La fiesta ya está aquí y llegan los gaiteros.
Y mi sobrino Andrés, este año danzante, el más guapo de todos, faltaba más.
Aquí va una primera muestra de la belleza de este momento, siempre con buena luz y un cromatismo con el que hasta el más tonto hace buenas fotos. Y no hace falta escribir más ya que las imágenes hablan por si solas.
Click en las fotos para verlas a mayor tamaño.
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