Precisamente el día en que podía haber hecho las mejores fotos del año, me olvido la cámara en casa. ¡Cachís!
Y es que cuando el otoño inunda los bosques con sus mejores colores, hay un bosque de hayas antes de llegar a Bonansa que es un auténtico paraíso.
Para ello hay que pasar Obarra y los túneles que siguen y subir el puerto al Alto de Bonansa. Poco después de pasado el único túnel que hay en la subida (precedido de una curva con fuerte cambio de sentido) hay una pista que sale a mano derecha, con cartel indicador en el que pone Borda de Ansuilo y Refugio de Pegá. La pista puede hacerse en coche, pero no tiene gracia. Recomendable andar un poco y disfrutar del bosque y de su luz.
Corto recorrido que se hace en poco rato, primero pasando por el refugio de Pegá y acabando en un llano donde se hallan los restos de la borda. Llegados allí hay que avanzar un poco más, hasta situarnos al borde del abismo que se abre hacia el este, desde donde contemplaremos la carretera de Obarra-Bonansa con el colorido bosque que inunda el valle donde nace el Isabena.
La Borda de Ansuilo (1.500 m. de altitud aprox.) es un excelente lugar para hacer una comilona, ya que además del mágico bosque, tenemos una vista estupenda sobre el macizo del Cotiella, el Posets y Eristes, la zona de Las Paúles, el Gallinero y Sierra Negra, la Maladeta y los Beciberris.
Más ya no se puede pedir. Bueno, sí, no olvidarse la cámara de fotos. El teléfono suplió el olvido, pero puestos a pifiarla estaba configurada la cámara en baja calidad y no me di cuenta. Por suerte puedo incluir algunas fotos adicionales (las siete últimas) que me han facilitado las acompañantes. El año que viene volveré bien pertrechado.
La excursión la hicimos el sábado 29 de octubre con un tiempo excelente y como se puede ver en la foto, predominaban las mujeres y en concreto las de Perarrúa.
El domingo empeoró, pero aún pude llegarme con la bici a Troncedo desde Graus. Impresionante atravesar la nube (se entraba en ella a la altura de Panillo) y salir del nubarrón, al sol y al cielo azul, al llegar al alto de Troncedo. Hay días que la constancia recibe un buen premio.
Al final de las fotos incluyo una vista con Google Earth donde he marcado la pista. Antes del mapa, las tres últimas fotos corresponden a la subida a Troncedo en bici, con Panillo en medio de la nube y con sol en lo alto del puerto, con un Cotiella ya cargado de nieve.
Y es que cuando el otoño inunda los bosques con sus mejores colores, hay un bosque de hayas antes de llegar a Bonansa que es un auténtico paraíso.
Para ello hay que pasar Obarra y los túneles que siguen y subir el puerto al Alto de Bonansa. Poco después de pasado el único túnel que hay en la subida (precedido de una curva con fuerte cambio de sentido) hay una pista que sale a mano derecha, con cartel indicador en el que pone Borda de Ansuilo y Refugio de Pegá. La pista puede hacerse en coche, pero no tiene gracia. Recomendable andar un poco y disfrutar del bosque y de su luz.
Corto recorrido que se hace en poco rato, primero pasando por el refugio de Pegá y acabando en un llano donde se hallan los restos de la borda. Llegados allí hay que avanzar un poco más, hasta situarnos al borde del abismo que se abre hacia el este, desde donde contemplaremos la carretera de Obarra-Bonansa con el colorido bosque que inunda el valle donde nace el Isabena.
La Borda de Ansuilo (1.500 m. de altitud aprox.) es un excelente lugar para hacer una comilona, ya que además del mágico bosque, tenemos una vista estupenda sobre el macizo del Cotiella, el Posets y Eristes, la zona de Las Paúles, el Gallinero y Sierra Negra, la Maladeta y los Beciberris.
Más ya no se puede pedir. Bueno, sí, no olvidarse la cámara de fotos. El teléfono suplió el olvido, pero puestos a pifiarla estaba configurada la cámara en baja calidad y no me di cuenta. Por suerte puedo incluir algunas fotos adicionales (las siete últimas) que me han facilitado las acompañantes. El año que viene volveré bien pertrechado.
La excursión la hicimos el sábado 29 de octubre con un tiempo excelente y como se puede ver en la foto, predominaban las mujeres y en concreto las de Perarrúa.
El domingo empeoró, pero aún pude llegarme con la bici a Troncedo desde Graus. Impresionante atravesar la nube (se entraba en ella a la altura de Panillo) y salir del nubarrón, al sol y al cielo azul, al llegar al alto de Troncedo. Hay días que la constancia recibe un buen premio.
Al final de las fotos incluyo una vista con Google Earth donde he marcado la pista. Antes del mapa, las tres últimas fotos corresponden a la subida a Troncedo en bici, con Panillo en medio de la nube y con sol en lo alto del puerto, con un Cotiella ya cargado de nieve.
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1 comentario:
Borda de Ansuilo (Laspaúls), no Bonansa
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