Me comentaban en uno de mis posts en Todo lo que sube baja que lo del ataque especulativo contra España era una patochada. Y es que cuando no se entiende la capacidad que dan los instrumentos derivados y las cifras que se pueden mover hoy en día se pone en evidencia la parte ingenua de las personas.
Utilizaba el símil de los submarinos alemanes en la Segunda Guerra Mundial, cuando llevaron la estrategia de atacar en manadas a los barcos mercantes que pertrechaban a la acosada Inglaterra, lo que les de daba más fuerza. Contra esa estrategia, de gran éxito inicial, hubo que contrarrestar con otras. Se decidió que los mercantes viajasen en convoys agrupados y defendidos por barcos rápidos (destructores) y barcos con armas antisubmarinas (cargas de profundidad).
Y esto es lo que ha ocurrido este fin de semana. Los países de la UME han decido agruparse y juntar fuerzas, así como activar defensas (porque las medidas tomadas son eso, defensas contra esta plaga: 1 y 2) y ya hemos visto lo que ha pasado nada más abrir la bolsa. Encima se ha actuado con saña (¡bravo!), ya que muchas acciones no han cotizado de entrada en el continuo (lo han hecho en subasta) y cuando lo han hecho ha sido ya a valores muy altos, lo que ha arrasado las posiciones de los bajistas, que han tenido que subirse al carro comprador a toda pastilla. Una buena carga de profundidad. De ahí que en estos momentos en que escribo estas líneas la bolsa española esté subiendo casi un 12% y la europea un 8,75%.
Solo en un mercado movido por la especulación se puede dar una bajada como la que vimos la semana pasada y un subidón como el de hoy (el mayor en 18 años). Vemos como si se juntan más fuerzas de las que tienen los especuladores rápidamente se desmonta el tinglado. Una buena lección y un buen varapalo. Y el que piense que los mercados son eficientes y racionales y que los mueve la información y todas esas tonterías que nos han imbuido en los últimos años, mejor que lea cómics.
Por cierto, el diferencial entre el bono español y el alemán se ha reducido notablemente. ¿Qué pasa hoy? ¿Ya no somos un país insolvente en tan solo 48 horas? ¿Ha cambiado nuestro endeudamiento en tan breve lapso de tiempo?
Utilizaba el símil de los submarinos alemanes en la Segunda Guerra Mundial, cuando llevaron la estrategia de atacar en manadas a los barcos mercantes que pertrechaban a la acosada Inglaterra, lo que les de daba más fuerza. Contra esa estrategia, de gran éxito inicial, hubo que contrarrestar con otras. Se decidió que los mercantes viajasen en convoys agrupados y defendidos por barcos rápidos (destructores) y barcos con armas antisubmarinas (cargas de profundidad).
Y esto es lo que ha ocurrido este fin de semana. Los países de la UME han decido agruparse y juntar fuerzas, así como activar defensas (porque las medidas tomadas son eso, defensas contra esta plaga: 1 y 2) y ya hemos visto lo que ha pasado nada más abrir la bolsa. Encima se ha actuado con saña (¡bravo!), ya que muchas acciones no han cotizado de entrada en el continuo (lo han hecho en subasta) y cuando lo han hecho ha sido ya a valores muy altos, lo que ha arrasado las posiciones de los bajistas, que han tenido que subirse al carro comprador a toda pastilla. Una buena carga de profundidad. De ahí que en estos momentos en que escribo estas líneas la bolsa española esté subiendo casi un 12% y la europea un 8,75%.
Solo en un mercado movido por la especulación se puede dar una bajada como la que vimos la semana pasada y un subidón como el de hoy (el mayor en 18 años). Vemos como si se juntan más fuerzas de las que tienen los especuladores rápidamente se desmonta el tinglado. Una buena lección y un buen varapalo. Y el que piense que los mercados son eficientes y racionales y que los mueve la información y todas esas tonterías que nos han imbuido en los últimos años, mejor que lea cómics.
Por cierto, el diferencial entre el bono español y el alemán se ha reducido notablemente. ¿Qué pasa hoy? ¿Ya no somos un país insolvente en tan solo 48 horas? ¿Ha cambiado nuestro endeudamiento en tan breve lapso de tiempo?
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