En Catalunya somos pioneros. Estamos demostrando como lo público y lo privado se mezcla perfectamente para que el dinero público fluya hacia lo privado. ¿Alguien pensaba que podía ser al revés?
El último invento ha consistido en crear agencias privadas de colocación de parados.
Parece ser que el paro que tenemos, o sea los cinco millones y pico (caminito de los seis) son consecuencia de que las agencias públicas de colocación son muy ineficientes. Hay multitud de empresas que están demandando trabajo (hay una oferta impresionante) y como lo público no funciona nada (por principio), pues la gente no consigue así trabajo y las empresas tienen multitud de puestos sin cubrir (hago una pausa en la escritura para reírme un rato).
Y los cerebros a los que algunos han votado, han encontrado la solución: permitir que sean las empresas privadas las que coloquen a los parados.
Naturalmente no lo harán gratis y cobrarán comisión por persona colocada. Está comisión procederá de las arcas públicas, es decir de nuestros bolsillos, por lo que pagaremos al capital privado por hacer un trabajo que antes no suponía desembolso alguno.
Pero naturalmente la cosa no acaba aquí. ¿Quién garantiza que no cobrarán comisiones de las empresas? ¿Quién garantiza que no cobrarán de los parados, quienes estarán dispuestos a pagar un buen pellizco con tal de que les coloquen?
Mafia a la vista. Apunto la fecha y me pregunto cuanto tiempo pasará antes de que veamos que pillan a alguien en esta nueva versión de la trata de mano de obra. Hasta habrá algún caso de solicitud de favores sexuales. Al tiempo.
El último invento ha consistido en crear agencias privadas de colocación de parados.
Parece ser que el paro que tenemos, o sea los cinco millones y pico (caminito de los seis) son consecuencia de que las agencias públicas de colocación son muy ineficientes. Hay multitud de empresas que están demandando trabajo (hay una oferta impresionante) y como lo público no funciona nada (por principio), pues la gente no consigue así trabajo y las empresas tienen multitud de puestos sin cubrir (hago una pausa en la escritura para reírme un rato).
Y los cerebros a los que algunos han votado, han encontrado la solución: permitir que sean las empresas privadas las que coloquen a los parados.
Naturalmente no lo harán gratis y cobrarán comisión por persona colocada. Está comisión procederá de las arcas públicas, es decir de nuestros bolsillos, por lo que pagaremos al capital privado por hacer un trabajo que antes no suponía desembolso alguno.
Pero naturalmente la cosa no acaba aquí. ¿Quién garantiza que no cobrarán comisiones de las empresas? ¿Quién garantiza que no cobrarán de los parados, quienes estarán dispuestos a pagar un buen pellizco con tal de que les coloquen?
Mafia a la vista. Apunto la fecha y me pregunto cuanto tiempo pasará antes de que veamos que pillan a alguien en esta nueva versión de la trata de mano de obra. Hasta habrá algún caso de solicitud de favores sexuales. Al tiempo.
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