Hace unos días estuve en Montserrat con mis colegas para practicar un poco de escalada con l@s jovencit@s de nuestra Agrupació.
Ya en su día habían hecho alguna práctica, por lo que el tema no les venía de nuevo.
Y así algunos subían ya como motos, especialmente algunas niñas. ¡Como ha cambiado la mentalidad respecto a la mujer!
Algunas de ellas les daban sopas con honda a los chavales. Hasta tenía problemas para recuperar la cuerda dada la velocidad con la que subían (y era IV grado).
Arrastrando aún mi lesión en el hombro me límite a utilizar las cuerdas que pusieron los colegas. Cuando acabamos probé a escalar 30 m. en este fácil grado. No tuve problema, pero claro…
¡Que majos todos ellos!
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