...hacia el plato de arroz. Me estoy cansando de escribirlo, pero es que los hechos lo van demostrando.
Primero vayamos con nuestro impresentable presidente de la patronal española. Ya con un pie en la calle no deja de arengar a las tropas pidiendo, como no, más madera.
Afirma que hay que “mejorar la productividad para ser competitivos”, mantra de nuestros empresarios que nos acompañará hasta la tumba. El problema es que esto de la competitividad unos lo consiguen más que otros y esos son los competitivos de verdad, mientras que el resto empobrece al personal sin conseguir nada a cambio.
Y esto es lo que entiende por mejorar la productividad el señor Díaz Ferrán. Nada más fácil para conseguirlo que bajar los salarios y aumentar el número de horas trabajadas. Tendencia al plato de arroz o más bien hacia la esclavitud, situación en la que se maximiza el objetivo: no se cobra nada y se trabaja todo lo que el amo quiere. Lástima que el señor Díaz Ferrán no haya pillado aún que los esclavos no consumían. En una sociedad agrícola el tema funcionaba. En una sociedad post industrial esto no funciona. No acaba de entender esta peña que cobrando solo platos de arroz no hay quien consuma nada.
No es este el camino para mejorar la productividad. En vez de GASTAR MENOS (bajar los salarios), lo que se trata es de INVERTIR MÁS. Por ejemplo, una inversión en sistemas informáticos reduce el uso de la mano de obra y mejora la productividad. Ese es el camino y no matar la gallina compradora. Pero, claro, hay que invertir, terrible palabreja para el empresariado español, que solo entiende lo de invertir cuando se compra su tercera casa o un Porsche Cayenne.
Pero el paso adelante lo está dando CiU, la derecha catalana, en Catalunya. Como vienen elecciones hay que mojarse y ya ha empezado a enseñar algo de su recetario para arreglar la crisis (o para que explote todo). Nada más y nada menos que un paso directo a la esclavitud de los jóvenes. ¿No tienen trabajo? Pues CiU se lo dará. Faltaría más. Eso si, sin cobrar, sin coste alguno para la empresa, ¡pero tendrán trabajo y reduciremos la lista de parados, que es de lo que se trata! Contratos de aprendizaje le llamarán a eso. Esclavitud le llamaría yo.
El caramelo que venden es que con el aprendizaje encontrarán trabajo después. Una mentira tan grande como la catedral de Sevilla y de Toledo juntas, que son de lo más grande que hay.
A los “aprendices” contratados no les asegura nadie que se quedarán en la empresa finalizado su “contrato” (por llamarlo de alguna manera). Por lo tanto serán sustituidos por nuevos aprendices y así sucesivamente. Evidente que no reducirán el paro, ni tan siquiera eso, ya que los aprendices procederán a sustituir en muchas empresas a trabajadores fijos.
Al menos en China les dan un plato de arroz.
Si esto lo propone la derecha más presentable, empresarialmente hablando, que es la catalana, imaginemos que es lo que debe guardar en el cajón la derecha más rancia española, que es el PP, y que podría aplicar en caso de gobernar.
Y para acabar y relacionado con la pancarta que exhibieron los Okupas en la Plaza Catalunya, afirmando que los sindicatos se venden, nada mejor que observar que tres sindicalistas de UGT figuran en las listas electorales de CiU en Catalunya. ¿Dirá algo UGT "sirviente" contra su “master” CiU? De momento no ha dicho nada. Dios nos coja confesados.
Aprovecho para felicitar a los franceses por plantar cara ante los atropellos. ¡Ellos si que saben defenderse!
Primero vayamos con nuestro impresentable presidente de la patronal española. Ya con un pie en la calle no deja de arengar a las tropas pidiendo, como no, más madera.
Afirma que hay que “mejorar la productividad para ser competitivos”, mantra de nuestros empresarios que nos acompañará hasta la tumba. El problema es que esto de la competitividad unos lo consiguen más que otros y esos son los competitivos de verdad, mientras que el resto empobrece al personal sin conseguir nada a cambio.
Y esto es lo que entiende por mejorar la productividad el señor Díaz Ferrán. Nada más fácil para conseguirlo que bajar los salarios y aumentar el número de horas trabajadas. Tendencia al plato de arroz o más bien hacia la esclavitud, situación en la que se maximiza el objetivo: no se cobra nada y se trabaja todo lo que el amo quiere. Lástima que el señor Díaz Ferrán no haya pillado aún que los esclavos no consumían. En una sociedad agrícola el tema funcionaba. En una sociedad post industrial esto no funciona. No acaba de entender esta peña que cobrando solo platos de arroz no hay quien consuma nada.
No es este el camino para mejorar la productividad. En vez de GASTAR MENOS (bajar los salarios), lo que se trata es de INVERTIR MÁS. Por ejemplo, una inversión en sistemas informáticos reduce el uso de la mano de obra y mejora la productividad. Ese es el camino y no matar la gallina compradora. Pero, claro, hay que invertir, terrible palabreja para el empresariado español, que solo entiende lo de invertir cuando se compra su tercera casa o un Porsche Cayenne.
Pero el paso adelante lo está dando CiU, la derecha catalana, en Catalunya. Como vienen elecciones hay que mojarse y ya ha empezado a enseñar algo de su recetario para arreglar la crisis (o para que explote todo). Nada más y nada menos que un paso directo a la esclavitud de los jóvenes. ¿No tienen trabajo? Pues CiU se lo dará. Faltaría más. Eso si, sin cobrar, sin coste alguno para la empresa, ¡pero tendrán trabajo y reduciremos la lista de parados, que es de lo que se trata! Contratos de aprendizaje le llamarán a eso. Esclavitud le llamaría yo.
El caramelo que venden es que con el aprendizaje encontrarán trabajo después. Una mentira tan grande como la catedral de Sevilla y de Toledo juntas, que son de lo más grande que hay.
A los “aprendices” contratados no les asegura nadie que se quedarán en la empresa finalizado su “contrato” (por llamarlo de alguna manera). Por lo tanto serán sustituidos por nuevos aprendices y así sucesivamente. Evidente que no reducirán el paro, ni tan siquiera eso, ya que los aprendices procederán a sustituir en muchas empresas a trabajadores fijos.
Al menos en China les dan un plato de arroz.
Si esto lo propone la derecha más presentable, empresarialmente hablando, que es la catalana, imaginemos que es lo que debe guardar en el cajón la derecha más rancia española, que es el PP, y que podría aplicar en caso de gobernar.
Y para acabar y relacionado con la pancarta que exhibieron los Okupas en la Plaza Catalunya, afirmando que los sindicatos se venden, nada mejor que observar que tres sindicalistas de UGT figuran en las listas electorales de CiU en Catalunya. ¿Dirá algo UGT "sirviente" contra su “master” CiU? De momento no ha dicho nada. Dios nos coja confesados.
Aprovecho para felicitar a los franceses por plantar cara ante los atropellos. ¡Ellos si que saben defenderse!
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