Llegan de nuevo, una vez más, unas semanas en las cuales nos caerá una buena sesión diaria de mentiras procedentes de nuestros políticos. En Catalunya se han convocado elecciones autonómicas para el mes de Noviembre y dentro de pocos días veremos a los políticos de todas las tendencias prometernos nuevamente la consabida retahíla de bondades que alcanzaremos graciosamente si les votamos.
Una vez más podemos comprobar el alto grado de corrupción de nuestros políticos. Y no me refiero a la corrupción de parar la mano y agrandar el bolsillo, o sea la tradicional. Me refiero a otra corrupción mucho peor que es aquella que consiste en pervertir la función propia y básica del político democrático, que es cumplir lo que ha asumido y prometido al ciudadano.
Justo hoy, cuando vemos que la mayor parte de promesas electorales anunciadas hace cuatro años no se han cumplido, aparece en escena el líder de la oposición, Artur Más, Presidente de CiU, partido experto en no cumplir lo que prometía en los muchos años que gobernó, para prometer que si votamos su partido el “tema económico dará un giro importante”.
Para aquellos que piensen que la crisis económica tiene solución política que pasa por cambiar los Gobiernos empezando por el Autonómico (ya sea Catalán, Madrileño o Andaluz) sigue una pequeña exposición para aclarar ideas.
Para dar soluciones de Política Económica hacen falta instrumentos de Política Económica. Nada más claro que para cambiar la rueda pinchada de un coche hace falta un gato y una llave. Y la fuerza (poder) para hacerlo. Y también un neumático de repuesto. Si no tienes estos instrumentos no cambias la rueda.
¿Qué instrumentos de Política Económica tienen los Gobiernos Autonómicos?
Pues en estos momentos casi ninguno, ni en Política Fiscal, ni mucho menos en la Política Monetaria.
En Política Monetaria no los tiene ni el poder central, ya que están traspasados al BCE quien determina los tipos de interés, acuña moneda, hace operaciones de Mercado Abierto, así como los instrumentos relativos a la Banca, como el coeficiente de caja o la utilizacion del redescuento, a lo que hay que añadir en estos momentos los préstamos tapa-agujeros que está dando a la asfixiada banca.
¿Y la Política Fiscal? Es decir, actuar a través del sistema impositivo y del gasto público como motor económico. Pues poquito pueden hacer nuestros políticos autonómicos ya que únicamente pueden actuar a través de los impuestos cedidos y sólo en su tramo autonómico si está compartido.
Pero es que en estos momentos ni eso. Ya hemos visto como se está obligando a Autonomías y Ayuntamientos a apretarse el cinturón (reducir el déficit) y ya hemos subido el IVA, haciendo lo contrario de lo que debería hacerse para reanimar la economía.
Pero aún hay más. Ya vemos como Bruselas supervisará los Presupuestos de los diferentes países de la Zona Euro. Una pérdida de soberanía inmensa. Queda claro que tampoco los Gobiernos (ni el Central) podrán actuar utilizando a su libre albedrío la herramienta del Presupuesto (Ingresos y Gastos Públicos) como instrumento económico.
Por lo tanto ya no queda nada. Ni un tirachinas. Artur Mas tendrá enormes limitaciones para generar empleo (¿es que Montilla no quiere generarlo?) y engaña cuando dice que podrá darle un giro a la economía. No podrá hacer casi nada, cuando en estos momentos para reducir ese enorme paro del 20% hace falta mucho, pero que mucho poder y recursos para actuar en Economía.
Y para más INRI vemos que las “soluciones” a la crisis a las que se acogen nuestros Gobiernos pasan por la utilización de las leyes del Derecho laboral para degradar los salarios, las pensiones y los derechos del trabajador, a los que ahora se les pide cínicamente el voto.
Una vez más los políticos prometen lo que no pueden cumplir, porque ya hace tiempo que entregaron el poder económico a las empresas (o a los “mercados” si así se prefiere). Si alguien se cree que el President de la Generalitat les devolverá el puesto de trabajo perdido puede también ya ir escribiendo una carta a los Reyes Magos de Oriente pidiendo empleo. La probabilidad de que uno u otro le de empleo son por un estilo.
