Ayer (y posiblemente en los próximos días) asistimos al ejercicio práctico de especulación contra un país, en este caso el nuestro, España.
Para que un ataque especulativo triunfe hacen falta varias cosas:
- Hechos, noticias o rumores creíbles (o que se esté con disposición a creer).
- Dinero, mucho dinero.
- Estrategia y conocimiento de los mercados donde actuar.
Vamos por el primer punto.
Ya hace días que a España S&P le bajó el rating. Desde ese momento, que ya los mercados recogieron en sus precios, nada nuevo bajo el sol. Las cuentas de España son las mismas. Es mucho peor el endeudamiento de otros países a los cuales no se les está atacando.
Como hechos y noticias nuevos no hay, se ha apelado a los rumores. Y así se actuó ayer. Se propaló que Fitch iba a bajarle el rating a España (lo que no aportaría nada nuevo ya que sería al mismo nivel que fijó S&P), teniendo que declarar la propia Fitch que era mentira. También se soltó el bulo de que España había pedido ayuda al FMI. Otra bola de mucho cuidado. Pero el mal ya estaba hecho. No hay como tirar cerillas en bosques secos.
Fijémonos como se puede mantener en el tiempo el “tono” para que los mercados se hundan gradualmente y aporten suculentos beneficios, tomando el caso griego: cuando no tenía un plan de ajuste, se le castigaba; cuando lo aprobó, era demasiado pequeño; y ahora que lo ha endurecido, los inversores dicen que no se lo creen.
Segundo punto.
Dinero lo hay y mucho. No se trata solo de especular contra España. Se está atacando al euro. Los americanos no pueden permitir que este planeta rechace el dólar como moneda de reserva, como venía ocurriendo. Había que evitar el constante deterioro del dólar que había llegado ya a 1,51 $/€ y amenazaba con crearse un pánico de huida de esta moneda a nivel global. Primero con Grecia y ahora con España se ha conseguido meter miedo a los poseedores de euros y llevar el cambio a 1,296 en estos momentos. Fantástica la operación. Los fondos americanos todos a una consiguen lo que quieren ya que atacan países aislados de la UE, con menor poder defensivo.
Tercer punto.
Por si no es suficiente con los derivados en los mercados habituales de renta variable, ahora hay una nueva y forma fácil de atacar: los CDS, auténtico caballo de Troya en estas batallas y que recuerdo no se negocian en mercados organizados, lo que permite el chalaneo en grado sumo. Basta con deteriorar el spread (margen) de nuestra deuda respecto a la alemana y parte del trabajo ya está hecho. Gasolina barata para que se propague el incendio.
Veamos como se actúa.
Primero se toman posiciones en contra de la deuda española en el opaco mercado de los CDS (se compra CDS). Es decir si los diferenciales se amplian (si la deuda española empeora o la alemana mejora, o mejor si lo hacen ambas a la vez) se gana dinero.
A continuación se piden en préstamo títulos de deuda española, pues no se tienen en cartera. Se hace una operación doble (simultánea) tomando estos títulos y se lleva a cabo una operación de venta a futuro.
Inmediatamente se procede a la venta masiva de los títulos (impacto escénico en los mercados = pánico, ya que estamos hablando de ventas de importes enormes) que después ya se recomprarán y a precios más bajos para cumplir con el contrato de venta futura, dando un excelente beneficio.
Una vez vendidos los títulos, no se procede a devolver el préstamo, sino que se adquieren títulos de la deuda alemana con el efecto adicional de conseguir subir su precio (más demanda) consiguiendo ampliar los diferenciales y por lo tanto sacar beneficio de los CDS.
Ante movidas como la que ayer vimos y que impactan en los medios de comunicación se consigue que los rumores se vuelvan creíbles. Aparecen las palabras clásicas de derrumbes, mayores pérdidas del año, caída sin igual, crisis, desplomes, etc. etc. El reguero de pólvora continúa y autoalimenta la estrategia.
Rápidamente se dará a conocer que sesudos Hedge Funds, que, por descontado, saben mucho del tema, están detrás de la operación. El lema “vende España” se pone en boca ya de todos los gestores del mundo. Nuevo leit motiv de los mercados.
A esta operación no le faltarán aliados. Los que están vendidos de CDS (pierden si la deuda española empeora), normalmente grandes bancos internacionales, cierran sus posiciones para no perder y compran CDS, favoreciendo la estrategia de los que han lanzado la operación especulativa. Les importa un bledo si los rumores son verdad o mentira. Lo que les importa es evitar pérdidas y se ponen a favor de la operación. Razón por la que vimos el disparo de los precios hasta niveles increíbles en la deuda Griega.
