No sé explicarlo pero me lo olí enseguida al ver lo ocurrido en el accidente del avión polaco. Un piloto tiene claro cuando se puede y cuando no se puede aterrizar, más si desde la torre de control le indican que busque aeropuerto alternativo. Pero si en el avión va una persona acostumbrada al mando y ordeno, la meteorología no es nadie para torcer sus destinos, ni menos la opinión de un piloto que en el fondo es un mindundi. Personalidades de las carecterísitcas de un Fraga Iribarne o Chávez, para entendernos, son ejemplos de personas que no han de estar en tu avión. Por suerte, normalmente, no nos puede pasar algo semejante. Pero los miembros del equipo presidencial que acompañaban al dictadorzuelo democrático polaco no tuvieron esa suerte. A veces en la vida no tienes posibilidad de elegir y tus destinos quedan en manos de las decisiones de otras personas. Este es un claro ejemplo.
Moraleja: que en tu avión no vaya un dictadorzuelo, aunque los conspiranoicos ya tienen material de trabajo.
Por lo visto en Smolensko, aeropuerto del accidente, las ayudas electrónicas al aterrizaje dejan mucho que desear. Mejor irse de vacaciones a otros sitios.
Y por último destacar, como puede verse en la foto, que todo el tren de aterrizaje está hacia arriba. Es decir, el avión dio la vuelta totalmente, tocando el suelo con el techo...¡vaya castañazo! Entiendo que solo pudo hacerlo al chocar de frente con objetos como árboles, y el frenazo salvaje le dio un voltereta ¡pero de frente!, es decir, apoyándose en el morro. No se puede librar nadie en un accidente así.
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