Una vez más podemos comprobar el alto grado de corrupción de nuestros políticos. Y no me refiero a la corrupción de parar la mano y agrandar el bolsillo, o sea la tradicional. Me refiero a otra corrupción mucho peor que es aquella que consiste en pervertir la función propia y básica del político democrático, que es cumplir lo que ha asumido y prometido al ciudadano.
Justo hoy, cuando vemos que la mayor parte de promesas electorales anunciadas hace cuatro años no se han cumplido, aparece en escena el líder de la oposición, Artur Más, Presidente de CiU, partido experto en no cumplir lo que prometía en los muchos años que gobernó, para prometer que si votamos su partido el “tema económico dará un giro importante”.
Para aquellos que piensen que la crisis económica tiene solución política que pasa por cambiar los Gobiernos empezando por el Autonómico (ya sea Catalán, Madrileño o Andaluz) sigue una pequeña exposición para aclarar ideas.
Para dar soluciones de Política Económica hacen falta instrumentos de Política Económica. Nada más claro que para cambiar la rueda pinchada de un coche hace falta un gato y una llave. Y la fuerza (poder) para hacerlo. Y también un neumático de repuesto. Si no tienes estos instrumentos no cambias la rueda.
¿Qué instrumentos de Política Económica tienen los Gobiernos Autonómicos?
Pues en estos momentos casi ninguno, ni en Política Fiscal, ni mucho menos en la Política Monetaria.
En Política Monetaria no los tiene ni el poder central, ya que están traspasados al BCE quien determina los tipos de interés, acuña moneda, hace operaciones de Mercado Abierto, así como los instrumentos relativos a la Banca, como el coeficiente de caja o la utilizacion del redescuento, a lo que hay que añadir en estos momentos los préstamos tapa-agujeros que está dando a la asfixiada banca.
¿Y la Política Fiscal? Es decir, actuar a través del sistema impositivo y del gasto público como motor económico. Pues poquito pueden hacer nuestros políticos autonómicos ya que únicamente pueden actuar a través de los impuestos cedidos y sólo en su tramo autonómico si está compartido.
Pero es que en estos momentos ni eso. Ya hemos visto como se está obligando a Autonomías y Ayuntamientos a apretarse el cinturón (reducir el déficit) y ya hemos subido el IVA, haciendo lo contrario de lo que debería hacerse para reanimar la economía.
Pero aún hay más. Ya vemos como Bruselas supervisará los Presupuestos de los diferentes países de la Zona Euro. Una pérdida de soberanía inmensa. Queda claro que tampoco los Gobiernos (ni el Central) podrán actuar utilizando a su libre albedrío la herramienta del Presupuesto (Ingresos y Gastos Públicos) como instrumento económico.
Por lo tanto ya no queda nada. Ni un tirachinas. Artur Mas tendrá enormes limitaciones para generar empleo (¿es que Montilla no quiere generarlo?) y engaña cuando dice que podrá darle un giro a la economía. No podrá hacer casi nada, cuando en estos momentos para reducir ese enorme paro del 20% hace falta mucho, pero que mucho poder y recursos para actuar en Economía.
Y para más INRI vemos que las “soluciones” a la crisis a las que se acogen nuestros Gobiernos pasan por la utilización de las leyes del Derecho laboral para degradar los salarios, las pensiones y los derechos del trabajador, a los que ahora se les pide cínicamente el voto.
Una vez más los políticos prometen lo que no pueden cumplir, porque ya hace tiempo que entregaron el poder económico a las empresas (o a los “mercados” si así se prefiere). Si alguien se cree que el President de la Generalitat les devolverá el puesto de trabajo perdido puede también ya ir escribiendo una carta a los Reyes Magos de Oriente pidiendo empleo. La probabilidad de que uno u otro le de empleo son por un estilo.
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