lunes, enero 16, 2012

No son chantajistas, Iñaki, son otra cosa peor


Iñaki Gabilondo arremete hoy contra las agencias de rating, a las que califica de vulgares chantajistas.

Evidentemente, como ya sabemos, la crisis, y en especial el problema de la deuda, está sirviendo para quitarle al trabajador todos los derechos y logros sociales conseguidos en las últimas décadas, en un viaje sin fin hacia el Capitalismo de Manchester y Liverpool.

Aparentemente las agencias de rating americanas están jugando un papel notable en está labor, al forzar a los gobiernos a tomar medidas neoliberales en beneficio del Capital. Por lo tanto no va desencaminado Gabilondo.

Pero hay algo más y especialmente prioritario para estas agencias. Estamos en plena guerra económica y, como siempre ha ocurrido en otras crisis anteriores, los países tratan de pasar la patata caliente al vecino.

Si alguien está endeudado a niveles siderales, estos son EE.UU. y especialmente el Reino Unido. Vimos como S&P bajó ligeramente, no hace mucho, la calificación de la deuda norteamericana, pero ya no la degradará más. Esto fue una buena jugada para limpiar conciencias y una vez hecho esto se han dedicado con ahínco a machacar la deuda europea, que es el objetivo principal.

Y es que en esta guerra las agencias de Rating son la primera línea de la infantería económica anglosajona. No hay duda de que EE.UU. no tendrá más remedio que efectuar un QE3, es decir, proceder a efectuar otra colocación de billetes (llevan ya dos), único método de pagar la deuda salvaje que tienen. Fabricar billetes siempre ha sido el recurso más manido por parte de los gobiernos a lo largo de la historia.

Para proceder por tercera vez a inundar el planeta de billetes y que no se devalúe el dólar (ya sabemos que lo que mucho abunda vale poco), lo cual les encarecería sus compras exteriores y como ¡los yanquis lo compran ya todo fuera!, es necesario hacerlo apetecible.

Si esto no se puede hacer directamente se puede lograr de forma indirecta: haciendo que el Euro sea eternamente sospechoso, que se vendan euros por miedo y se compren dólares. Y quien dice los billetes, también dice los activos nominados en euros, ya que al final hay un intercambio de dinero. Es decir, buscar que se venda deuda europea y se compre norteamericana, asegurando así que el agujero de déficit americano se cubra sin problemas y con tipos de interés baratos.

En estos momentos el dólar ya está a 1,267 €, una buena devaluación del euro y por lo tanto apreciación del dólar. Ahora tienen recorrido ya para darle a la manivela y si el dólar se devalúa y vuelve a 1,35 a consecuencia de los nuevos billetes, ¡pues ahí es donde estaba no hace mucho y todos tranquilos y contentos ya que el colocón se habrá realizado con éxito!

Los métodos que practica EE.UU., métodos de guerra económica abierta, suponen una fractura total EE.UU./Europa (excluyendo claro a UK, que es ya un portaviones USA en Europa) que se materializará totalmente cuando Sarkozy, quien tiene un pie en Europa y otro en EE.UU, sea sustituido en Francia por Hollande, con quien el europeísmo se reforzará.

Makerwatch ya nos mostraba hace unos días como funciona esto, presentando a Hollande como un político antieuro, cuando es todo lo contrario. Guerra de desinformación por todos los lados intentando confundir a los mercados.

Los intentos de focalizar los problemas en Europa (que los tiene) agrandándolos en beneficio de EE.UU. que los tiene mucho mayores será una constante. El tema es que el juego de la degradación permanente ya está tocando fondo. Es decir, se les está viendo el plumero y los mercados empiezan a ignorar este juego, tal cual ocurría en el cuento del lobo.

Adjunto el esquema que The Big Picture presentaba ayer indicando las posibles salidas para el euro. Un esquema de perogrullo.

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