El 19 de noviembre del 2007 el presidente de Repsol (+YPF), Antonio Brufau, anunció que invertía 4,45 millones de euros en la compra de acciones de la compañía (173.000 acciones) a 25,7 euros por acción. Una buena apuesta. A eso se llama confiar en la propia gestión.
La operación se realizó (naturalmente) de acuerdo con el Reglamento Interno de Conducta en el ámbito del Mercado de Valores y se comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La noticia decía que desde su incorporación a la presidencia de Repsol YPF, Antonio Brufau destina el importe de las retribuciones estatutarias por su pertenencia al Consejo de Administración a la adquisición de títulos de la compañía de forma regular y periódica. La compañía destacó que "esta adquisición de títulos refleja el firme compromiso de Brufau con el proyecto que lidera".
Con la noticia ayer del descubrimiento de la inmensa bolsa de petróleo en Brasil en la que Repsol participa con un 25%, descubrimiento que según se indica fue en Setiembre del pasado año, es fácil entender que Brufau tuviera "un firme compromiso con la compañía" y comprara la enorme cantidad de acciones que compró. Jugaba sobre seguro.
Esto es UTILIZACIÓN DE INFORMACIÓN PRIVILEGIADA. La CNMV, ¿se volverá a quedar cruzada de brazos ante un caso tan flagrante?
La operación se realizó (naturalmente) de acuerdo con el Reglamento Interno de Conducta en el ámbito del Mercado de Valores y se comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La noticia decía que desde su incorporación a la presidencia de Repsol YPF, Antonio Brufau destina el importe de las retribuciones estatutarias por su pertenencia al Consejo de Administración a la adquisición de títulos de la compañía de forma regular y periódica. La compañía destacó que "esta adquisición de títulos refleja el firme compromiso de Brufau con el proyecto que lidera".
Con la noticia ayer del descubrimiento de la inmensa bolsa de petróleo en Brasil en la que Repsol participa con un 25%, descubrimiento que según se indica fue en Setiembre del pasado año, es fácil entender que Brufau tuviera "un firme compromiso con la compañía" y comprara la enorme cantidad de acciones que compró. Jugaba sobre seguro.
Esto es UTILIZACIÓN DE INFORMACIÓN PRIVILEGIADA. La CNMV, ¿se volverá a quedar cruzada de brazos ante un caso tan flagrante?
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