Lo bonito es que la operación especulativa funciona como las olas que se crean en un lago tranquilo cuando echamos una piedra. Una vez lanzada solo hay que ponerse a hacer la siesta y esperar a recoger los beneficios. Los “mercados tan eficientes y racionales” obrarán en su favor. Cuando la racionalidad vuelva donde estaba, el negocio ya estará hecho.
Visto el éxito en Grecia (estrategia ganadora), ¿por qué no seguir intentando aplicarla con los beneficios ya obtenidos en las siguientes fichas del dominó? Más si el dólar sigue mejorando. A todo esto se le pueden añadir, naturalmente, operaciones especulativas en los mercados de divisas sabiendo que el dólar mejorará y el euro empeorará. Y naturalmente también en los mercados de renta variable. Miel sobre hijuelas.
Objetivos de poco volumen ya se desprecian. Portugal no es suficiente filete, pero España puede suponer un gran banquete.
Pero esto no quedará aquí. Después de España, con los beneficios recogidos, se puede atacar otro objetivo más ambicioso aún. Todo depende del dinero que se pueda reunir para atacar ese objetivo de más altura. En el fondo la estrategia no difiere de la que empleaban los submarinos alemanes en la Segunda Guerra Mundial, atacando en manada (se les denominaba manada de lobos) a objetivos pequeños que eran destruidos sin piedad.
Mientras los derivados (submarinos financieros) estén permitidos y dinero dispuesto a ello, todo es posible. El primero que lo demostró fue Soros que le pudo en su pulso al mismo Banco de Inglaterra y la fortuna que hizo ha marcado el camino a muchos otros que desean emularlo.
Al final, ¿quién paga el dinero que se llevan los especuladores? Pues lo pagamos todos los españoles, primero a través de nuestros ahorros situados en Fondos, o invertidos directamente en Bolsa o Deuda, y segundo con el encarecimiento de los intereses de nuestra deuda. Realmente maravilloso. Ya no es suficiente con la explotación laboral, con salarios en continuo descenso, sino que también nuestros ahorros presentes y futuros (intereses de la deuda) son expoliados.
Si alguien se pensaba que la crisis supondría un cambio de modelo económico y que el expolio se había acabado, lo tiene claro. Sencillamente, cada vez será peor hasta llegar ¿dónde? ¿Dónde está el límite a todo esto?. Los irlandeses, los islandeses, los griegos ya han mordido el polvo (¡y en Europa!) y posiblemente seguirán otros.
Para que un ataque especulativo triunfe hacen falta varias cosas:
- Hechos, noticias o rumores creíbles (o que se esté con disposición a creer).
- Dinero, mucho dinero.
- Estrategia y conocimiento de los mercados donde actuar.
Vamos por el primer punto.
Ya hace días que a España S&P le bajó el rating. Desde ese momento, que ya los mercados recogieron en sus precios, nada nuevo bajo el sol. Las cuentas de España son las mismas. Es mucho peor el endeudamiento de otros países a los cuales no se les está atacando.
Como hechos y noticias nuevos no hay, se ha apelado a los rumores. Y así se actuó ayer. Se propaló que Fitch iba a bajarle el rating a España (lo que no aportaría nada nuevo ya que sería al mismo nivel que fijó S&P), teniendo que declarar la propia Fitch que era mentira. También se soltó el bulo de que España había pedido ayuda al FMI. Otra bola de mucho cuidado. Pero el mal ya estaba hecho. No hay como tirar cerillas en bosques secos.
Fijémonos como se puede mantener en el tiempo el “tono” para que los mercados se hundan gradualmente y aporten suculentos beneficios, tomando el caso griego: cuando no tenía un plan de ajuste, se le castigaba; cuando lo aprobó, era demasiado pequeño; y ahora que lo ha endurecido, los inversores dicen que no se lo creen.
Segundo punto.
Dinero lo hay y mucho. No se trata solo de especular contra España. Se está atacando al euro. Los americanos no pueden permitir que este planeta rechace el dólar como moneda de reserva, como venía ocurriendo. Había que evitar el constante deterioro del dólar que había llegado ya a 1,51 $/€ y amenazaba con crearse un pánico de huida de esta moneda a nivel global. Primero con Grecia y ahora con España se ha conseguido meter miedo a los poseedores de euros y llevar el cambio a 1,296 en estos momentos. Fantástica la operación. Los fondos americanos todos a una consiguen lo que quieren ya que atacan países aislados de la UE, con menor poder defensivo.
Tercer punto.
Por si no es suficiente con los derivados en los mercados habituales de renta variable, ahora hay una nueva y forma fácil de atacar: los CDS, auténtico caballo de Troya en estas batallas y que recuerdo no se negocian en mercados organizados, lo que permite el chalaneo en grado sumo. Basta con deteriorar el spread (margen) de nuestra deuda respecto a la alemana y parte del trabajo ya está hecho. Gasolina barata para que se propague el incendio.
