martes, mayo 22, 2012

"Las dos próximas recesiones" de Juan Ignacio Crespo

A Juan Ignacio Crespo lo conocí a través del programa que Iñaki Gabilondo emitía todas las noches en la CNN. Programa selecto comparado con lo que se emite en TV, donde no se solían decir tonterías ni disparates y donde los tertulianos daban una cierto nivel. Juan Ignacio Crespo era mi plato preferido. Lástima que el programa se fue a pique dicen que por falta de audiencia. 

Entre los tertulianos destacaban Joaquín Estefanía y Juan Ignacio Crespo. También aparecía por allí un sociólogo que, mira por donde, como labia no le faltaba ni le falta, ha llegado a ministro. Me refiero a José Ignacio Wert, que buena la está liando. 

Juan Ignacio Crespo, si no me equivoco, trabajaba o trabaja en Thompson Reuters (Director para Europa) lo que le ha permitido estar plenamente inmerso en datos y gráficos económicos. Su curriculum económico es prodigioso y variopinto y asusta al más pintado. 

Dice la pestaña del libro que iba para astrónomo pero se licenció en Matemáticas. Iba para investigador en lógica modal y gramáticas bidimensionales y terminó de financiero. Iba para originador de deuda pública y terminó dirigiendo una gestora de fondos de inversión. Pertenece al Cuerpo Superior de Estadísticos del Estado y ha sido profesor universitario. Desde la Dirección del Tesoro se ocupó de negociar la Deuda Española y posteriormente fue directivo en la Corporación Caja Madrid (de donde salió despedido por causas ideólogicas al tomar el PP el gobierno de esta Caja). Ha sido presidente de gestoras de fondos de inversión y director de sociedades de valores y bolsa. También ha ocupado cargos directivos en Telefónica y Caja Duero. 

Embebido de ellos Crespo centra el libro en los gráficos y a partir de ellos nos advierte que el futuro (ya me lo suponía) no es nada halagüeño, siendo así que las recesiones no han acabado (EE.UU. y Europa) y que tendremos más ración de ricino. Mal vamos. 

Supongo que Crespo se arrepintió en su día de no haber publicado lo que vio a través de los gráficos, aunque en el 2002 ya anunció la gran recesión actual. Su entorno más inmediato sabe que vaticinó lo que ha llegado, pero eso sirve más bien de poco. Y supongo que ahora, viendo lo que ve, y habiendo acertado antes ante unos pocos, quiere ahora advertirnos a todos de lo que ve venir a través de esos gráficos. 

Textualmente nos dice lo siguiente al final del libro: “A partir de 2018 o 2020, se producirá un nuevo y largo período de prosperidad otra vez. Lo bancos ya habrán recompuesto sus balances y podrán prestar. Los excesos de capacidad del sector inmobiliario se habrán reabsorbido y los de otros sectores (tecnológico, automóvil), también… Como de costumbre se volverá a la expansión del crédito y las bases del nuevo crecimiento se sustentarán sobre los mismos y frágiles fundamentos sobre los que se han apoyado durante los últimos treinta años. Por lo que la etapa de prosperidad tendrá cuerda hasta 2038 sin graves problemas…” .

Pero, ¿y hasta el 2020? Pues dos recesiones más…, aunque una ya es la que estamos disfrutando. Afirma Crespo que “lo más probable es que ninguna sea más intensa que la última (2007-2009)”, quien vaticina que estas dos recesiones estarán separadas por intervalos de crecimiento más o menos fuerte. 

También vaticina inflación en el período 2013-2014 y deflación después (2016-2017). Crespo hace un recorrido corto por las causas de la crisis (historia de tres depresiones sectoriales) y a partir de los datos actuales y de lo que descuentan las bolsas nos anticipa el futuro que ve. Para ello se basa en un análisis tradicional: los ciclos económicos que no han desaparecido y que seguirán ahí ya que son consustanciales al capitalismo. 

Después de dejarnos claro que el Euro seguirá en su sitio (le da una probabilidad de supervivencia del 98%; que en esta vida hay que saber cubrirse), con un razonamiento simple: demasiado grande para caer, ya que es una divisa de reserva mundial. 

Ya vi en varias ocasiones en el programa de Gabilondo, que a Crespo le preocupan las economías de los países emergentes y especialmente la China (ver por cierto este artículo del FT de hace unos días y este del BW). A este tema dedica varios capítulos siendo muy pesimista con China, vaticinando la explosión de la burbuja inmobiliaria y financiera y atreviéndose a predecir que esto llevará a cambios políticos. 

No acaba el libro sin dejar de tocar el tema bancario y la necesidad de capitalizar los bancos dedicando unas cuantas líneas a enseñar a los profanos lo que significa capitalizar los bancos, dejando muy claro uno de los procesos en que está metida de lleno la banca española y que es un problema grave. Si los bancos han de capitalizarse más por obligación legal y el dinero no acude para aumentar ese capital, el banco no tiene más remedio que reducir el negocio, o sea el balance, lo que significa reducir el crédito. Y así está la empresa española padeciendo que la banca cierre el grifo. Muchas empresas se irán al garete por la falta de oxígeno crediticio. 

Aprovecha la ocasión para recordar que las Cajas eran un bien colectivo, público, y que todo eso se ha perdido, además de su obra social, y los culpables son sus gestores y en menor medida los políticos. Y dada su formación y los cargos desempeñados en su vida laboral, no podía faltar un capítulo dedicado a exonerar a los mercados de toda culpa en esta crisis con un sencillo argumento: siempre han estado ahí desde que hay capitalismo y si se han intentado borrar del mapa (Rusia) han vuelto con toda su virulencia. 

Discutible el tema, ya que si bien los mercados obviamente han existido siempre, no la han hecho sin embargo con el dominio salvaje que muestran actualmente. Pero esta es mi opinión. 

Un libro interesante y variado pero en el que nadie leerá ni una línea analizando un poco las consecuencias políticas y los problemas sociales que se pueden derivar de esta crisis, ya que es un libro aséptico sobre la recesión. Ya se sabe, los gráficos son fríos.

Sobre el paro se atreve a predecir unas cifras para España nada halagüeñas, cosa que ya todos sospechábamos, especialmente después de la destrucción laboral en curso. Y la solución que da es la solución neoliberal del PP: crear empleo generando puestos de trabajo de baja calificación (o sea mal pagados) al estilo chino. 

Y un único pero. Me sobra el prólogo escrito por Luis de Guindos y le agradezco que diga en voz alta que la Ciencia Económica no es tal Ciencia. Es una Ciencia no exacta, que trata de entender la realidad, cosa que no acaba de conseguir nunca.

Juan Ignacion Crespo también colabora ocasionalmente con El País donde escribe artículos a menudo. Ver un interesante artículo que escribió en marzo.

  

1 comentario:

Anónimo dijo...

Creo que el error de la "ciencia" económica es creer que hay materias primas para seguir creciendo indefinidamente, con ciclos y todo.
Parece ser un Economista de la vieja escuela.

 
View blog top tags