miércoles, octubre 26, 2011

Realmente, ¿nos representan?


Josep Ramoneda nos recuerda en su último artículo que, con proverbial dedicación, los poderes neoliberales en la sombra están determinados a que al final creamos tres afirmaciones que son falsas:

1. “Se ha impuesto una lectura economicista de la crisis, que no reconoce errores personales y que parte del interesado e infamante principio de que todos vivimos por encima de nuestras posibilidades. Culpar a todos para que nadie sea responsable”.

2. Creer que los mercados son perfectos y racionales. ”La presunta racionalidad de los mercados es una fuente de error y de ignorancia porque olvida la complejidad de la economía humana del deseo y deja de lado los componentes culturales y morales, que también existen. Por eso es nihilista esta crisis. Hay un doble error en esta idea: creer que los actores económicos se comportan racionalmente y creer que lo racional es optimizar el máximo interés en beneficio estrictamente propio”.

3. La culpa es de los políticos. “Desprestigio sistemático de la política ha sido el complemento ideológico para el saqueo de la sociedad que, ahora sí, pagamos todos… hay que defender la política para sostener la democracia, porque cuando los políticos reportan a los mercados y no a los ciudadanos, algo falla… política democrática o caos, esta es la disyuntiva".

Me voy a centrar en este último punto, ya que evidentemente el tema es complicado. Si los que gobiernan decidieron intentar solucionar la crisis con medidas de corte neoliberal y no solucionaron nada (empeoró todo), uno no acaba de entender que en breve nos vaya a gobernar un partido que aún empeorará más las cosas para los trabajadores.

¿Puede falsear la democracia con su sistema electoral las expectativas reales de la gente? Este es un tema muy interesante sobre el que voy a escribir otro artículo, ya que la respuesta es afirmativa, es decir, puede salir elegido mayoritariamente un partido que no cumpla las expectativas del electorado.

Vengo ya escribiendo hace días sobre este aspecto, ya que en Catalunya hemos pasado la prueba del algodón. Gobierna CiU, y meses después el electorado puede comprobar que los tres pilares en que se basó la campaña de este partido han sido (una vez más) auténticas falsedades.

Las tres mentiras son:

1. Pacto fiscal
2. Lucha por la independencia.
3. Crear empleo.

De la última ya no voy decir nada. Ya se ha escrito bastante sobre como las políticas de recortes de CiU han destruido empleo a mansalva en la Educación y la Sanidad Públicas. Lo increíble es como mantienen la mentira en los medios que controlan afirmando continuamente que están haciendo políticas para crear empleo, cuando los hechos demuestran lo contrario.

Sobre el segundo punto, silencio sepulcral. Como CiU necesita al PP para gobernar, este partido ha impuesto su ley y el tema está archivado hasta nuevo aviso. En cuanto haga falta sacarán la bandera independentista y se pondrán al frente de no se sabe qué ni para qué. Una mentira continuada desde las primeras elecciones democráticas y que sorprendentemente algunos catalanes independentistas aún compran.

Eso sí, se publican encuestas en que se afirma que crecen los adeptos al independentismo, pero ellos no darán un paso. Se trata de estar vendiendo siempre la moto, ya que venderla acabaría con el negocio.

Y finalmente el primer punto. Este lo siguen vendiendo y lo venden bien, ya que también se puede estar ofreciéndolo de por vida (como el independentismo). Se trataría de homologar a Catalunya con El País Vasco y Navarra a efectos fiscales.

Lo bueno es que este tema tendrán que negociarlo con el PP, quien gobernará en Madrid, y ya sabemos que CiU está en manos del PP, pero es que además el tema huele a inconstitucional, como muy bien han explicado entendidos en el tema. Puro humo capta-votos.

Yo creo que muchos de los trabajadores que apoyaron a CiU en las elecciones autonómicas abrirán los ojos y se darán cuenta de que están ante un partido de derecha neoliberal pura y dura. Unos artistas en vender una vez y otra los mismos productos.

Y por sí alguien tiene dudas sobre lo de derecha neoliberal dura y pura, aquí tenemos lo que opina hoy el Conseller de Sanidad sobre la Sanidad Pública: "la salud es un bien privado que no depende del Estado". Ni la educación, claro, ni los derechos del trabajador, ni… nada. Liquidando la socialdemocracia, liquidando el Estado y encima con nuestros votos.

A veces cuesta mucho defender “la política para sostener la democracia” con políticos de esta calaña.

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