Esta es la causa más importante de las caídas de las Bolsas en las últimas semanas, llevándola a valores tan bajos. Es lógico que bajen en un contexto de crisis. Como también es lógico que suban cuando los vientos soplan favorables. Pero de la misma forma que en su momento subieron hasta valores ilógicos (euforia) con cotizaciones en valores en los que estaba claro que no había que comprar, ahora las cotizaciones han llegado a precios irracionales, precios a los que no hay que vender. Escribía sobre esto el viernes, recordando lo que ocurrió no hace mucho con el petróleo, que alcanzó 140$ el barril y poco después estaba a 50$. Todo era culpa de los derivados. No había problemas de escasez que justificarán este precio.
Ahora asistimos a una operación de tipo contraria. Alguno de los afectados son bancos españoles sobre los que se ha cebado esta banda de gansters internacionales a los que se permite atracar sin ningún problema. El tema es tan evidente que no entiendo como ya no se ha prohibido a nivel mundial. Leo esta mañana que el viernes los Bancos Españoles plantearon esta posibilidad a la CNMV y ahora se está considerando (leo que en Japón también).
Esto es lo que tienen que tratar en el G-20 y no tonterías (en estos momentos) como las limitaciones de sueldos a grandes ejecutivos. Lo urgente es acabar con aquellas prácticas contrarias al intento de los Estados de recuperar la normalidad financiera.
Como este finde he estado hablando mucho de este tema con mis amigos, incluyo este enlace a un artículo de Carlos Arenillas en El País Negocios del domingo donde se explica claramente este práctica de vender acciones a crédito.
En resumidas cuentas la operativa es muy sencilla. Se trata de que alguien te preste unas acciones, por ejemplo del Banco de Santander. Supongamos que te dejan 10.000 acciones que en ese momento está cotizando a 5€ la acción. Te comprometes a devolverlos, por ejemplo al cabo de un mes, pagando el interés correspondiente, intereses que en estos momentos están bajando y sale, por lo tanto, muy barato endeudarse.
Una vez te han prestado las acciones, las vendes a 5€. Ingresas 50.000 €.
Si este tipo de operaciones las hacen muchos manos fuertes, el volumen de ventas es continuo e impresionante. En unos momentos en que es difícil que la gente compre acciones, dado el miedo que hay, las caídas de las cotizaciones ante tanta venta serán continuas y autoalimentarán el proceso (pánico bursátil). De ahí que se produzcan grandes bajadas de bolsa (que es lo que pretenden).
Siguiendo el ejemplo del Santander, que en estos momentos ha marcado casi un mínimo de 4€, los vendedores de las acciones, que han conseguido llevarlas a esos bajos valores, compran. Pero compran con un coste de 40.000 euros. Las acciones compradas se devuelven al prestamista y tu beneficio ¡en un mes! es de 10.000 euros, menos el irrisorio importe de los intereses de los 50.000 euros durante un mes. Un beneficio asombroso que, multiplicado por los volúmenes que maneja esta gente, está alimentando grandes fortunas a costa de destruir todos los fondos de inversión y los de pensiones. Sierra Morena pero con diferentes trabucos. ¿Y que hacen los gobiernos? NADA.
Hoy también hay un artículo en Cotizalia sobre este tema. Y también recomiendo leer el que escribió McCoy la semana pasada.
Ahora asistimos a una operación de tipo contraria. Alguno de los afectados son bancos españoles sobre los que se ha cebado esta banda de gansters internacionales a los que se permite atracar sin ningún problema. El tema es tan evidente que no entiendo como ya no se ha prohibido a nivel mundial. Leo esta mañana que el viernes los Bancos Españoles plantearon esta posibilidad a la CNMV y ahora se está considerando (leo que en Japón también).
Esto es lo que tienen que tratar en el G-20 y no tonterías (en estos momentos) como las limitaciones de sueldos a grandes ejecutivos. Lo urgente es acabar con aquellas prácticas contrarias al intento de los Estados de recuperar la normalidad financiera.
Como este finde he estado hablando mucho de este tema con mis amigos, incluyo este enlace a un artículo de Carlos Arenillas en El País Negocios del domingo donde se explica claramente este práctica de vender acciones a crédito.
En resumidas cuentas la operativa es muy sencilla. Se trata de que alguien te preste unas acciones, por ejemplo del Banco de Santander. Supongamos que te dejan 10.000 acciones que en ese momento está cotizando a 5€ la acción. Te comprometes a devolverlos, por ejemplo al cabo de un mes, pagando el interés correspondiente, intereses que en estos momentos están bajando y sale, por lo tanto, muy barato endeudarse.
Una vez te han prestado las acciones, las vendes a 5€. Ingresas 50.000 €.
Si este tipo de operaciones las hacen muchos manos fuertes, el volumen de ventas es continuo e impresionante. En unos momentos en que es difícil que la gente compre acciones, dado el miedo que hay, las caídas de las cotizaciones ante tanta venta serán continuas y autoalimentarán el proceso (pánico bursátil). De ahí que se produzcan grandes bajadas de bolsa (que es lo que pretenden).
Siguiendo el ejemplo del Santander, que en estos momentos ha marcado casi un mínimo de 4€, los vendedores de las acciones, que han conseguido llevarlas a esos bajos valores, compran. Pero compran con un coste de 40.000 euros. Las acciones compradas se devuelven al prestamista y tu beneficio ¡en un mes! es de 10.000 euros, menos el irrisorio importe de los intereses de los 50.000 euros durante un mes. Un beneficio asombroso que, multiplicado por los volúmenes que maneja esta gente, está alimentando grandes fortunas a costa de destruir todos los fondos de inversión y los de pensiones. Sierra Morena pero con diferentes trabucos. ¿Y que hacen los gobiernos? NADA.
Y si os preguntaís quién ha perdido los 10.000 € está clarísimo que es el que ha prestado las acciones. Su maravillosa operación ha permitido que una acción que valía 5€ ahora le valga 4€.
Hoy también hay un artículo en Cotizalia sobre este tema. Y también recomiendo leer el que escribió McCoy la semana pasada.
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