Para aquellos que no hayan leído el artículo de Marcelino Iglesias sobre Joaquín Costa, aquí tienen el enlace.
Ayer se inauguraron en Graus los actos conmemorativos del centenario del fallecimiento de Costa.
Ver artículo en el Alto Aragón (en el vídeo se ve por unos momentos a mi sobrina Irene hablando con Marcelino).
Y una foto de Irene (en el micro de la izquierda) leyendo su texto en el acto.
Ayer se inauguraron en Graus los actos conmemorativos del centenario del fallecimiento de Costa.
Ver artículo en el Alto Aragón (en el vídeo se ve por unos momentos a mi sobrina Irene hablando con Marcelino).
Y una foto de Irene (en el micro de la izquierda) leyendo su texto en el acto.
Entradas
1 comentario:
De Costa, como está muerto y no puede levantarse para desmentir a nadie, unos aprovechan el tajo bajo, otros el solomillo, y los más el aura. Yo te pego aquí mi fragmento de Costa sacado algo de su contexto, pero Costa escritor, como tu eres autor de tu blog y yo de mi comentario.
"Fue la "libetad" bandera de la España nueva por espacio de más de medio siglo: ni ciencia, ni agricultura, ni escuelas , ni canales, ni legistación social, ni autonomía antillana, ni expansión colonial por Africa; en nada de eso se pensó: no alentó en ella otro ideal que la libertad; dos generaciones se pasaron la vida gritando ¡Viva la libertatad! (...) Luego que la vieron (la libertad) despues del 29 de setiembre , asaltar tumultuosamente la Gaceta (hoy sería el BOE), vestida con traje de ley, de decreto, de Constitución, de sufragio, de Parlamento, nos dimos por pagados y satisfechos, y el grito aquel fue mandado recoger, persuadidos de que había quedado sin objeto, de que España había entrado por fin en el concierto de os pueblos libres y propiamente europeos. De esta convicción hemos estado viviendo treinta y dos años. dificilmente la psicología de las muchedumbres podría señalar en la historia un caso de auto-sugestión más asombroso que este. Sentíamos la opresión, tocábamos sus frutos en las oficinas, en los tribunales, en las corporaciones, en los colegios electorales, en las cárceles, pero no atinábamos con la causa, limitándonos a extrañarnos de que las cosas siguieran lo mismo después que la libertad se había hecho carne por los constituyenes en los grandes días, como deciamos, de la revolución"
Si cambiamos 1868 por 1978, podemos tararear, con Julio Iglesias, "La vida sigue igual"; y la articipación de tu sobrina en el acto que reseñas creo que puede calificarse como corrupción, intelectual, de menores.
Ambrosio Demetrio Ezquerra Trillo 73.189.676.L
Publicar un comentario