A quien madruga Dios le ayuda, dice el refrán. Y los madrugadores hemos tenido hoy este premio para los ojos: una salida de sol bárbara en la costa de Barcelona.
Como puede verse en las fotos, el espectáculo cubría no solo el horizonte, sino todo el cielo visible desde mi posición. Una gozada.
Como puede verse en las fotos, el espectáculo cubría no solo el horizonte, sino todo el cielo visible desde mi posición. Una gozada.
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