Leo hoy en un blog una loa a la actuación de Esperanza Aguirre, ya que parece ser que ha declarado su intención de reducir el gasto en coches oficiales de la Comunidad de Madrid.
En estos momentos de crisis, bueno es que se reduzcan gastos, pensarán muchos. Fíjate, ¡qué mujer ejemplar, qué líder tenemos, que se preocupa de reducir estos gastos!
Quien haya dirigido una empresa o un departamento importante de ella sabe que estas actuaciones pueden ser un brindis al viento. Formas de seguir teniendo coches oficiales sin que estos figuren en el Balance de la Comunidad hay muchas. Desde los Leasings a los Renting, pasando por alquilarlos o coger taxis. La solución puede ser más cara, ¡pero que bien se queda delante del incauto ciudadano! ¡Cómo se ganan votos!
Mientras se hacen reducciones de gastos de cara a la galería nos enteramos hoy, dentro del sumario Gürtel, que Esperanza Aguirre en 105 contrataciones de la Comunidad infringió las normales legales y contrató a dedo. Es decir, esas contrataciones se hicieron sin luz ni taquígrafos. Cuando se actúa así ya se puede imaginar uno lo que puede ocurrir con los precios de la contratación.
Todo Director Financiero sabe que en una empresa el departamento que debe estar sujeto a mayor control interno es el de compras. Siempre es necesario (dentro de lo posible) que haya tres ofertas (proveedores) para evitar que la persona que compra (en este caso la Comunidad de Madrid) no acuerde precios superiores con el proveedor y reciba a cambio en dinero negro parte de este sobreprecio. Hasta incluso con un sistema así se puede robar, como hizo el famoso Roldán. Los proveedores se ponían de acuerdo e iban rotando sus ofertas: ahora ganas tú, ahora gano yo. Pero eso sí, con precios siempre inflados. Parte de ese precio se lo ponía Roldán en el bolsillo y aparentemente cumplía la ley.
En el caso de Esperanza Aguirre la forma de eludir la ley ha sido trocear las contrataciones en varias partes, de forma que cada una de ellas no pase de 12.000 euros, que es el límite que marca la ley para obligar a que haya varias ofertas.
Mucho coche por un lado y mano a la cartera del contribuyente por otro. Así da gusto. ¡Y muchos se quedan encantados!
En estos momentos de crisis, bueno es que se reduzcan gastos, pensarán muchos. Fíjate, ¡qué mujer ejemplar, qué líder tenemos, que se preocupa de reducir estos gastos!
Quien haya dirigido una empresa o un departamento importante de ella sabe que estas actuaciones pueden ser un brindis al viento. Formas de seguir teniendo coches oficiales sin que estos figuren en el Balance de la Comunidad hay muchas. Desde los Leasings a los Renting, pasando por alquilarlos o coger taxis. La solución puede ser más cara, ¡pero que bien se queda delante del incauto ciudadano! ¡Cómo se ganan votos!
Mientras se hacen reducciones de gastos de cara a la galería nos enteramos hoy, dentro del sumario Gürtel, que Esperanza Aguirre en 105 contrataciones de la Comunidad infringió las normales legales y contrató a dedo. Es decir, esas contrataciones se hicieron sin luz ni taquígrafos. Cuando se actúa así ya se puede imaginar uno lo que puede ocurrir con los precios de la contratación.
Todo Director Financiero sabe que en una empresa el departamento que debe estar sujeto a mayor control interno es el de compras. Siempre es necesario (dentro de lo posible) que haya tres ofertas (proveedores) para evitar que la persona que compra (en este caso la Comunidad de Madrid) no acuerde precios superiores con el proveedor y reciba a cambio en dinero negro parte de este sobreprecio. Hasta incluso con un sistema así se puede robar, como hizo el famoso Roldán. Los proveedores se ponían de acuerdo e iban rotando sus ofertas: ahora ganas tú, ahora gano yo. Pero eso sí, con precios siempre inflados. Parte de ese precio se lo ponía Roldán en el bolsillo y aparentemente cumplía la ley.
En el caso de Esperanza Aguirre la forma de eludir la ley ha sido trocear las contrataciones en varias partes, de forma que cada una de ellas no pase de 12.000 euros, que es el límite que marca la ley para obligar a que haya varias ofertas.
Mucho coche por un lado y mano a la cartera del contribuyente por otro. Así da gusto. ¡Y muchos se quedan encantados!
No hay comentarios:
Publicar un comentario