Me he empezado a quedar corto de forma manifiesta. Cuando escribí los 40 puntos que aplicaría Rajoy en los tres meses de terror posteriores a su elección, no pensé que algunas cosas podrían llegar tan lejos. En relación al medio ambiente pensé, eso sí, en algo evidente y por eso no lo incluí entre los 40 puntos: la autorización para alargar la vida de las centrales nucleares obsoletas.
Pero lo que no me podía imaginar era el ataque al medio ambiente que perpetra el PP, avanzado hoy por Cañete, quien anuncia la simplificación de los trámites ambientales, lo que traducido significa que no habrá trámites ambientales, ya que todo será aprobado sin problema (adiós, por ejemplo, a la carretera actual en el Congosto del Ventamillo que da acceso al Valle de Benasque, carretera preservada hasta la fecha).
Parece imposible, pero están pensando en tirar atrás la ley de Costas: una reforma legal a fondo para "poner en valor el litoral" para "armonizar el desarrollo económico con la decidida protección de los recursos naturales". Naturalmente esto no estaba en el programa electoral.
El cambio legal es extremadamente complejo porque en los más de 20 años desde la aprobación de la ley que rige ahora, ha habido expropiaciones y derribos de cientos de propiedades, y sus dueños ahora podrían pedir compensaciones al Estado. ¿Tendremos que devolver el dinero y encima ver como se reconstruyen esas barbaridades ecológicas que se edificaron en la costa, ilegalmente? ¿Ahora las convertiremos en legales?
No contentos con destrozar el litoral de nuevo y convertirlo en un chiringuito sin fin, también los Parque Nacionales han entrado en el punto de mira del gobierno, ya que evidentemente son susceptibles de crear negocio (privado, por descontado). Construyamos un teleférico al Aneto, hagamos hoteles en los parques, permitamos la caza, eso sí, controlada (pagando), amplíemos las estaciones de esquí (aunque no haya nieve), hagamos más campos de golf (aunque no haya agua) y así sin limíte.
El discurso de Cañete está muy claro: el medio ambiente no puede frenar el desarrollo económico, o sea, en román paladino, los negocios de los amiguetes del PP.
¿Este es el modelo que cambiará la economía de España: otra vez más ladrillo y más chiringuitos?
El PP arrasando el país. La semana que viene, más.
Fotografía: el cañón de Ordesa visto desde la cumbre de la Soum de Ramond (3.254 m.). Foto tomada en mi ascensión a esta cumbre el 4-10-2011.
Pero lo que no me podía imaginar era el ataque al medio ambiente que perpetra el PP, avanzado hoy por Cañete, quien anuncia la simplificación de los trámites ambientales, lo que traducido significa que no habrá trámites ambientales, ya que todo será aprobado sin problema (adiós, por ejemplo, a la carretera actual en el Congosto del Ventamillo que da acceso al Valle de Benasque, carretera preservada hasta la fecha).
Parece imposible, pero están pensando en tirar atrás la ley de Costas: una reforma legal a fondo para "poner en valor el litoral" para "armonizar el desarrollo económico con la decidida protección de los recursos naturales". Naturalmente esto no estaba en el programa electoral.
El cambio legal es extremadamente complejo porque en los más de 20 años desde la aprobación de la ley que rige ahora, ha habido expropiaciones y derribos de cientos de propiedades, y sus dueños ahora podrían pedir compensaciones al Estado. ¿Tendremos que devolver el dinero y encima ver como se reconstruyen esas barbaridades ecológicas que se edificaron en la costa, ilegalmente? ¿Ahora las convertiremos en legales?
No contentos con destrozar el litoral de nuevo y convertirlo en un chiringuito sin fin, también los Parque Nacionales han entrado en el punto de mira del gobierno, ya que evidentemente son susceptibles de crear negocio (privado, por descontado). Construyamos un teleférico al Aneto, hagamos hoteles en los parques, permitamos la caza, eso sí, controlada (pagando), amplíemos las estaciones de esquí (aunque no haya nieve), hagamos más campos de golf (aunque no haya agua) y así sin limíte.
El discurso de Cañete está muy claro: el medio ambiente no puede frenar el desarrollo económico, o sea, en román paladino, los negocios de los amiguetes del PP.
¿Este es el modelo que cambiará la economía de España: otra vez más ladrillo y más chiringuitos?
El PP arrasando el país. La semana que viene, más.
Fotografía: el cañón de Ordesa visto desde la cumbre de la Soum de Ramond (3.254 m.). Foto tomada en mi ascensión a esta cumbre el 4-10-2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario