Empecemos recordando la situación. La unión monetaria europea decide socorrer a Grecia y perdonarle el 50% de su deuda, a cambio de aceptar un plan de rescate con obligaciones para los griegos.
Ese 50% lo pierden los que prestaron el dinero a Grecia, en su mayor parte bancos, quienes aceptan la pérdida de la mitad de lo que prestaron. ¿Lo aceptan voluntariamente los bancos o no había alternativa y es una decisión que aceptan obligados?
Sabemos también que los riesgos de la deuda se pueden asegurar. Para eso están los CDS (Credit Default Swap) que muchas de estas entidades habían contratado (y pagado) en su día para asegurarse del riesgo contraído con esta inversión.
¿Quién fue la contraparte de ese riesgo aceptado? Pues bien, fueron las entidades financieras norteamericanas de siempre: cinco de ellas soportan el 95% de este negocio.
Ahora, con el impago del 50%, llega el momento de cobrar el seguro de este riesgo pero los inversores en deuda griega que lo contrataron, se encuentran, como cualquier hijo de vecino con su seguro del coche, en que hay una cláusula que va les va a dejar sin cobrarlo.
Las agencias de rating pueden decir que Grecia ha hecho default, los ciudadanos del mundo podemos pensar que Grecia ha quebrado, pero los CDS solo pagarán el seguro a los inversores que lo han contratado si el ISDA (International Swaps and Derivatives Association) niega el “credit event”. O sea que la ISDA, dirá que esto no es un Default.
En resumidas cuentas, que el seguro no sirve y después de pagarlo no van a ver un euro los que lo compraron y tendrán que soportar la totalidad de las pérdidas. Estamos ante otra estafa colosal del sistema financiero norteamericano. Probablemente el pago de estos seguros (las cifras son mareantes) hubiera llevado a problemas serios nuevamente en el sistema financiero USA. Europa claudicando ante el imperio una vez más para salvar el sistema.
Lo que ha venido a decir el sistema financiero norteamericano está claro: podéis perdonar la deuda a Grecia pero nosotros no lo vamos a pagar. Caerá Europa, pero Wall Street indemne.
Ahora lo que se plantea es la utilidad de los seguros de cobertura de impago (CDS) ¿De qué sirven? Y si no sirven para nada hay que plantearse entonces la utilidad de este super negocio que han inventado los norteamericanos. Y además ¿qué inversor va ahora a comprar deuda soberana europea si no la puede asegurar (bueno, asegurarla si que pueden…)?
Economía de casino (que juega con ventaja) y otra burbuja más en explosión: los mercados de CDS, cuyos precios para la deuda europea están de nuevo por las nubes.
Leer detalladamente el artículo de Kike Vázquez
Ese 50% lo pierden los que prestaron el dinero a Grecia, en su mayor parte bancos, quienes aceptan la pérdida de la mitad de lo que prestaron. ¿Lo aceptan voluntariamente los bancos o no había alternativa y es una decisión que aceptan obligados?
Sabemos también que los riesgos de la deuda se pueden asegurar. Para eso están los CDS (Credit Default Swap) que muchas de estas entidades habían contratado (y pagado) en su día para asegurarse del riesgo contraído con esta inversión.
¿Quién fue la contraparte de ese riesgo aceptado? Pues bien, fueron las entidades financieras norteamericanas de siempre: cinco de ellas soportan el 95% de este negocio.
Ahora, con el impago del 50%, llega el momento de cobrar el seguro de este riesgo pero los inversores en deuda griega que lo contrataron, se encuentran, como cualquier hijo de vecino con su seguro del coche, en que hay una cláusula que va les va a dejar sin cobrarlo.
Las agencias de rating pueden decir que Grecia ha hecho default, los ciudadanos del mundo podemos pensar que Grecia ha quebrado, pero los CDS solo pagarán el seguro a los inversores que lo han contratado si el ISDA (International Swaps and Derivatives Association) niega el “credit event”. O sea que la ISDA, dirá que esto no es un Default.
En resumidas cuentas, que el seguro no sirve y después de pagarlo no van a ver un euro los que lo compraron y tendrán que soportar la totalidad de las pérdidas. Estamos ante otra estafa colosal del sistema financiero norteamericano. Probablemente el pago de estos seguros (las cifras son mareantes) hubiera llevado a problemas serios nuevamente en el sistema financiero USA. Europa claudicando ante el imperio una vez más para salvar el sistema.
Lo que ha venido a decir el sistema financiero norteamericano está claro: podéis perdonar la deuda a Grecia pero nosotros no lo vamos a pagar. Caerá Europa, pero Wall Street indemne.
Ahora lo que se plantea es la utilidad de los seguros de cobertura de impago (CDS) ¿De qué sirven? Y si no sirven para nada hay que plantearse entonces la utilidad de este super negocio que han inventado los norteamericanos. Y además ¿qué inversor va ahora a comprar deuda soberana europea si no la puede asegurar (bueno, asegurarla si que pueden…)?
Economía de casino (que juega con ventaja) y otra burbuja más en explosión: los mercados de CDS, cuyos precios para la deuda europea están de nuevo por las nubes.
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