Volvimos esta Semana Santa a visitar esta preciosa ermita
situada en un sitio increíble y enseñarles a nuestros amigos, Pili y Vicente, esta
pequeña maravilla.
No había estado en la ermita desde que en el 2004 escalamos la vía entonces recientemente abierta que seguía toda la cresta desde el pantano hasta
la ermita. Una auténtica aventura que acabó en plena noche. Un peliculón
inolvidable.
Y desde que la había visitado en coche aún habían pasado más
años y ya no me acordaba por donde se tomaba la pista que lleva al Estall y a
Montfalcó. Para abrir boca me metí en una pista (que indicaba “Montafalcó”) de
mala muerte (antes de Viacamp dirección Viella) solo apta para 4X4. Media
vuelta y en Viacamp pregunté en el bar. Total que la excelente pista sale del
mismo pueblo y está señalizada perfectamente (Estall-Montfalcó) llevando al Albergue Casa Batllé,
desde donde en diez minutos andando llegamos a la ermita.
La ermita se construyó a mediados del siglo XI y participa
de las características del románico ribagorzano.
Se restauró en 1996 ya que tenía la cubierta
deteriorada aunque los muros se mantenían muy bien. La restauración se efectuó
con ayuda de helicóptero (los andamios se anclaron a la pared, en pleno precipicio)
dado el lugar donde se halla. Cuesta pensar como en el siglo XI pudo
construirse en lo alto de la cresta esta diminuta joya.
La vista desde la ermita del pantano de Canelles y del desfiladero de Mont-Rebei es impresionante.
La vista desde la ermita del pantano de Canelles y del desfiladero de Mont-Rebei es impresionante.
Ahora la pista llega hasta el embalse desde la casa-albergue, por lo que puede combinarse la visita con un baño y después una
comida en Puente de Montañana. Si no se ha cruzado el desfiladero de Mont-Rebei, es el momento de hacerlo.
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