Páginas y páginas, por aquí y por allá. Televisiones, periódicos, blogs, etc., van llenos de opiniones sobre el tema. Cansancio empieza a dar leer sobre esto, más cuando la nube de opiniones es infinita, lo que ya es señal de que no está muy claro que la reforma laboral vaya a arreglar nuestros males, aunque los del bunker económico neoliberal lo tienen muy claro y todos opinan más o menos lo mismo. No hay como ser dirigidos y escribir a reglamento.
Si no fuese por el sufrimiento que se adivina detrás de cada uno de los hogares de los millones de parados, sería hasta divertido asistir a este festival de opiniones.
Los del bunker (hay que recuperar viejas definiciones), como decía, van a piñón fijo. Hasta se han inventado un grupo de sabios, que como su nombre indica, lo saben todo. Se llaman (¡que originales!) El grupo de los 100. Esta gente se manifiesta desde la Fundación de Economía Aplicada (Fedea). Agradecería que echaseis un vistazo un momento al Patronato de esta Fundación. Mira por donde todos los Patronos son Presidentes de las grandes empresas españolas. Casualmente los sabios opinan todos bajo este paraguas y evidentemente dicen lo que hay que decir para obtener prebendas. Por lo tanto las opiniones efectuadas a sueldo se desautorizan ellas mismas.
Las propuestas de esta gente están ya muy manidas. Pasan por aprovechar la crisis para tratar de acabar lo poco que queda del Estado del Bienestar. ¿Alguien pensaba que esto iba a cambiar a mejor por la crisis?
Pues sí, va a cambiar pero a peor.
Se trata de modificar el sistema de contratación (pasar a un modelo único e indefinido) de forma que el despido sea más barato. El importe del despido, dicen, se iría incrementando con el paso del tiempo en la empresa. Afirman que así "se aumentará la protección de los trabajadores más vulnerables". Por lo tanto precariedad absoluta para todo contratado, ya que todo el mundo despedirá de forma rotativa para no incurrir en grandes pasivos por despidos. Indefinido el contrato, pero definido que va a durar poco. O sea, en el fondo, todos temporales. Todos con el trasero al aire de forma definitiva. Naturalmente los contratos actuales no se tocarían. Revoluciones no. Divide y vencerás.
También se quiere aprovechar para desmontar los sistemas de negociación colectiva. Dicen que así “se podrían aprovechar las ventajas de un sistema multinivel que potencie la negociación de las condiciones salariales al nivel de la empresa”. Maja la frase.
Naturalmente las ventajas serían para la empresa y no para el trabajador. Al menos ahora ciertos colectivos pueden protegerse con la fuerza que da la totalidad de empleados de un sector (por ejemplo la Banca). Rota esa fuerza y negociando a nivel empresa estarían todos absolutamente perdidos. A pasar por el tubo. Se acabaron los convenios.
Dice esta gente que la reforma es ineludible y afirman que, gracias a esto, los nuevos empleos serán de “más calidad” con una remuneración “adecuada” del capital humano que favorezca el crecimiento económico. Siempre grandes palabras y promesas para que los curanderos vendan “ungüentos de serpiente”, como explican Akerlof y Schiller en su excelente libro Animal Spirits.
Varias grandes mentiras hay en todo esto de la reforma laboral.
La primera es decir que la reforma laboral nos permitirá cambiar de “modelo productivo”. Esta es la que más me divierte. Resulta que cambiando los modelos de contrato de repente sabremos fabricar de forma competitiva iPhone’s, Mac’s, Nokias, BMW’s, y todo aquello que os imaginéis y que no sabemos hacer, en vez de poner ladrillos y hacer hoteles y campos de golf, tal como hemos hecho durante décadas. Una auténtica bufonada.
La segunda es decir que gracias a la reforma se incrementará el empleo. Eso sí, se cubren indicando que "será un proceso muy lento". Y lo dicen porque saben que es mentira. El objetivo final es el abaratamiento de los salarios.
Respecto al nivel del empleo, a ver si de una vez lo tenemos claro. Supongo que habéis jugado al juego de las sillas, donde unas cuantas personas giran alrededor de un número inferior de sillas. Al toque de un pito, el que no caza una silla queda eliminado (parado) y así sin fin, hasta que solo queda uno, el ganador.
En estos momentos en el mercado del trabajo hay MUCHAS MÁS PERSONAS QUE SILLAS y esto no se arregla cambiando los contratos entre personas y sillas. Se cambia creando sillas, ya que no podemos eliminar las personas. España cometió el error de traer mano de obra extranjera en exceso, en un desvarío histórico. Ahora los que aplaudieron la entrada de mano de obra barata y se beneficiaron de ella, buscan todo tipo de responsables alrededor suyo, sin darse cuenta de que la gran culpa es de los Gobiernos (unos por crear el problema y otros por hacer como el avestruz y poner la cabeza en el agujero para no verlo) y especialmente de los Empresarios. Si alguien no ha sido causante de nada es el trabajador y ni tan siquiera la crisis está originada por el mercado del trabajo.
Si queréis leer largo y tendido sobre el tema:
- ¿Podemos permitirnos no reformar el mercado laboral? (escrito por gente del Servicio de Estudios del BBVA, es decir…)
- ¿Qué reforma laboral?
- ¿Qué explica la resistencia a la reforma laboral?
El chiste es yanqui, pero aplicable a España. El pintor esta pintando un anuncio del Estado de la Unión (discurso anual de Obama a las Cámaras), cuando le anuncian que está despedido. Naturalmente el letrero se transforma en Estado del Desempleado.