Lo de paseo lo pongo entre comillas porque si bien este recorrido
que hice por la Alta Ribagorza es corto (55 km.), es bastante duro, ya que recorre los puertos
de Espés, Espina, Castanesa y Bonansa (y si alguien quiere alargarlo un poco más se
puede llegar hasta el Coll de Fadas).
Se nota que estamos a las puertas del otoño. La temperatura
por la mañana es fría, no así a mediodía, y la atmósfera es clara y meridiana. Una
visibilidad fantástica.
Dejé el coche pasados los túneles de Obarra y de entrada,
sin calentamiento, hay que enfrentarse a un primer kilómetro de subida hacia Espés
de armas tomar, donde notaremos en las piernas lo que es un 14% en frío. Se trata de una
estrecha carretera que hasta hace bien poco era una pista. Ahora la han
incluido en la ruta de los puertos de la Ribagorza y está perfectamente
señalizada para los ciclistas.
En cuanto se llega a Espés se abre el panorama. El color
verde domina el paisaje en su parte inferior y el cielo azul en la superior. El
Turbón será testigo de nuestra subida durante parte del trayecto, incluso
subiendo a Castanesa. Se pasa próximos a Espés Alto, y poco después se corona
el puerto, cerca del desvío que lleva a Abella.
Espés alto
Subiendo Espés tendremos el Turbón a la vista justo enfrente.
Final de puerto, con el Gallinero al fondo, y la magnifica pista que sube a Piedras Blancas, lugar desde donde parten numerosos parapentistas ya que es un lugar privilegiado para este deporte.
Espés alto
Subiendo Espés tendremos el Turbón a la vista justo enfrente.
Final de puerto, con el Gallinero al fondo, y la magnifica pista que sube a Piedras Blancas, lugar desde donde parten numerosos parapentistas ya que es un lugar privilegiado para este deporte.
Han arreglado (parcheado) esta carretera este verano por lo
que esta llena de microgravilla que no desaparece hasta que después de una
corta bajada llegamos a la carretera que viene de Coll de Fadas y cruza Laspaúles, la N-260, que va de
Castejón de Sos hasta Catalunya.
Territorio de terratenientes (322 habitantes entre 12
pueblos) este de Laspaúles y por lo
tanto gana siempre en las elecciones el PP (muy gallego el tema), no sea que
vengan los comunistas y te quiten la tierra.
Un alivio dejar atrás la gravilla y después de seguir
bajando hasta la capital del municipio al que da nombre, emprendemos una
corta subida hasta el Coll de l’Espina, limite de Laspaúles.
Bajada furibunda y agradecida hasta el desvío que nos lleva a Noales, donde empezaremos ya la subida de siete kilómetros que nos llevará a Castanesa.
Desvío en Noales. A la derecha empieza la subida a Castanesa. Al fondo empieza la subida a l'Espina.
Bajada furibunda y agradecida hasta el desvío que nos lleva a Noales, donde empezaremos ya la subida de siete kilómetros que nos llevará a Castanesa.
Desvío en Noales. A la derecha empieza la subida a Castanesa. Al fondo empieza la subida a l'Espina.
El primer kilómetro es muy malo, pero en cuanto dejamos el primer desvío hacia Denuy, la carretera se ensancha milagrosamente y el firme es perfecto.
Se pasa por Erbera
Parece ser que la mejora de esta carretera iba asociada con el proyecto de Aramón (empresa propietaria al 50% de la estación de esquí de Cerler) de construir en la zona de Basibé (Baciver) y Tous (Els Tous) una amplia estación de esquí, conectada con la estación de Cerler por el collado de Basibé. Delirios del final de la era de la burbuja inmobiliaria y evidencia, como comenté el año pasado, de que algunos políticos aún siguen acariciando quimeras sin enterarse de lo que hay.
Subida corta pero dura de verdad y con una dificultad
añadida. Una flotilla áerea de tábanos me atacó en pleno 12% y me faltaban
manos para librar la desigual batalla (y huir en una pendiente tal está complicado).