Veamos como se actúa.
Primero se toman posiciones en contra de la deuda española en el opaco mercado de los CDS (se compra CDS). Es decir si los diferenciales se amplian (si la deuda española empeora o la alemana mejora, o mejor si lo hacen ambas a la vez) se gana dinero.
A continuación se piden en préstamo títulos de deuda española, pues no se tienen en cartera. Se hace una operación doble (simultánea) tomando estos títulos y se lleva a cabo una operación de venta a futuro.
Inmediatamente se procede a la venta masiva de los títulos (impacto escénico en los mercados = pánico, ya que estamos hablando de ventas de importes enormes) que después ya se recomprarán y a precios más bajos para cumplir con el contrato de venta futura, dando un excelente beneficio.
Una vez vendidos los títulos, no se procede a devolver el préstamo, sino que se adquieren títulos de la deuda alemana con el efecto adicional de conseguir subir su precio (más demanda) consiguiendo ampliar los diferenciales y por lo tanto sacar beneficio de los CDS.
Ante movidas como la que ayer vimos y que impactan en los medios de comunicación se consigue que los rumores se vuelvan creíbles. Aparecen las palabras clásicas de derrumbes, mayores pérdidas del año, caída sin igual, crisis, desplomes, etc. etc. El reguero de pólvora continúa y autoalimenta la estrategia.
Rápidamente se dará a conocer que sesudos Hedge Funds, que, por descontado, saben mucho del tema, están detrás de la operación. El lema “vende España” se pone en boca ya de todos los gestores del mundo. Nuevo leit motiv de los mercados.
A esta operación no le faltarán aliados. Los que están vendidos de CDS (pierden si la deuda española empeora), normalmente grandes bancos internacionales, cierran sus posiciones para no perder y compran CDS, favoreciendo la estrategia de los que han lanzado la operación especulativa. Les importa un bledo si los rumores son verdad o mentira. Lo que les importa es evitar pérdidas y se ponen a favor de la operación. Razón por la que vimos el disparo de los precios hasta niveles increíbles en la deuda Griega.
Lo bonito es que la operación especulativa funciona como las olas que se crean en un lago tranquilo cuando echamos una piedra. Una vez lanzada solo hay que ponerse a hacer la siesta y esperar a recoger los beneficios. Los “mercados tan eficientes y racionales” obrarán en su favor. Cuando la racionalidad vuelva donde estaba, el negocio ya estará hecho.
Visto el éxito en Grecia (estrategia ganadora), ¿por qué no seguir intentando aplicarla con los beneficios ya obtenidos en las siguientes fichas del dominó? Más si el dólar sigue mejorando. A todo esto se le pueden añadir, naturalmente, operaciones especulativas en los mercados de divisas sabiendo que el dólar mejorará y el euro empeorará. Y naturalmente también en los mercados de renta variable. Miel sobre hijuelas.
Objetivos de poco volumen ya se desprecian. Portugal no es suficiente filete, pero España puede suponer un gran banquete.
Pero esto no quedará aquí. Después de España, con los beneficios recogidos, se puede atacar otro objetivo más ambicioso aún. Todo depende del dinero que se pueda reunir para atacar ese objetivo de más altura. En el fondo la estrategia no difiere de la que empleaban los submarinos alemanes en la Segunda Guerra Mundial, atacando en manada (se les denominaba manada de lobos) a objetivos pequeños que eran destruidos sin piedad.
Mientras los derivados (submarinos financieros) estén permitidos y dinero dispuesto a ello, todo es posible. El primero que lo demostró fue Soros que le pudo en su pulso al mismo Banco de Inglaterra y la fortuna que hizo ha marcado el camino a muchos otros que desean emularlo.
Al final, ¿quién paga el dinero que se llevan los especuladores? Pues lo pagamos todos los españoles, primero a través de nuestros ahorros situados en Fondos, o invertidos directamente en Bolsa o Deuda, y segundo con el encarecimiento de los intereses de nuestra deuda. Realmente maravilloso. Ya no es suficiente con la explotación laboral, con salarios en continuo descenso, sino que también nuestros ahorros presentes y futuros (intereses de la deuda) son expoliados.
Si alguien se pensaba que la crisis supondría un cambio de modelo económico y que el expolio se había acabado, lo tiene claro. Sencillamente, cada vez será peor hasta llegar ¿dónde? ¿Dónde está el límite a todo esto?. Los irlandeses, los islandeses, los griegos ya han mordido el polvo (¡y en Europa!) y posiblemente seguirán otros.
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