BANKIA: la punta del iceberg

Es el momento de recordar la afirmación de Zapatero efectuada en el 2008 durante una visita a Nueva York: “Nuestro sistema financiero es el más sólido de la Comunidad Internacional". Pero puestos a decir tonterías también afirmó que "España recuperará pronto la senda de su crecimiento potencial”. Y más aún: “el objetivo es superar a Francia en renta pér capita en tres o cuatro años”. Ahí queda eso. 

Lo malo es que nos vamos olvidando de tanta majadería. Ahora el turno de las sandeces le toca a Rajoy quien en pocas semanas lleva ya acumuladas unas cuantas sin olvidar su famosa frase cuando se hundió el Prestige: “hilillos como de plastilina de manera vertical". 

Ahora le toca a los hilillos financieros, económicos, políticos y sociales. Como escribí en su día (ya en el 2008) la afirmación de que nuestro sistema bancario estaba a salvo de cualquier problema ya que no teníamos subprime y de que España no había burbuja inmobiliaria, fue la mentira mejor montada hasta la llegada de Rajoy al Gobierno con su "reforma laboral creadora de empleo", quien se va superando día a día y las mentiras ya van de tres en tres, al igual que Messi con los goles.  

Lo que ha ocurrido esta semana con Bankia es más o menos la culminación de un proceso. Un proceso de ocultación que lleva cuatro años tratando de esconder lo imposible: que las cajas españolas en su gran mayoría estaban quebradas debido a la explosión de la burbuja inmobiliaria, la crisis y la falta de financiación de la banca española. 

Bankia es la punta del iceberg que sale a la luz con toda su potencia. Hasta ahora eran unas Cajas relativamente pequeñas las que estaban en la UVI. Ahora, Bankia, la cuarta entidad financiera española, pone en evidencia lo grande que es el iceberg. La porquería inmobiliaria española es de unas dimensiones impresionantes. Y nuevamente será el Estado (ese que rechazan tanto los neoliberales para lo que les interesa pero que tanto aman cuando se trata de salvar empresas y bancos) quien deberá acudir a salvar una vez más a otro banco, capitalizando el préstamo que en su día se le concedió para ayudar a la fusión de las siete entidades que conforman ahora Bankia. 

Que no le quepa la duda a nadie que es dinero perdido. Si antes era un préstamo que producía intereses ahora es directamente un quebranto ya que las pérdidas de Bankia se comerán todo su capital. Al menos la quiebra en su día de Enron, que supuso la quiebra a su vez de su auditora Arthur Andersen (la número uno mundial en aquel momento) ha servido para que en casos de empresas de gran tamaño las auditoras no asuman riesgos que las llevarían al cese de su actividad. Si lo de Bankia ha explotado es porque Deloitte no ha permitido ya más perversiones en las cuentas obligando a valorar los inmuebles a precios reales (si es que se puede hablar de precios reales, pero al menos evitar valoraciones a precios de burbuja). 

El Gobierno anterior no hizo nada por acometer una reforma financiera profunda y ahora se ve que las fusiones eran un mal parche en muchos de los casos: un herido grave emparejado con un muerto se convierte en un muerto.

Y el Gobierno actual ha continuado con la misma política de no aflorar lo que finalmente no tiene posibilidad de ser ocultado por más tiempo. El PP ha intentado evitar que se viese la ruinosa gestión de muchas Cajas dirigidas por sus políticos, como nos explica perfectamente hoy Vidal-Folch, quien pide que si nos atracan, al menos que lo hagan con condiciones. Y correcto es que Gabilondo acepte que hayamos de salvar la Banca porque si no se hunde el sistema, pero al menos habría que pedir responsabilidades, empezando por el rector del Banco de España, Francisco Fernandez Ordoñez quien ha demostrado una ineptitud total en su tarea inspectora permitiendo que hayamos llegado a esta situación financiera que ahora van a pagar todos, buenos y malos, ya que la solución del gobierno que se aprobará mañana, viernes de pasión, es la de obligar a provisionar supuestas pérdidas a todos los bancos a cambio de un nuevo manguerazo de dinero.  

Esto para los tres grandes es una bofetada impresionante ya que les obliga a reducir resultados (que son falsos ya que no habrá tales pérdidas) y por lo tanto el dividendo, lo que hace bajar su cotización en bolsa (¡ay bonus!). No es de extrañar que Botín-Gonzalez-Fainé estén cabreadísimos con Guindos (por cierto, que el lenguaje en que se pronuncia este ministro ya se le conoce como el Guindés). 

Que nos quede la más mínima duda: al final el Estado (nosotros) se comerá toda la porquería inmobiliaria por un sistema u otro. Y además pagaremos con nuestros impuestos la indemnización por despido (no ha dimitido, lo han echado) de Rato. 

