He aquí un ejemplo de la deriva que está tomando nuestra
sociedad. Ya escribí hace poco sobre el accidente de Gredos y lo inusual del
caso, ya que ha sido la Guardia Civil la que ha imputado al organizador de la
excursión acusándole de «denegación de auxilio y homicidio imprudente».
Gobernando el PP ya todo es posible. Todo ha de ser un negocio. Hoy me he reído mucho
cuando el genial director de cine Ken Loach, proponía privatizar el entierro de Margaret Thatcher.
Aquí vemos como vamos también hacia la creación de un
buen business, con las aseguradoras detrás (y los bancos). Nada más y nada menos
proponen que salgas a la montaña con un seguro de responsabilidad civil que te
cubra las demandas de tus propios compañeros o de sus familias si estos fallecen,
aunque sea por las condiciones atmosféricas o porque no tienen capacidad física
suficiente. O sea, aunque no tengas culpa alguna.
Miles de seguros a la vista o a federarte y además pagar a
un club. No creo que lo consigan. Falraría más. Dudo que la denuncia
de la Guardia Civil (aunque abogados-buitres-picapleitos ya estarán
sobrevolando las familias afectadas con propuestas de rapiña contra el pobre
monitor amateur) prospere. Y si prospera estaremos ante una manifestación evidente de la
tendencia actual que es asustar a esta sociedad con todo, para que pague por
todo.
Por cierto, el jurista José María Nasarre, autor del artículo en Desnivel que ha sacudido al mundo montañero, no nos dice donde trabaja.
José Luis Sampedro, fallecido el pasado domingo, ya nos
advertía sobre el miedo como negocio (ver la última entrevista).
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