Ya escribí no hace mucho sobre las encuestas y su utilización con el fin de manipularnos. Veo que vamos a tener sesiones intensivas.
Cuanta mayor dosis de acciones contra nuestro bolsillo, más encuestas manipuladas veremos a efectos de anestesiarnos, para demostrarnos que los equivocados somos nosotros si no nos gusta la política económica actual.
La que hoy publica (¡y en primera página, con letras bien grandes!) El País, no tiene desperdicio. Afirma que los españoles estamos encantados con los recortes. Por lo tanto si los recortes no te gustan, eres una rara avis. Eso sí, no nos ha gustado que nos suban impuestos. Todo en su justa dosis para hacer la encuesta creíble.
A pesar de que los recortes nos llevarán a un salto cuantitativo espectacular en el paro (¿medio millón más de parados, como ya avanzan muchos?), esto parece ser que es estupendo y que arreglará este país, y es que para eso se ha votado al PP, para que haya más paro, para que acabe de destruirlo todo en una “espiral de la muerte”, como la denomina Krugman.
Y es que los parados son los otros. Igual que cuando les preguntan a los encuestados si ven bien que se les congele el salario a los funcionarios. ¡Pues claro, faltaría más! contestan encantados también. Como son los otros…
La carcajada mayor de la encuesta la origina la valoración de los ministros. Salga usted a la calle, coja una persona cualquiera y pregúntele por el nombre de seis ministros. ¡Venga!, haga la prueba.
Pues bien, no solo parece ser que los conocemos a la perfección, sino que después de tres semanas gobernando ya podemos valorarlos, o sea, puntuarlos. ¡Un grado de conocimiento de los políticos sin parangón el de los españoles! Naturalmente si observamos la puntuación veremos que todos oscilan entorno al cinco, excepto Ruiz Gallardón, que ese sí que suena un poco más. Cuando no se tiene ni idea, pues se suelta un cinco, ni fu ni fa, y ya está valorado. A medida que el encuestador va preguntando hay que despistar y no ponerles cinco a todos, ya que se evidenciaría la ignorancia del encuestado, así que de vez en cuando, pues un cuatro, o un seis y así obtenemos, los 5,1/5,5/5,4 etc. Un cachondeo.
Y para acabar el jolgorio de esta encuesta-regodeo, las preferencias de los amos de El País quedan claras (hay que aprovechar la ocasión para manifestarlas): prefieren a Rubalcaba antes que a Chacón y apoyan la política neoliberal del PP, que les va a traer pingües beneficios al periódico con la reforma laboral en ciernes.
Y algo que me deja anodado en las encuestas de El País. Siempre, para cada pregunta, se interroga al encuestado si es votante del PP o del PSOE. ¿Es que no existen otras opciones políticas?
Da asco.
Cuanta mayor dosis de acciones contra nuestro bolsillo, más encuestas manipuladas veremos a efectos de anestesiarnos, para demostrarnos que los equivocados somos nosotros si no nos gusta la política económica actual.
La que hoy publica (¡y en primera página, con letras bien grandes!) El País, no tiene desperdicio. Afirma que los españoles estamos encantados con los recortes. Por lo tanto si los recortes no te gustan, eres una rara avis. Eso sí, no nos ha gustado que nos suban impuestos. Todo en su justa dosis para hacer la encuesta creíble.
A pesar de que los recortes nos llevarán a un salto cuantitativo espectacular en el paro (¿medio millón más de parados, como ya avanzan muchos?), esto parece ser que es estupendo y que arreglará este país, y es que para eso se ha votado al PP, para que haya más paro, para que acabe de destruirlo todo en una “espiral de la muerte”, como la denomina Krugman.
Y es que los parados son los otros. Igual que cuando les preguntan a los encuestados si ven bien que se les congele el salario a los funcionarios. ¡Pues claro, faltaría más! contestan encantados también. Como son los otros…
La carcajada mayor de la encuesta la origina la valoración de los ministros. Salga usted a la calle, coja una persona cualquiera y pregúntele por el nombre de seis ministros. ¡Venga!, haga la prueba.
Pues bien, no solo parece ser que los conocemos a la perfección, sino que después de tres semanas gobernando ya podemos valorarlos, o sea, puntuarlos. ¡Un grado de conocimiento de los políticos sin parangón el de los españoles! Naturalmente si observamos la puntuación veremos que todos oscilan entorno al cinco, excepto Ruiz Gallardón, que ese sí que suena un poco más. Cuando no se tiene ni idea, pues se suelta un cinco, ni fu ni fa, y ya está valorado. A medida que el encuestador va preguntando hay que despistar y no ponerles cinco a todos, ya que se evidenciaría la ignorancia del encuestado, así que de vez en cuando, pues un cuatro, o un seis y así obtenemos, los 5,1/5,5/5,4 etc. Un cachondeo.
Y para acabar el jolgorio de esta encuesta-regodeo, las preferencias de los amos de El País quedan claras (hay que aprovechar la ocasión para manifestarlas): prefieren a Rubalcaba antes que a Chacón y apoyan la política neoliberal del PP, que les va a traer pingües beneficios al periódico con la reforma laboral en ciernes.
Y algo que me deja anodado en las encuestas de El País. Siempre, para cada pregunta, se interroga al encuestado si es votante del PP o del PSOE. ¿Es que no existen otras opciones políticas?
Da asco.
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