmente ya se baja un poco hasta llegar de nuevo al Turó d’en Gras por donde habíamos pasado al subir.

Aquí tomamos otra opción y bajamos haciendo el recorrido más largo, pasando por Torre Baró. Siempre había visto este extraño edificio omnipresente en el horizonte derecho de la sierra, pero nunca había estado en sus proximidades. Excelentes las vistas de la ciudad en este punto. Primaveral todo.

Un recorrido excelente, con 680 m. de desnivel acumulados y 26,2 Km. 1177 calorías quemadas.

Remarcar que tan sólo llevábamos recorridos 8 km. cuando ya estábamos en medio de campos de cultivo y con rebaños de ovejas. Me parecía increíble estando tan próximos a la gran urbe.


En colores variados (rojo, la zona de más altura del recorrido, azul, la más baja) el recorrido efectuado (grabado con el Forerunner).

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