Hace tan solo tres semanas que estaba por este lugar, cuando subí al Aneto. El sábado (12-11-2011) volví a la Besurta, a los pies de la Maladeta, aunque esta vez en excursión familiar, lo que ocurre raramente.
Estupendo día. Además las nevadas (¡al fin!) de estos días pasados han cambiado radicalmente el paisaje. Da gusto ver la Maladeta totalmente blanca, incluso las crestas de roca. Temperatura excepcional, ya que aún no hace frío a dos mil metros, altura por la que transcurre la excursión, que va desde la Besurta hasta el Forau de Aigualluts, lugar donde las aguas que bajan del glaciar del Aneto son tragadas por un inmenso agujero yendo a parar al otro lado de la cadena fronteriza (es decir, se van al Atlántico) dando lugar al nacimiento del río Garona.
Fue el espeleólogo francés Norbert Casteret quien se dedicó a echar tintura en todas las aguas que se tragaba la tierra pirenaica para descubrir el lugar por donde afloraban de nuevo. Buen susto se llevaron los pastores por las tierras del Garona (a cuya orilla había nacido Casteret) cuando las aguas se volvieron verdes. La ciencia oficial situaba hasta entonces el nacimiento del Garona en el valle de Arán. Esto ocurría en 1931.
Nota: el clip está grabado en descenso y montado como si fuese ascenso. Cualquiera que haya hecho la excursión lo verá inmediatamente.
Estupendo día. Además las nevadas (¡al fin!) de estos días pasados han cambiado radicalmente el paisaje. Da gusto ver la Maladeta totalmente blanca, incluso las crestas de roca. Temperatura excepcional, ya que aún no hace frío a dos mil metros, altura por la que transcurre la excursión, que va desde la Besurta hasta el Forau de Aigualluts, lugar donde las aguas que bajan del glaciar del Aneto son tragadas por un inmenso agujero yendo a parar al otro lado de la cadena fronteriza (es decir, se van al Atlántico) dando lugar al nacimiento del río Garona.
Fue el espeleólogo francés Norbert Casteret quien se dedicó a echar tintura en todas las aguas que se tragaba la tierra pirenaica para descubrir el lugar por donde afloraban de nuevo. Buen susto se llevaron los pastores por las tierras del Garona (a cuya orilla había nacido Casteret) cuando las aguas se volvieron verdes. La ciencia oficial situaba hasta entonces el nacimiento del Garona en el valle de Arán. Esto ocurría en 1931.
Nota: el clip está grabado en descenso y montado como si fuese ascenso. Cualquiera que haya hecho la excursión lo verá inmediatamente.
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