Los peligros que se derivan de la existencia de grupos terroristas (tanto da quien realmente los cree y los mantenga) son conocidos y ejemplos hemos tenido para conocer sus consecuencias.
Sin embargo el peligro que se está extendiendo sobre el planeta, consecuencia de la especulación con derivados, dada su intangibilidad, pasa desapercibida. Son opacos, pero destruyen también, aunque de otra forma.
Hace ya año y medio vimos lo que ocurrió con los precios del petróleo. Una clara manipulación (como siempre el banco filibustero Goldman Sachs detrás del tema) de sus precios en los mercados de derivados llevó el barril hasta 140$. ¿Había escasez?¿Se acababa el petróleo repentinamente? Nada de eso. Especulación pura. Ganado el dinero por estos traficantes, obtenido de los pardillos que se creyeron que la subida era definitiva, volvió rápidamente a su precio de 70-80$ barril, precio al que cotiza actualmente a la espera de que algún día, orquestando las correspondientes noticias, vuelvan los especuladores a este mercado, ya que al fin y al cabo de lo que se trata es ir rotando por los diferentes abrevaderos económicos y manipularlos a corto plazo.
Ahora estamos viendo más de lo mismo en los CDS, o sea los instrumentos que se utilizan para asegurar las emisiones de deuda. Ayer los CDS de Grecia hicieron sobrepasar los tipos de interés de la deuda Griega la barrera del 10%. Una barbaridad. Está muy claro que no hay país, ni hipotecado, que pueda pagar semejantes tasas leoninas. Se han doblado en muy poco tiempo. Excelente este negocio de sacar en pocas semanas un 100 o 200% de rentabilidad, superior incluso a la conseguida en su día con el petróleo.
Un mercado pequeño como el de la deuda Griega permite que tiburones con grandes sumas de dinero lo controlen fácilmente, más aún si las agencias de Rating colaboran (deben de llevar su comisión por ayudar) y van degradando la calificación de la deuda de este país. Visto el negocio, vendrán fácilmente otros a continuación. El primero Portugal, que también es fácil. Pero después veremos más, como España, aunque el más apetitoso es el de Inglaterra, país endeudado como pocos y que verá comprometidos sus pagos. Excelente bocado si hay fuerzas conjuntas para atacarlo, ya que la rentabilidad puede ser sublime. No se por qué, pero me viene la imagen de “La balsa de la Medusa” de Géricault. Todos famélicos, atrapados sin remisión, esperando el turno del tiburón.
Por si alguien duda que pasadas las elecciones inglesas pueden aflorar de forma explosiva (pasó lo mismo con Grecia, donde los problemas con la deuda estallaron después de las elecciones) los problemas de este país con su deuda, recomiendo leer el resumen del informe del GEAB de abril (nº 44) para tenerlo claro. Ya el FMI alertaba hace pocos días de una posible tercera fase de la crisis y explicaba que el primer problema económico mundial es la deuda de los países. La depresión se ha evitado a base de inyectar dinero y endeudarse, pero hay que pagarlas y la economía difícilmente va a generar superávit para hacerlo ¡y mucho menos a tipos de interés del 10%!.
Y así vamos viendo como la economía mundial se mueve como un corcho en un mar de temporales provocados por esta pandilla de especuladores a quien nadie se atreve a retirarles sus armas de destrucción masiva.
Sin embargo el peligro que se está extendiendo sobre el planeta, consecuencia de la especulación con derivados, dada su intangibilidad, pasa desapercibida. Son opacos, pero destruyen también, aunque de otra forma.
Hace ya año y medio vimos lo que ocurrió con los precios del petróleo. Una clara manipulación (como siempre el banco filibustero Goldman Sachs detrás del tema) de sus precios en los mercados de derivados llevó el barril hasta 140$. ¿Había escasez?¿Se acababa el petróleo repentinamente? Nada de eso. Especulación pura. Ganado el dinero por estos traficantes, obtenido de los pardillos que se creyeron que la subida era definitiva, volvió rápidamente a su precio de 70-80$ barril, precio al que cotiza actualmente a la espera de que algún día, orquestando las correspondientes noticias, vuelvan los especuladores a este mercado, ya que al fin y al cabo de lo que se trata es ir rotando por los diferentes abrevaderos económicos y manipularlos a corto plazo.
Ahora estamos viendo más de lo mismo en los CDS, o sea los instrumentos que se utilizan para asegurar las emisiones de deuda. Ayer los CDS de Grecia hicieron sobrepasar los tipos de interés de la deuda Griega la barrera del 10%. Una barbaridad. Está muy claro que no hay país, ni hipotecado, que pueda pagar semejantes tasas leoninas. Se han doblado en muy poco tiempo. Excelente este negocio de sacar en pocas semanas un 100 o 200% de rentabilidad, superior incluso a la conseguida en su día con el petróleo.
Un mercado pequeño como el de la deuda Griega permite que tiburones con grandes sumas de dinero lo controlen fácilmente, más aún si las agencias de Rating colaboran (deben de llevar su comisión por ayudar) y van degradando la calificación de la deuda de este país. Visto el negocio, vendrán fácilmente otros a continuación. El primero Portugal, que también es fácil. Pero después veremos más, como España, aunque el más apetitoso es el de Inglaterra, país endeudado como pocos y que verá comprometidos sus pagos. Excelente bocado si hay fuerzas conjuntas para atacarlo, ya que la rentabilidad puede ser sublime. No se por qué, pero me viene la imagen de “La balsa de la Medusa” de Géricault. Todos famélicos, atrapados sin remisión, esperando el turno del tiburón.
Por si alguien duda que pasadas las elecciones inglesas pueden aflorar de forma explosiva (pasó lo mismo con Grecia, donde los problemas con la deuda estallaron después de las elecciones) los problemas de este país con su deuda, recomiendo leer el resumen del informe del GEAB de abril (nº 44) para tenerlo claro. Ya el FMI alertaba hace pocos días de una posible tercera fase de la crisis y explicaba que el primer problema económico mundial es la deuda de los países. La depresión se ha evitado a base de inyectar dinero y endeudarse, pero hay que pagarlas y la economía difícilmente va a generar superávit para hacerlo ¡y mucho menos a tipos de interés del 10%!.
Y así vamos viendo como la economía mundial se mueve como un corcho en un mar de temporales provocados por esta pandilla de especuladores a quien nadie se atreve a retirarles sus armas de destrucción masiva.
Viendo este gráfico queda bastante claro lo que está ocurriendo
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