Ya hemos ido viendo que las pruebas de esfuerzo realizadas en Cajas y Bancos antes del verano eran pura entelequia. El problema sigue vivo (vemos como Caixa Catalunya incluso propone a sus empleados que se bajen el sueldo y liquida participaciones para hacer caja y Caja España-Caja Duero alcanza una morosidad del 20% en el sector inmobiliario, algo catastrófico) y como escribe Miguel Á. Noceda hoy en El País, “los últimos devaneos acontecidos han puesto a los pies de los caballos a muchas cajas de ahorros, si es que todavía se las puede llamar así”.
Y en ese punto estamos. El Gobierno quiere paz con los mercados y que estos no le obliguen a realizar nuevos ajustes sociales. Una nueva ronda sería demoledora y la pérdida de votos sería definitiva. Y la paz con los mercados el Gobierno considera que pasa por acabar de dar tranquilidad sobre nuestro sistema financiero y para ello hay que sanear las Cajas de Ahorro, ya que muchas de ellas siguen mostrando ostensibles problemas cuya solución pasa por inyectar más dinero. Ya no es suficiente con el FROB. Y ha bastado que el Gobierno manifestara su intención de hacerlo para que se haya notado rápidamente. Y es que las dudas sobre las cajas en los mercados son formidables.
Las cifras que se consideran necesarias ahora oscilan según la fuente. Mientras algunos consideran que las Cajas necesitan 10.000 MM. y otros 80.000 MM. Hasta la fecha se han inyectado ya 11.000 MM., aunque esta cifra podría llegar a 90.000 MM.
Según el escenario que se quiera considerar en el grado de deterioro del sector inmobiliario finalmente el deterioro de los activos del sistema financiero español podría estar en 200.000 MM. de euros.
Pero por otra parte no hay que olvidar que 26.000 MM. de euros (aproximadamente) han sido pasados como pérdida directamente a Balance gracias a las fusiones. Para entender esto basta considerar que cuando las Cajas nos hablan de sus beneficios no han restado estos 26.000 MM. en esas cifras que nos presentan. Lo que han hecho sencillamente es que cuando se han fusionado y han sumado el patrimonio de todas las Cajas que participaban en una fusión, se han restado los 26.000 MM. al patrimonio resultante y asunto concluido.
Aunque solo se habla de Cajas y se dedican artículos para loar lo bien que están los Bancos, para así aislar el problema y concentrarlo en las Cajas, la realidad es que los problemas de márgenes son evidentes y es que el dinero ahora es muy caro y se quejan de que los culpables de este encarecimiento son las Cajas. Por lo tanto presión de los Bancos para capitalizar las Cajas.
Por lo tanto el Gobierno lo tiene claro. Si se modificó la ley para permitir que las Cajas tuvieran accionistas y capital, ahora lo que pretende es aprobar una nueva ley que obligue a su capitalización. Esto naturalmente es una nacionalización y mira por donde los españoles seremos accionistas de las Cajas. No hay dinero para muchas cosas pero para tapar el agujero del sistema financiero nunca hay límite.
Pero no nos preocupemos, que esto será temporal. Una vez capitalizadas y en manos del Estado, las venderán a precios de saldo a inversores extranjeros. Naturalmente ya no serán Cajas, serán Bancos. Véase los nombres que se barajan ya para alguno de ellos. El SIP de Caja Madrid-Bancaja y cinco cajas más podría denominarse Banco Financiero y de Ahorro. Caja Meditérraneo-CCM-Cantabria y Cajastur será el Banco Base.
Ya podemos imaginarnos el coste que tendrá modificar la imagen de miles de oficinas para adaptarlas a la nueva denominación y nuevo logo. Cifras astronómicas.
Pero la intención del Gobierno no está consensuada y muchas Cajas ya han manifestado su total oposición a la medida. Una cosa es convertirse en Bancos por devoción y otra por obligación, máxime cuando esta obligación pasa por la entrada del estado en las Cajas.
Lo que esta claro es que los cargos políticos y las dependencias del poder autonómico van a desaparecer. Muchas autonomías, ante la más que posible reducción de la obra social de las Cajas (no hay que olvidar que el poder autonómico tutelaba muchas Cajas y así obligaba a estas a correr con gastos sociales que en realidad debían ser asumidos por el presupuesto de gastos de la autonomía), tendrán que revisar su política social.
El problema es que la ley es para todos (en concreto se considera que las Cajas con problemas son las gallegas, las castellano-leonesas y las catalanas Unnim y CatalunyaCaixa) y naturalmente hay Cajas que no necesitan capitalizarse, como la más grande de ellas, La Caixa, que se manifiesta totalmente en contra y no hay que olvidar que su presidente es a su vez presidente de la patronal CECA. No sólo va a tener problemas en el frente social y laboral el Gobierno. Ahora tendrá en contra a una parte del mundo financiero (los bancos, y especialmente Botín, dan saltos de alegría viendo como la crisis ha acabado con las Cajas).
