Ayer (publicado hoy en prensa) el Banco de España, entidad a la que le gusta cubrirse, por lo que pueda pasar, avanzó que estamos ya en un ajuste brusco. La palabra recesión continúa prohibida.
Nada nuevo supone rebajar las previsiones del PIB, avisar de las dificultades del sector inmobiliario o decir que el empleo empeorará mucho. De ser los mayores constructores de vivienda de Europa, pasaremos a no construir nada.
Lo que me parece más grave es que se empiece a denotar preocupación por el sector financiero, cuando llevamos meses diciendo que tenemos un sector bancario con una fortaleza tremenda.
"Los bancos podrían tener dificultades si se prolonga la situación de sequía en los mercados de crédito", explicó ayer José Luis Malo de Molina, director del servicio de estudios del Banco de España.
También dijo que el sector bancario español "tiene un margen de maniobra razonable ante la crisis por su elevada rentabilidad y solvencia". Con todo, la duración de las turbulencias internacionales "supone un innegable factor de riesgo".
Y es que están pasando dos cosas:
1) El poco dinero que hay en el mercado lo captan las grandes entidades, gracias a su rating. Eso sí pagando ya spreads de 1,50 % o más (con el Euríbor a 4,75% eso significa que se paga 6,25% o más por el dinero).
2) Hay muchas entidades que no captan nada. No disponen de financiación. Y si quieren optar a ella (o la necesitan obligatoriamente) han de pagar precios astronómicos, lo que significa pérdidas (claro que siempre es mejor beber agua sucia que morir de sed. El problema es encontrar un oasis en medio de este desierto monetario).
Vayamos tomando nota de que alguna entidad financiera puede quedarse deshidratada y necesitar el gota a gota.
Ahora podéis ver que también, después de haberla pifiado continuamente, se apunta el BBVA a la fiesta pesimista: previsión de un PIB del 1,9 este año, 1,4 el próximo. No esta mal.
Nada nuevo supone rebajar las previsiones del PIB, avisar de las dificultades del sector inmobiliario o decir que el empleo empeorará mucho. De ser los mayores constructores de vivienda de Europa, pasaremos a no construir nada.
Lo que me parece más grave es que se empiece a denotar preocupación por el sector financiero, cuando llevamos meses diciendo que tenemos un sector bancario con una fortaleza tremenda.
"Los bancos podrían tener dificultades si se prolonga la situación de sequía en los mercados de crédito", explicó ayer José Luis Malo de Molina, director del servicio de estudios del Banco de España.
También dijo que el sector bancario español "tiene un margen de maniobra razonable ante la crisis por su elevada rentabilidad y solvencia". Con todo, la duración de las turbulencias internacionales "supone un innegable factor de riesgo".
Y es que están pasando dos cosas:
1) El poco dinero que hay en el mercado lo captan las grandes entidades, gracias a su rating. Eso sí pagando ya spreads de 1,50 % o más (con el Euríbor a 4,75% eso significa que se paga 6,25% o más por el dinero).
2) Hay muchas entidades que no captan nada. No disponen de financiación. Y si quieren optar a ella (o la necesitan obligatoriamente) han de pagar precios astronómicos, lo que significa pérdidas (claro que siempre es mejor beber agua sucia que morir de sed. El problema es encontrar un oasis en medio de este desierto monetario).
Vayamos tomando nota de que alguna entidad financiera puede quedarse deshidratada y necesitar el gota a gota.
Ahora podéis ver que también, después de haberla pifiado continuamente, se apunta el BBVA a la fiesta pesimista: previsión de un PIB del 1,9 este año, 1,4 el próximo. No esta mal.
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