El grave ataque del ejército Israelí en aguas internacionales a una misión de paz, no armada, que llevaba ayuda a Gaza, demuestra una vez más que Israel es la pieza básica en este conflicto creado y mantenido por todos aquellos que se benefician del enfrentamiento Árabe-Israelí.
Israel es eje vertebrador de este entramado que produce grandes beneficios a los fabricantes de armamento norteamericanos y a sus aliados y a todas sus empresas afines (véase hoy los motivos de la dimisión del Presidente de Alemania, quien justificó la guerra en Afganistán por motivos comerciales).
El poder Israelí ya hace tiempo que está en manos de halcones militares, quienes aseguran que la paz nunca pueda llegar a estas tierras, ya sea invadiendo Líbano, construyendo muros, o atacando a la población civil. Son el conflicto básico, el que permite que el odio se siga manteniendo vivo y que se expanda a través de todos los países árabes y parte de los musulmanes. Si Israel fuese pacifista se derrumbaría todo el tinglado. No lo será nunca mientras las mafias del armamento estén detrás. Llevan muchos años facturando gracias a esto.
El ataque de hoy permitirá seguir manteniendo este odio y el problema bien vivo, que al final es lo que desean. No hay ningún interés en apaciguar el conflicto. Quien sabe si se así se entrará en una espiral que les permitirá desenfundar los cañones y atacar objetivos más ambiciosos. No olvidemos el tema de Irán.
Durante lustros el miedo a que “nos iban a invadir los rusos” permitió a la mafia armamentística facturar ejercicio tras ejercicio. Luego descubrimos que a los rusos se les hundían los submarinos oxidados y los tanques estaban atados con cordeles, ya que el país estaba en la miseria, pero mientras pagaron todos los europeos con sus impuestos el precio de defenderse contra un enemigo que nos crearon, totalmente irreal.
Si es verdad que el jeque Raed Salah, líder del Movimiento Islámico y figura de referencia de las poblaciones árabes en el norte de Israel, está entre las víctimas mortales, está muy claro el motivo del ataque. Cuanto más se infle la espiral de odio más facturarán empresas como Halliburton, empresa con conexiones al ex vicepresidente Cheney y que por cierto va a obtener beneficios explosivos con el derrame de petróleo en el Golfo de México. ¿Casualidad? Podéis pensar todo lo mal que queráis.
Fácil es hacer boicot a los productos de estos neonazis: Frutas CARMEL (comercializa Fruits CMR) y patatas LZR, por ejemplo.
Me permito poner el dibujo de Forges que, como siempre, expresa en un trazo lo que pensamos muchos.
Israel es eje vertebrador de este entramado que produce grandes beneficios a los fabricantes de armamento norteamericanos y a sus aliados y a todas sus empresas afines (véase hoy los motivos de la dimisión del Presidente de Alemania, quien justificó la guerra en Afganistán por motivos comerciales).
El poder Israelí ya hace tiempo que está en manos de halcones militares, quienes aseguran que la paz nunca pueda llegar a estas tierras, ya sea invadiendo Líbano, construyendo muros, o atacando a la población civil. Son el conflicto básico, el que permite que el odio se siga manteniendo vivo y que se expanda a través de todos los países árabes y parte de los musulmanes. Si Israel fuese pacifista se derrumbaría todo el tinglado. No lo será nunca mientras las mafias del armamento estén detrás. Llevan muchos años facturando gracias a esto.
El ataque de hoy permitirá seguir manteniendo este odio y el problema bien vivo, que al final es lo que desean. No hay ningún interés en apaciguar el conflicto. Quien sabe si se así se entrará en una espiral que les permitirá desenfundar los cañones y atacar objetivos más ambiciosos. No olvidemos el tema de Irán.
Durante lustros el miedo a que “nos iban a invadir los rusos” permitió a la mafia armamentística facturar ejercicio tras ejercicio. Luego descubrimos que a los rusos se les hundían los submarinos oxidados y los tanques estaban atados con cordeles, ya que el país estaba en la miseria, pero mientras pagaron todos los europeos con sus impuestos el precio de defenderse contra un enemigo que nos crearon, totalmente irreal.
Si es verdad que el jeque Raed Salah, líder del Movimiento Islámico y figura de referencia de las poblaciones árabes en el norte de Israel, está entre las víctimas mortales, está muy claro el motivo del ataque. Cuanto más se infle la espiral de odio más facturarán empresas como Halliburton, empresa con conexiones al ex vicepresidente Cheney y que por cierto va a obtener beneficios explosivos con el derrame de petróleo en el Golfo de México. ¿Casualidad? Podéis pensar todo lo mal que queráis.
Fácil es hacer boicot a los productos de estos neonazis: Frutas CARMEL (comercializa Fruits CMR) y patatas LZR, por ejemplo.
Me permito poner el dibujo de Forges que, como siempre, expresa en un trazo lo que pensamos muchos.
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