Lo que es evidente es que esto de las cajas se ha acabado. De 45 han pasado a 15 y la mayoría, por no decir todas, se convertirán en Bancos.
Y en ese punto estamos. El Gobierno quiere paz con los mercados y que estos no le obliguen a realizar nuevos ajustes sociales. Una nueva ronda sería demoledora y la pérdida de votos sería definitiva. Y la paz con los mercados el Gobierno considera que pasa por acabar de dar tranquilidad sobre nuestro sistema financiero y para ello hay que sanear las Cajas de Ahorro, ya que muchas de ellas siguen mostrando ostensibles problemas cuya solución pasa por inyectar más dinero. Ya no es suficiente con el FROB. Y ha bastado que el Gobierno manifestara su intención de hacerlo para que se haya notado rápidamente. Y es que las dudas sobre las cajas en los mercados son formidables.
Las cifras que se consideran necesarias ahora oscilan según la fuente. Mientras algunos consideran que las Cajas necesitan 10.000 MM. y otros 80.000 MM. Hasta la fecha se han inyectado ya 11.000 MM., aunque esta cifra podría llegar a 90.000 MM.
Según el escenario que se quiera considerar en el grado de deterioro del sector inmobiliario finalmente el deterioro de los activos del sistema financiero español podría estar en 200.000 MM. de euros.
Pero por otra parte no hay que olvidar que 26.000 MM. de euros (aproximadamente) han sido pasados como pérdida directamente a Balance gracias a las fusiones. Para entender esto basta considerar que cuando las Cajas nos hablan de sus beneficios no han restado estos 26.000 MM. en esas cifras que nos presentan. Lo que han hecho sencillamente es que cuando se han fusionado y han sumado el patrimonio de todas las Cajas que participaban en una fusión, se han restado los 26.000 MM. al patrimonio resultante y asunto concluido.
Aunque solo se habla de Cajas y se dedican artículos para loar lo bien que están los Bancos, para así aislar el problema y concentrarlo en las Cajas, la realidad es que los problemas de márgenes son evidentes y es que el dinero ahora es muy caro y se quejan de que los culpables de este encarecimiento son las Cajas. Por lo tanto presión de los Bancos para capitalizar las Cajas.
Por lo tanto el Gobierno lo tiene claro. Si se modificó la ley para permitir que las Cajas tuvieran accionistas y capital, ahora lo que pretende es aprobar una nueva ley que obligue a su capitalización. Esto naturalmente es una nacionalización y mira por donde los españoles seremos accionistas de las Cajas. No hay dinero para muchas cosas pero para tapar el agujero del sistema financiero nunca hay límite.
Pero no nos preocupemos, que esto será temporal. Una vez capitalizadas y en manos del Estado, las venderán a precios de saldo a inversores extranjeros. Naturalmente ya no serán Cajas, serán Bancos. Véase los nombres que se barajan ya para alguno de ellos. El SIP de Caja Madrid-Bancaja y cinco cajas más podría denominarse Banco Financiero y de Ahorro. Caja Meditérraneo-CCM-Cantabria y Cajastur será el Banco Base.
Ya podemos imaginarnos el coste que tendrá modificar la imagen de miles de oficinas para adaptarlas a la nueva denominación y nuevo logo. Cifras astronómicas.
Pero la intención del Gobierno no está consensuada y muchas Cajas ya han manifestado su total oposición a la medida. Una cosa es convertirse en Bancos por devoción y otra por obligación, máxime cuando esta obligación pasa por la entrada del estado en las Cajas.
Lo que esta claro es que los cargos políticos y las dependencias del poder autonómico van a desaparecer. Muchas autonomías, ante la más que posible reducción de la obra social de las Cajas (no hay que olvidar que el poder autonómico tutelaba muchas Cajas y así obligaba a estas a correr con gastos sociales que en realidad debían ser asumidos por el presupuesto de gastos de la autonomía), tendrán que revisar su política social.
El problema es que la ley es para todos (en concreto se considera que las Cajas con problemas son las gallegas, las castellano-leonesas y las catalanas Unnim y CatalunyaCaixa) y naturalmente hay Cajas que no necesitan capitalizarse, como la más grande de ellas, La Caixa, que se manifiesta totalmente en contra y no hay que olvidar que su presidente es a su vez presidente de la patronal CECA. No sólo va a tener problemas en el frente social y laboral el Gobierno. Ahora tendrá en contra a una parte del mundo financiero (los bancos, y especialmente Botín, dan saltos de alegría viendo como la crisis ha acabado con las Cajas).
Lo que es evidente es que esto de las cajas se ha acabado. De 45 han pasado a 15 y la mayoría, por no decir todas, se convertirán en Bancos.
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