El alcalde de Barcelona no sabe como endeudar más a la ciudad, cosa esta que en estos momentos ya no es materia muy saludable, y quería embarcarse en obras faraónicas. Ya comenté en su día su intención de hacer unas Olimpíadas de Invierno, auténtico desvarío en los tiempos que corren. Hay gente que no toca de pies a tierra y no se entera de cómo está el patio. No hay como vivir en una torre de marfil.
Pero además de la Olimpíada de marras también quería “transformar” la ciudad. Para ello sólo se le había ocurrido reformar la avenida más importante de Barcelona, la avenida Diagonal.
Puestos a hacer las cosas elegantes se le ocurrió hacer una votación para que los Barceloneses eligiesen una opción entre tres: rambla, bulevar u “otra cosa”. Tuvimos que interpretar que la C, la opción de “otra cosa”, era no hacer la obra.
La votación ha sido toda una chapuza. El juez ha sido parte y se ha gastado 3 mill. de euros en montar (y muy mal montada) esta comedia que ha acabado siendo un fiasco para la alcaldía, ya que ha salido la opción C, es decir aquella que le dice al Alcalde que los tiempos no están para gastos de este tipo, aunque la lectura que están haciendo es la de otra cosa: “hemos perdido una batalla, pero no la guerra” siguen diciendo. O sea, que volverán si les dejamos volver.
“Seny” en los barceloneses y derrota del alcalde, Sr. Hereu, quien ni corto ni perezoso, en vez de dimitir, ha encontrado rápidamente su cochinillo, su primer Teniente de Alcalde (Carles Martí), a quien ha sacrificado como corresponde a todo directivo que practica la “dirección por cochinillos”. Un ejemplo, una vez más, del uso de este estilo directivo tan practicado en nuestro país.
Lo grave ha sido que Hereu, a renglón seguido, ha afirmado que recibido el mensaje de la ciudadanía, hará otras cosas. Desde este Blog le agradecería que se quedase quieto y no construyese ya, de una vez, nada más. Gracias.
Pero además de la Olimpíada de marras también quería “transformar” la ciudad. Para ello sólo se le había ocurrido reformar la avenida más importante de Barcelona, la avenida Diagonal.
Puestos a hacer las cosas elegantes se le ocurrió hacer una votación para que los Barceloneses eligiesen una opción entre tres: rambla, bulevar u “otra cosa”. Tuvimos que interpretar que la C, la opción de “otra cosa”, era no hacer la obra.
La votación ha sido toda una chapuza. El juez ha sido parte y se ha gastado 3 mill. de euros en montar (y muy mal montada) esta comedia que ha acabado siendo un fiasco para la alcaldía, ya que ha salido la opción C, es decir aquella que le dice al Alcalde que los tiempos no están para gastos de este tipo, aunque la lectura que están haciendo es la de otra cosa: “hemos perdido una batalla, pero no la guerra” siguen diciendo. O sea, que volverán si les dejamos volver.
“Seny” en los barceloneses y derrota del alcalde, Sr. Hereu, quien ni corto ni perezoso, en vez de dimitir, ha encontrado rápidamente su cochinillo, su primer Teniente de Alcalde (Carles Martí), a quien ha sacrificado como corresponde a todo directivo que practica la “dirección por cochinillos”. Un ejemplo, una vez más, del uso de este estilo directivo tan practicado en nuestro país.
Lo grave ha sido que Hereu, a renglón seguido, ha afirmado que recibido el mensaje de la ciudadanía, hará otras cosas. Desde este Blog le agradecería que se quedase quieto y no construyese ya, de una vez, nada más. Gracias.
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