miércoles, enero 20, 2010

La realidad bancaria: Caja Madrid enseña los gayumbos


En el verano del 2007 el Titanic Bancario chocó con su iceberg, las hipotecas subprime, que fueron el detonador de la crisis económica actual.

Después del impacto la orquesta siguió tocando y al pasaje se le dijo que aquí no pasaba nada y siguieron bailando y navegando tan felices.

Sin embargo en las bodegas de la Banca detectaron un enorme corte que seccionaba el casco.

No importa, dijeron nuestros avispados banqueros españoles, raudos y veloces, nosotros no tenemos subprimes y nuestras provisiones son un ejemplo a seguir por el mundo y somos una Banca de los más sano que puede aguantar estos problemas y los que le echen.

Pasado año y medio desde la abertura de la “raja” en los mamparos, ha fluido y sigue fluyendo agua con desmesura y los salvavidas se solicitan ya por algunos con urgencia. Véanse las fusiones en marcha para salvarse y los créditos (FROB) que se piden para tapar la “raja”.

No teníamos subprime pero teníamos miles de hipotecas autóctonas de calidad tan mala o peor que las americanas. Y encima la Banca estaba apalancada hasta las cejas prestando un dinero a muy largo plazo que no tenía (ni tiene, de momento).

La “raja” se ha venido ocultando con descaro y las pérdidas se han quedado en el Balance-Limbo de los Bancos, es decir, sin que afloren, ya que las cuentas de resultados sólo han recogido hasta la fecha ligeras reducciones de los beneficios, no sea que el personal se asuste, y ya irán gradualmente dosificando, año tras año (esto durará muchos años), las correspondientes pérdidas. El problema para algunos es si podrán mantener este montaje, a la vista de cómo está el sector inmobiliario y el paro en aumento. Una cosa es la contabilidad creativa y otra la realidad y el cash.

Sin embargo hay quien nos ha enseñado una parte importante de la “raja” que se ocultaba. Ha sido Caja Madrid. Hoy ha publicado sus resultados del 2009 y ascienden a 265 MM. de euros de beneficio contra 840 MM. el 2008. Un 68,4% menos. Un buen batacazo.

Y ¿por qué Caja Madrid no ha hecho como el resto de los bancos, escondiendo en garrafas el agua que entra a borbotones por los mamparos?

Pues porque hay cambio de jefe y el que entra, o sea Rato, quiere que le dejen el suelo seco al máximo posible con la bayeta bien pasada, ya que como nuevo que entra no quiere asumir (en lo posible) las pérdidas que, de esta forma, se las lleva el equipo anterior y así lo ha dicho textualmente Blesa: “Rato tiene el camino hecho. Las provisiones no las he consultado con él, pero seguro que le gustan”.

Gracias a la necesidad de limpiar el futuro a Rato, Caja Madrid nos enseña el orden de las pérdidas: 1.440 MM. de provisiones (pérdidas que aún no se han contabilizado o producido pero se producirán y contabilizarán), aunque dice que aquí está ya todo.

Pero eso habrá que verlo. Recuerdo que respecto a Martinsa-Fadesa Caja Madrid tendría que provisionar el 75% del crédito invertido (unos 1.000 MM. de euros sólo en esta operación) en este descalabro inmobiliario, pero el Banco de España cambió las normas para evitar que en el 2010 los resultados de muchos Bancos y Cajas sean un desastre. El objetivo sigue siendo mantener unas cuentas ficticias.

Caja Madrid ha de añadir a la pérdida de valor de sus prestamos inmobiliarios (ya tiene 1.200 millones de activos adjudicados, o sea pisos y terrenos que se está comiendo), las pérdidas en su cartera de inversiones. Un desastre total:
Iberia, SOS, Mecalux, en las que ha perdido hasta la camisa, especialmente en Iberia. ¿Qué pretendía comprando un paquete tan grande de acciones de esta empresa? ¿Creía que todo le saldría siempre bien como con la lotería que le tocó con la OPA de Endesa?

Dicen que Blesa le dará a Rato una lista de posibles fusiones. Será el método a seguir para adaptar la estructura a los tiempos que vienen. ¿Para que querrá ahora el enorme rascacielos de Repsol que compró (815 MM. de euros que ahora le irían de maravilla) y al que no se ha trasladado aún, porque dicen que no hay dinero para soportar semejante cambio? Y si se va al nuevo, ¿a quién colocará la torre actual, con el mercado de oficinas actualmente por los suelos?

Pero el tema más grave es el encarecimiento del dinero que va a tener que soportar la Banca, lo que reducirá su negocio de forma alarmante. Si a esto se le añade la reducción del crédito que se ha de producir en Bancos y Cajas, no es de extrañar que Blesa le haya dicho a Rato “que si bien 2009 es un ejercicio para olvidar, quizá se le eche de menos en 2010, porque
pinta peor”. Si esto lo dice Blesa…

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