Me sorprendía mucho que a pesar de las carencias de capital, solventadas en su momento con la salida a bolsa de Bankia (menudo palo para los que confiaron en esta inversión pensando que Bankia estaba saneada, ya que pierden de momento el 40%), no se procediese a liquidar las muchas participaciones que Caja Madrid realizó en su día. con un total de 4.470 MM. de euros que ahora vale apenas 2.400 MM. Una gran visión en sus compras.

Esta enorme pérdida supone siete veces el resultado de Bankia en el 2011, lo que da una idea del tamaño del desaguisado. El agujero enorme es el de Iberdrola, adquirida (70%) a través de Bancaja Inversiones, por valor de 2.223 millones de euros y que ahora vale 780 millones. Por tanto, el desmadre es de 1.443 millones, cerca de la mitad de los recursos propios de la sociedad matriz BFA. 

La aerolínea IAG, resultado de la fusión de Iberia y British Airways, fue otra de las apuestas industriales de la entidad. Esta importante inversión la realizó en su día Blesa obligado por Esperanza Aguirre, que no quería ver perder puestos de trabajo en Madrid y exigió a Caja Madrid la compra de una importante participación que BFA-Bankia valora en libros en 572,8 millones su 6,32%, cuando en el mercado se pagaría por este paquete menos de 250 millones.

NH Hoteles y Deoleo son, pese a su baja capitalización, dos problemas para BFA. En la hotelera tiene una minusvalía de 146 millones, ya que ha valorado su 9,2% en 197,7 millones, cuando en Bolsa cuesta 51,5 millones. La empresa de alimentación, que hace poco se salvó de la quiebra gracias a una avalancha de ampliaciones de capital, está tasada en balance en 153,5 millones, cuando su 9,6% se cotiza a 37 millones. 

En Realia, BFA controla un 27,6% valorado en libros en 132 millones, más del doble del valor en Bolsa. Y no nos olvidemos del rascacielos descomunal que compró a Repsol para trasladar sus oficinas generales en Madrid y que nunca ha llegado a realizar. ¿Qué ha hecho con el edificio? 

Por tanto, si no se han vendido estas participaciones descomunales es porque su venta mellaría el capital de BFA-Bankia. Pero ha llegado el momento de hacerlo. Es absurdo que los españoles pongan dinero de su bolsillo mientras Bankia tiene activos que puede realizar y convertir en dinero aunque pierda hasta la camisa. Obviamente la venta de las acciones de IAG (Iberia) podría suponer la pérdida de puestos de trabajo en Madrid. Siempre llueve sobre mojado.

El futuro para la entidad está negro, negrísimo. De entrada Goiri-Goiri, con los sindicatos ya fuera del Consejo gracias a la nacionalización, irá a saco en cuanto a recortes de salarios, personal y oficinas y obviamente venta de las participadas. 

El Estado no querrá estar más de un año (su dogmatismo neoliberal se lo impide) de propietario y querrá vender (¿Banca China?) o liquidar la entidad repartiéndola entre los tres grandes, habiendo saneado previamente la entidad. Tontos no son y ya en su día no quisieron quedársela. Otra cosa es comérsela a trozos y limpia de polvo y paja. 

Este Gobierno es ya el Gobierno Froilán. Un gobierno que se ha disparado a los pies con una reforma laboral que está llevando al aumento del paro y a la pérdida de la seguridad laboral de todos los españoles. Más morosidad para la Banca y sin seguridad no hay quien compre vivienda. Y si no se compra vivienda la banca sigue siendo una banca zombie. Está ahí pero no cumple con su función de dar crédito y no sanea sus cuentas al tener una porquería inmobiliaria inasumible y además creciente. 

Y hasta el servicio de estudios del BBVA ve mal el futuro. Roubini ya sabemos que hace tiempo que lleva avisando de que esto acabará explotando. Hoy le da a España un plazo máximo de tres años en el euro, afirma que reestructuraremos nuestra deuda (quita al estilo griego) y las entidades financieras no verán un euro de financiación extranjera. 

No se salva ni Florentino, quien últimamente ha perdido hasta la camisa (el valor de ACS ha bajado en lo que va de año un 40% y a este paso no va a poder comprarle más Ronaldos al Real Madrid). El NYT nos recuerda que el problema de España no es la deuda pública, sino la privada.

Reir para no llorar, ya tenemos en Barcelona un ranking o "Top Ten" con las calles con más pisos en venta y sorpresa, sorpresa, en lo alto del Hit Parade están las calles de alto standing.

Gobierno Froilán,  Gobierno de España.