Subida hacia Castanesa. El Vallibierna y el Culebras se divisan al fondo. Unos tres miles que ya subí (en dos ocasiones) hace años.
Subida hacia Castanesa. El Vallibierna y el Culebras se divisan al fondo. Unos tres miles que ya subí (en dos ocasiones) hace años.
Encontraremos el último cartel ciclista, que indica que
coronas puerto, justo enfrente del restaurante Ca de Graus y, cosas raras hay que
ver, quedan unos metros aún de subida.
Castanesa
Castanesa
Puede verse a la derecha de los dos coches el cartel de final de puerto. A la izquierda el restaurante Ca de Graus.
A partir de ahí se acaba lo bueno y la carretera a Fonchanina se estrecha al máximo. Me crucé con un coche y puse pié a tierra porque el ancho no permite alegrías. El piso es aceptable, aunque nada que ver con la subida a Castanesa.
De Fonchanina se puede seguir valle arriba por una pista de paso restringido. Me han dicho que tiene 10 km. y me iré un día con la BTT.
Toda esta zona alrededor de Castanesa sufrió un impresionante incendio el año pasado que tuvo en jaque a todo el valle y que
finalmente se resolvió gracias a que el ejército tomó cartas en el asunto y
utilizó el bisturí de forma radical (así me lo contó hace pocos días un
ganadero de Espés).
Aún se notan las consecuencias de este incendio, a pesar de
que los arbustos ya han brotado y los bosques quemados ya han sido talados. Eso
se nota cuando se ven áreas en las que no hay ni un solo árbol.
Subiendo a Castanesa y bajando a Fonchanina se ve al fondo
el Vallibierna. Yo pensaba que alcanzar Fonchanina seguiría siendo carretera arriba,
pero no, bajas y al regresar te toca apechugar unos kilómetros de buena
pendiente.
La mini carretera (bajada) llega a Fonchanina. Al fondo la Sierra Negra y justo a la derecha el Vallibierna, casi despareciendo.
Fonchanina es un lugar de cuatro casas y me hizo mucha gracia ver en una casa el rótulo con el nombre del pueblo, rótulo que tiene muchos años, ya que es como antiguamente se indicaba a los visitantes el nombre del pueblo, ya que no había señales de tráfico. Bueno, no había ni carretera.
Fonchanina. Puede verse la casa con el rótulo con el nombre del pueblo. Toda una reliquia.
La bajada de Castanesa es magnífica. Ni un coche y un piso formidable. ¡Y la venganza! De golpe empezaron a sonar en el casco unos ¡PAM!¡PAM! formidables. Eran mis queridos tábanos que finalmente caían derrotados al chocar con mi sólida melonera. ¡Como me reí!
Llegué a Noales y seguí por la carretera que lleva a
Catalunya. Lamentable y muy peligroso tramo que está hecho fosfatina, lo que me
sorprendió porque por aquí pasa la marcha cicloturista "Puertos del Ribagorza" y es una ruta muy turística.
Y antes de llegar a Catalunya tomé en el mismo río Baliera la carretera que
lleva a Bonansa y que corona en el puerto del mismo nombre.
Inicio del puerto de Bonansa
Inicio del puerto de Bonansa
Alto de Bonansa. La punta del fondo es el Picollosa (macizo de Cotiella) con el que me peleé sin éxito hace dos años.
El puerto empieza en el mismo desvío y en siete durillos kilómetros
(las piernas ya llevaban su buena dosis) alcancé el collado y bajé (con un
enorme viento) ya a las aguas del Isábena, hasta encontrar mi coche que estaba
allí fiel, esperándome al lado de unas paredes cosidas con parabolts por Luichy.
Una deliciosa jornada.
Marrón: Pedaleo
Naranja: Sin pedalear
Rojo: Frenando
Violeta: A caballito sobre el sillín.
El Ibike Newton+ que llevo me lo graba todo.
Marrón: Pedaleo
Naranja: Sin pedalear
Rojo: Frenando
Violeta: A caballito sobre el sillín.
El Ibike Newton+ que llevo me lo graba todo.
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